Cervezas a ritmo de chotis

¿A qué recuerdan las palabras chula, cheli o chulapa? A mí al menos me trasladan al Madrid más castizo. Celebramos San Isidro hace poco y la capital se llenó de parejas vestidas de chulapos y goyescos, de verbenas, chotis y de alegría. Y entre tanto júbilo me acordé de una cervecera madrileña muy especial que rinde homenaje a su ciudad al escoger los nombres de sus cervezas. Me refiero a Cervezas Villa de Madrid.

Hace apenas un año Jacob Nieto decidió dar un giro a su vida y crear una cervecera. Es el único socio de la empresa pero tiene un gran equipo integrado por gente joven, bien formada y con muchas ganas. Buscan la calidad poniendo todo el corazón en lo que hacen, siguiendo métodos tradicionales e intentando ser lo más respetuosos posible con el medio ambiente.

La cerveza artesana está de moda y ellos lo saben. Pero al contrario que muchas otras cerveceras modernas que acaban de aparecer en el sector (y no creo que tarden en desaparecer), ellos buscan hacer cerveza de calidad. Una calidad que va de la mano de la naturalidad y a un precio más que lógico.

Cervezas Villa de Madrid elabora sus productos solo con agua, malta, lúpulo y levaduras. Son cervezas carbonatadas con el propio gas desprendido durante la fermentación y que ni se pasteurizan ni filtran con el fin de preservar toda su riqueza organoléptica. 

Su portfolio contiene seis cervezas diferentes: Chula (Rubia tipo Pilsner), Chula Negra (Negra tipo Stout), Chachi (blond ale), Cheli (de trigo tipo Weissbier), Chulapa (APA) y Ziva (IPA). Todas tienen nombres madrileños salvo Ziva, que hace referencia a Shiva, el dios hindú de la naturaleza. Creo que si hicieran una séptima cerveza debería llamarse Gata… Todas son interesantes, pero por ponerme tiquismiquis decir que Chachi me resulta algo simplona -aunque puede que sea eso lo que pretenden- y Ziva no me fascina. Las demás me gustan mucho, sobre todo la Cheli y la Chula:

• CHULA: esta cerveza lager tipo Pilsner se elabora con seis tipos diferentes de malta seleccionadas y seis tipos de lúpulo de España, EEUU, República Checa, Alemania y Eslovenia. La fermentación y maduración suelen duran más de cinco semanas. Es una cerveza suave, muy equilibrada, que posee notas especiadas, florales y cítricas, y tiene un toque final ligeramente dulce muy agradable. Incita a beberse otra. Alcohol: 4,9% vol. IBUS: 20 PVP: 25 euros (12 botellines de 33cl.)

• CHELI: siguen el sistema de elaboración de cervezas de trigo alemán y el trigo empleado es en su mayoría alemán también. Pese a ser de trigo es una cerveza muy refrescante por su final cítrico. Pero en general destaca su intensidad frutal, con notas claras a plátano y clavo. Puede que no te bebas dos seguidas (o sí) pero seguro que la saboreas y disfrutas al hacerlo. Alcohol: 4,9% vol. IBUS: 16. PVP: 25 euros (12 botellines de 33cl.)

Para terminar, ¿os habéis fijado que el logo es el anagrama de Villa de Madrid? Si juntas la V con la M se forma un corazón. Me encanta. ¿Será la primavera?