Violencia de Género en la adolescencia, una realidad social
Que la violencia de género existe en nuestro país no es novedad.
Casi a diario leemos o escuchamos titulares reportando un ataque o muerte más de una mujer en manos de su pareja o expareja. El hecho de que se presente desde la adolescencia, sin embargo, no se da por supuesto, a pesar de ser una realidad manifiesta.
De comunicar esta situación se ha encargado la Consejería de Asuntos Sociales (Dirección General de la Mujer) y Consejería de Educación, Juventud y Deporte de la Comunidad de Madrid a través de la Jornada Formativa ‘Las adolescentes víctimas de violencia de género en sus relaciones de pareja: Claves para la Prevención e Intervención’ que tuvo lugar el pasado 3 de febrero en La Casa Encendida.
Una de las ponente expertas, Diana Díaz, psicóloga y subdirectora del Teléfono ANAR describe un aumento gradual de este tipo de consultas por parte de chicas adolescentes que llaman pidiendo ayuda por un tema que ellas consideran sentimental. “Las adolescentes no están identificando las situaciones de violencia psicológica que padecen, ya que la asumen como inevitable en la pareja”, nos explica.
No tienen conciencia de problema. “Las adolescentes identifican las conductas de acoso y agresión como amor, preocupación o interés, además de justificar los actos del agresor, a quien no pretenden en ningún caso denunciar”, explica la experta. El resultado de esta intromisión se traduce en privación de libertad y de tiempo, así como en un minucioso control de los asuntos cotidianos de la joven, como puedan ser la elección de la ropa o las amistades.
“La adolescente que llama no tiene percepción de problema y es el psicólogo que la atiende al teléfono quien le ayuda a tomar conciencia de su situación” . Entre las señales de alarma más importantes destaca el aislamiento de sus amistades, de su familia y el control voraz por parte del agresor a las diferentes esferas de su vida.
Agravado por las nuevas tecnologías. Desde ANAR advierten cómo las nuevas tecnologías contribuyen a perpetrar y aumentar el asedio, que encuentra en las TICS un nuevo y potente escenario en el que ejercer la violencia de género. “Las víctimas describen cómo, a través de los medios telemáticos, el agresor trata de controlar y limitar sus relaciones sociales, y encuentra un espacio más en el que ampliar sus amenazas e insultos”. La situación empeora cuando la joven decide terminar y el agresor trata de acercarse de nuevo a ella a través de las nuevas tecnologías.
El maltrato en cifras. A falta de la publicación oficial de los datos relativos al año 2014, ANAR adelanta que existe un aumento significativo respecto al año anterior de llamadas de ayuda en relación a la violencia de género. En el año 2013 se atendieron un total de 1.423 llamadas de violencia de género, de las cuales 198 hacían referencia a una menor adolescente víctima en sus relaciones de pareja. Las menores de edad que piden ayuda tienen entre 16 y 17 años en el 65% de los procesos registrados y sus parejas son asimismo menores de edad en el 75% de los casos. De las llamadas registradas, se observa que cerca del 65% no tiene conciencia de problema.
La Fundación ANAR, también presente en Chile, Colombia, México y Perú se dedica, desde 1970, a la promoción y defensa de los derechos de los niños y adolescentes en situación de riesgo y desamparo. Además forma parte del Programa ‘No Te Cortes’ de la Comunidad de Madrid, donde las adolescentes pueden llamar a través del número 116 111.
