Y China nos pinchó el flotador

Pero, sentado, plácidamente, en el palco del Santa María Polo Club (gracias por su hospitalidad, cada año lo hacen mejor), asistiendo a la segunda semifinal de Alto Hándicap, entre Dos Lunas y Lechuzas Caracas (en la primera, paseo triunfal de Dubái Polo Team, con el gran Adolfo Cambiaso, sobre el RH Polo Team de Nico Pieres), mientras que el gran Luisito Domecq se reponía de una caída desafortunada (este chico va para crack de este deporte), con el partido parado, recibí un whatsapp misterioso “tu, tío, que c…. está pasando con los Chinos?”. “Con los Chinos?, pero si Lechuzas es de Víctor Vargas es Venezolano y el barco que trae tiene bandera japonesa” conteste. “No hombre, con el Yuan, que estas empanao”.

Lo que está pasando con los chinos no es nuevo. Les remito a los múltiples comentarios que desde hace más de un año llevo haciendo sobre la debilidad de la economía china y sobre sus posibles repercusiones en las empresas de lujo.

La economía China se encuentra en una situación preocupante. Si el crecimiento de su PIB, escasamente, puede llegar a 7% (nivel clave para aflorar la temida destrucción de empleo), los datos de importaciones, y sobre todo de exportaciones publicados el mes pasado (con caídas del 8% en comparación con el mismo periodo del año anterior). Así, la situación se puede resumir en la siguiente frase: “Que poco me gusta la orina de este enfermo”.

El pasado miércoles, el Banco Popular de China anunció un cambio en la fijación del tipo de cambio lo que provocó una devaluación de casi un 2% frente al dólar, como medida (¿y cuantas van ya?) para impulsar su maltrecha economía. Para los no versados en economía, una moneda más débil encarece las importaciones y ayuda a las exportaciones del país que la realiza.

Esta medida ha supuesto, de inmediato:

• Caos en el mercado de divisas.
• Caídas generalizadas en las bolsas mundiales: Dow Jones -1.21%, Eurostoxx50 -1,90%, Ibex -1,41%.
• Caída del petróleo y de las materias primas, con la idea de que un Yuan débil disminuirá la demanda.

Además, los mercados empiezan a no tener clara la actuación de la FED, en cuanto a la posibilidad de subida de tipos de interés después de las vacaciones estivales, ya que este cambio de política económica china, afectara al crecimiento del PIB tanto en USA como en Europa.

En cuanto al sector de Lujo mundial, el miércoles asistimos a fuertes caídas en empresas tales como BMW -4.26%, Daimler 5,15% o LVMH -5,42%. Los motivos son claros: Todas las empresas que dependen de la demanda de este país (y son todas), ante las perspectivas de caída en ventas y la imposibilidad de que, a corto plazo, puedan ser sustituidas por otras demandas emergentes, se verán afectadas en los próximos meses en sus cuentas de resultados.

Hace unos días, leía, en este mismo medio de comunicación, el resurgir de la fabricación de productos de lujo en España, frente a la mano de obra barata China. Pues bien, con la devaluación del Yuan, y si no hay una pronta reacción del resto de Bancos Centrales, mientras que no provoque una escalada de reacciones y contra reacciones, empieza a ser atractivo para las compañías, la fabricación de sus productos en este país, con la consiguiente reducción de costes, que no deja de ser uno de los fines que ha provocado esta decisión.

Por tanto, deberemos de estar atentos a las posibles reacciones ante esta devaluación, por parte de USA y el resto de los socios comerciales chinos y buscar, de inmediato, un parche para nuestro flotador, para seguir con nuestras merecidas vacaciones.

“Las vacaciones deben de durar sólo el tiempo suficiente para que el jefe te extrañe, y no el tiempo suficiente para que él descubra lo bien que le va sin ti” Jacob Morton.

Disclosure: El autor no se responsabiliza sobre las opiniones expuestas en el artículo. El texto ha sido escrito de manera libre expresando ideas propias, sin recibir ninguna compensación por ello. El autor no tiene ninguna relación de negocios con cualquiera de las empresas cuyas acciones se mencionan en este artículo.

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