Cavas diferentes para disfrutar
Capricis (caprichos) es la apuesta de Eva y Damiá, de Caves Vilarnau. Un concepto de cava totalmente diferente no por la variedad, el Xarel·lo, sino por las barricas en las que pasa parte del tiempo el vino.
La semana pasada se presentó en Caves Vilarnau la nueva colección de esta bodega bautizada con el nombre de Capricis. Diversos medios especializados cubrieron el evento y los asistentes pudimos conocer de primera mano en qué se diferencia de las muchas referencias que podemos encontrar en el mercado.
Antes, un poco de historia nos puso en antecedentes. Caves Vilarnau es relativamente joven (1949) teniendo en cuenta que en la zona donde se encuentra, entre Sant Sadurni d’Anoia y Espiells, la tradición cavista está instaurada en el ADN de sus habitantes. Es en 1982 cuando González Byass adquiere esta bodega al ver el potencial que encierra todo su conjunto.
En 2005 las nuevas instalaciones hechas por el arquitecto Luis González y el diseño de Antonio Miró son inauguradas y se ven inmersos en proyectos que hacen que sus 20 hectáreas se vean ampliadas por el trabajo de diferentes vitivinicultores de la zona con lo que trabajan codo a codo para conseguir un respeto con la viña que luego se ve reflejado en cada uno de sus vinos.
La sostenibilidad es prioritaria en la elaboración de sus vinos, teniendo en cuenta el consumo energético, la gestión del agua, la reducción de residuos y la agricultura ecológica. Ser autosuficientes a nivel energético es uno de sus próximos objetivos.
Pero volvamos a lo que nos emplaza. Su gama Capricis. Como todos sabemos, el Xarel·lo es una de las variedades más emblemáticas en el Penedés y también una de las más utilizadas para la elaboración de vinos tranquilos y espumosos dentro de la DO Cava. Pues es con esta variedad con la que Eva Plazas, responsable de enología de Vilarnau, elabora sus tres vinos dentro de la colección Capricis.
- El primer vino tranquilo es un Xarel·lo joven y fresco pero con una acidez fantástica que lo convierten en un vino elegante y vivo.
- El segundo, también elaborado con el mismo Xarel·lo, tiene una fermentación y posterior crianza durante 6 meses en barricas de castaño y es ahí donde empieza la magia.
- El tercero, es un cava de Xarel·lo con crianza en inox y castaño lo cual le confiere unas notas realmente diferenciadoras con otros cavas.
Las barricas de madera de castaño se elaboran por un tonelero local con madera traída del Montseny. Siendo más porosa y menos pesada, el castaño aporta notas totalmente diferentes al roble francés o americano.
Especialmente, el cava es un espumoso más que recomendable para brindar estas fiestas y si además podemos probar algo diferente, mucho mejor. Pero antes de acabar dejadme decir que el cava no solo podemos beberlo para celebrar algo o para brindar, sino que es un vino apto desde el principio, el medio y el final de una comida.