Truman, lágrimas que reconcilian
Mañana se estrena en las salas de cine la última película de Cesc Gay, una auténtica maravilla protagonizada por Javier Cámara y Ricardo Darín.
Creo recordar que era el mes de junio cuando pude ver, en un pase privado, la película ‘Truman’. Los que estábamos en esa proyección no pudimos articular palabra al concluirla. Rara es la vez que se aúna la misma opinión alrededor de una película pero, en esta ocasión, todos coincidimos en que, como poco, era una maravilla. El film de Cesc Gay, protagonizado magistralmente por Javier Cámara y Ricardo Darín, es una de esas historias que te hace revivir emociones, pensar, reflexionar y, luego, emitir sentimientos.
Julián (Darín) y Tomás (Cámara) son amigos de la infancia. Por circunstancias de la vida se acaban separando, cuando un trabajo en Canadá se lleva a Tomás al otro lado del océano. Ambos saben que están ahí, en el lugar de siempre, pero apenas se mensajean o hablan. Algo importante hace que ambos se reúnan, ya en la madurez, en Madrid. Serán días inolvidables, convulsos, emocionantes. Vuelven a sonreír y a recordar viejos tiempos pero también se dan cuenta de que son días de despedidas, de un adiós definitivo.
El talento interpretativo de Cámara y Darín está fuera de toda duda. Imposible abstraerse de ese duelo teatral en medio de la tragedia. Es tal su complicidad y carga emocional en cada escena que protagonizan que, sorprendentemente, consigues olvidarte del motivo real de su reencuentro. Me cuenta gente muy entendida que, aunque ambos actores conocían el potencial de uno y otro, “saltaron algunas alarmas” al comprobar que el español “se comía” a su oponente en algunas escenas. La madre patria imponiendo su ley…
La presentación oficial al público tuvo lugar en el pasado festival de cine de San Sebastián. En la conversación, más que entrevista, que mantuve “mano a mano” con Darín y Cámara, ambos se mostraban esperanzados ante una buena acogida de la película, pero sin creerse nada. “Sabemos que está gustando, pero no nos hacemos ilusiones”, me dijeron. Días más tarde les concedían “ex aequo” la Concha de Plata a la mejor interpretación masculina. Imposible que no fuese así.
“Es una película en la que muchos se verán reflejados, porque les recordará situaciones cercanas”, me comentó Darín en un momento de la conversación. Y se refería, sin pretenderlo, a él mismo que conoció la dura enfermedad del cáncer en la piel de su padre, que murió cuando Ricardo tenía 30 años. Otra muerte muy sentida por los actores y por el argentino de manera especial, fue la del perro protagonista que da nombre a la película (su nombre real era Troilo). Falleció este verano a causa de una infección que no pudieron atajar. Era un perro muy dócil que trabajaba con niños autistas “por ese motivo, fue muy fácil trabajar con él. Nos hicimos muy amigos”.
Truman es una coproducción hispano/argentina (Imposible Films/Telefé para Telefónica Studios). Se estrena mañana, viernes día 30. Ahora comienza su verdadero camino. Con el reconocimiento de crítica y público, su aventura puede llegar a rubricarse con un largo número de premios. De momento, es un ejercicio de lágrimas internas que nos reconcilian con los sentimientos.