Amor animal, ¿el mejor?

Casi todos hemos tenido alguna mascota a lo largo de nuestra vida, pero pocas veces nos hemos preguntado acerca de los beneficios psicológicos que conlleva el cuidado y compañía del que, con frecuencia, es un miembro más de la familia. Sin embargo, es mucho el bien que nos aportan, especialmente a los más pequeños de la casa. En los niños la mascota tiene el papel más importante, porque es múltiple y abarca aspectos desde afectivos hasta biológicos:

• Generalmente se adquieren cuando son cachorros, permitiendo al niño la observación de su crecimiento y por tanto el aprendizaje sobre fenómenos biológicos como el crecimiento y el sexo, que pueden ser utilizados por los padres para sacar los temas y explicarlos con mayor naturalidad.
• La primera experiencia que tienen los niños con la muerte puede coincidir con el fallecimiento del animal de compañía, siendo este acontecimiento lo que los psicoanalistas llaman una “escena fundante” y que va a marcar la forma (sana o patológica) en que vivan posteriormente estos episodios en la edad adulta. Por tanto será importante ayudar al pequeño a elaborar el duelo despidiendo al animal con explicaciones oportunas que le lleven a una despedida natural y no traumática, pero dándole al adiós la ceremonia que merece.

• Las mascotas son buenas compañeras de juegos para los niños y el beneficio de su compañía es bien conocido, ya que la comunicación y entendimiento entre el pequeño y el animal a veces excede lo comprensible, como ocurre con niños con trastornos especiales como el autismo, que mejoran notablemente cuando son tratados con caballos o cuando tienen perro.
• Contribuyen a desarrollar la responsabilidad, al percibir el menor que hay seres necesitados y dependientes de ellos, a los que hay que atender, siendo ésta una ocasión de oro para educar en la convivencia sana en la que cada uno tiene unas tareas asignadas, que en el caso del niño pueden ser ponerle la comida, cepillarle el pelo…

Los animales llegan a motivar, en la edad adulta, una pasión no siempre comprendida por el entorno, y que llega a rozar lo exagerado y lo excéntrico. Ejemplo de estos compromisos extremos por la defensa de los derechos de los animales y por su protección lo encontramos en celebrities de Hollywood.

La industria por esta causa recauda millones de euros al año y moviliza grandes colectivos.  Asociaciones como la internacional PETA (People for the Ethical Treatment of Animals) consiguen involucrar a personas de gran influencia, no sólo para que donen dinero, sino para que sirvan como ejemplo. Sin ir más lejos, hace pocos meses consiguieron que INDITEX donara el resto de su stock de prendas de angora a los refugiados sirios.

Quedándonos en Madrid y, por desgracia para muchos, sin la presencia de Kim Basinger, este fin de semana tenemos en Malasaña el We Love Animals Market, el primer pop up especializado en la causa animal, en el que los puestos participantes donan parte de sus beneficios a alguna ONG o asociación de protección animal.