Prima donna milanesa
Con hoteles en Londres, Bali, Shanghai y Milán, la firma Bvlgari introduce el lujo más minimalista en la industria turística, bajo la tutela de Ritz-Carlton y el grupo Marriott. El primero en abrir, el italiano.
Por Milán nunca pasa el tiempo. Regresé no hace mucho a la ciudad de los Visconti y no pude resistirme a habitar de nuevo el hotel Bvlgari, el primero de los que abrió la exclusiva firma de joyería en alianza con la cadena internacional Ritz-Carlton. A un paso de la exclusiva Via Montenapoleone y del Teatro della Scala. Nada había cambiado sustancialmente en sus instalaciones, si acaso más redondas, por vividas, más glamurosas, por visitadas. Esa fachada de mármol blanco que tanto respeto me impuso la primera vez, esas ventanas reflectantes, ese rigor arquitectónico que se espera de la marca uve…
Su diseño arquitectónico es obra de Antonio Citterio, seguidor de una línea más bien conservadora para trenzar un cartilaginoso edificio en torno a un jardín de 4.000 metros cuadrados al que se asoman los dormitorios y gran parte de las zonas comunes. Un lujo de muchos quilates decora las paredes, de mármol negro de Zimbawe, las chimeneas de granito, los muebles de teca birmana y el pavimento voladizo de bronce. En la planta más alta, la suite Bvlgari se abre al jardín a través de una galería de tres metros evanescente en horas nocturnas. El salón ofrece una monumental chimenea de piedra de Brera, mientras que la bañera está hecha de un solo bloque de piedra de Bihara (Turquía), recuerdo de algunas incursiones pasadas de la firma italiana en el arte oriental.
El espacio wellness viste aquí de verde corporativo sus instalaciones termales, revestidas de caprichosas losetas de piedra de Vicenza y mosaicos dorados y esmeraldas en la piscina. No faltan los detalles tecnológicos en las habitaciones, desde la Playstation hasta un DVD sensorial (ambiente chill-out). Así como tampoco los servicios más exclusivo: alquiler de Ferraris, visita del Lago Maggiore en helicóptero privado, escapadas en yate o limusina, cursos de conducción rally en Monza y artículos de joyería con la firma Bvlgari.