Trucos para que tus dientes se vean más blancos

En esta época dedicamos más tiempo a mostrar ante los demás nuestro mejor aspecto, en parte porque pasamos muchas horas del día al aire libre, ante la mirada de otros. Aquí cobra especial importancia nuestra apariencia general, las prendas que llevamos, nuestro bronceado y, por supuesto, el estado de nuestra sonrisa. Por ello, se torna necesario presentar unos dientes perfectos más allá de que los hayamos cuidado mucho o poco durante el resto del año.

Es entonces cuando aumenta la preocupación por la tonalidad dental. Cuando las piezas dentales tienen un color amarillento o poco agradable a la vista, la mayoría de las personas tienden a esconderlos o evitar que los vean los demás, infiriendo a su vez en la imagen que creemos dar y de manera directa en nuestra autoestima. Mucha gente comete graves errores llevando a cabo ciertos trucos caseros destinados a conseguir unos dientes más blancos que potencien el contraste de nuestra sonrisa con el bronceado veraniego.

Uno de ellos es la utilización de una pasta de bicarbonato de sodio. El bicarbonato tiene propiedades blanqueantes, pero no es recomendado por la mayoría de dentistas porque debe ser usado solo de manera puntual, ya que resulta abrasivo para el esmalte. Por otro lado tenemos las fresas, que actúan como blanqueadores naturales, en especial la parte de la pulpa, pues puede frotarse cuantas veces se quiera contra la superficie exterior de los dientes. El consumo de productos lácteos también es beneficioso en este aspecto. Sus propiedades y nutrientes se encargan de fortalecer y reponer los minerales propios de los dientes. Además, el ácido láctico incita a la segregación de saliva, algo positivo para la eliminación de la placa bacteriana y los posibles residuos de comida.

Otros detalles a tener en cuenta son el bronceado, que genera una sensación de dientes más blancos de lo que realmente son y, lo más inmediato a tu boca: el pintalabios. Para el labial lo más adecuado es la utilización de colores fríos, puesto que contrastan con los tonos amarillos y resaltan el blanco. Uno de los mayores exponentes con estas características es el fucsia con algo de brillo. En cuanto a la ropa y los complementos, es preferible optar también por matices grises o blancos y dejar de lado los tonos dorados, cobre o amarillos.

No obstante, lo más importante a la hora de lucir unos dientes blancos y una sonrisa radiante es acudir al dentista para que te aconseje sobre tus opciones. Puede recurrir incluso al blanqueamiento dental, que tiene resultados inmediatos y siempre es realizado por un profesional experto en el tema.