El edificio-jardín que querrás visitar

Los edificios que impregnan su superficie de verde son cada vez más, esta semana nos acercamos a Taipei para descubrir el fantástico Ágora Garden.

Tan pronto como el asustadizo profesor oyó la melódica y rítmica voz de su alumna más aventajada, supo que estaba en un problema. Todos sus compañeros de clase habían respondido obedientemente que la letra que había dibujado en la pizarra era la ‘Y Griega’, incluso el audaz y sorprendente Abelardo, que tan mal rato le había hecho pasar, había interpretado la melodía junto a los demás infantes. Pero Estefanía no se había podido contener, y, contra toda lógica, se había levantado para decir en voz alta: “Además de ser una y griega, esta consonante representa una incógnita”.

La chica más popular de la clase, al menos, la más requerida por sus compañeros, estaba en pie, desafiante, decidida a no ser menos que su colega. “Esto puede ser una catástrofe si no lo manejo con sutileza”, pensó el maestro, consciente que, a pesar de la pretendida suficiencia de la niña, no dejaba de ser tan vulnerable como los demás. “Háblanos pues, Estefanía, de lo que representa para ti esta consonante”, dijo, con demasiada lentitud.

Fue el rascacielos más alto del mundo durante seis años
Con vistas al que fue el rascacielos más alto del mundo durante más de seis años

Estefanía se dio cuenta del menosprecio implícito en la forma de hablar del profesor, pero no cayó en la provocación, y explicó su punto de vista: “La vida está llena de incógnitas, como en las matemáticas. Así, las ecuaciones a las que tenemos que enfrentarnos durante nuestra existencia suelen tener más de una variable, para mí, la ‘y’ representa la incógnita de cómo encaja la naturaleza en nuestras ciudades y su resolución debería parecerse al edificio que se está ejecutando en Taipei en estos momentos, el galardonado Tao Zhu Yin Yuan o, cómo lo bautizó su arquitecto, el Ágora Garden.

La estructura está rodeada de árboles
La estructura está rodeada de árboles

 Seguramente ya habrán visto su curiosa silueta en algún medio de comunicación, su arquitectura e ingeniería transcienden lo técnico y lo estético, vinculando el entorno natural al urbanístico como nunca antes se había hecho. La construcción tiene una altura de 93,20 metros y una forma que representa el ADN, es decir, un núcleo une dos torres que van desplazándose mientras ascienden hasta llegar a los noventa grados… ¡Todo rodeado de hasta 23.000 árboles y arbustos! (en algún medio he leído que podrían llegar hasta 40.000… ¡veremos!).

Desde un principio los promotores del proyecto, BES Engineering Corporation, lo tuvieron claro, apostando por un concurso internacional de arquitectura para el diseño y construcción de apartamentos de lujo, capaces de integrarse en la nueva filosofía del cuidado medioambiental. El belga Vincent Callebaut conquistó el premio y la construcción empezó en 2.013, se estima que este mismo año (2.017) tendrá fin y los afortunados propietarios podrán tomar posesión de sus inmuebles (42 apartamentos de diferentes tipologías en 21 plantas). 

Con vistas al famosísimo Taipei 101, el rascacielos más alto del mundo durante más de seis años (ya no lo es), nuestro Ágora Garden representa un vergel sin par, en 8.160 metros cuadrados de parcela desarrolla 42.000 metros cuadrados de construcción. Posee una piscina privada y un centro fitness para los usuarios del edificio, espacio exclusivo para un helicóptero, salón de baile (con seis metros de piso a techo) y un colosal mirador en la última planta. En su torre central caben dos escaleras y cuatro ascensores de alta velocidad, de los cuáles uno es de gran tonelaje, pudiendo subir por él grandes muebles, pianos de cola… o coches (¿le gusta la idea? ¡Oh, maestro de maestros!). 

En su interior caben
Los promotores del proyecto son BES Engineering Corporation

El equipo de arquitectos colaborador de este increíble megaproyecto (cuyo coste, aseguran, es del doble de cualquier otro de arquitectura de alto nivel) es el taiwanés LKP Design. Cada planta del edificio tiene aproximadamente 990 metros cuadrados distribuidos en dos alas (o hélices), con vistas a 270 grados. Estas alas se mueven 4,5 grados en sentido de las agujas del reloj según van ascendiendo, aprovechando su morfología para obtener una terraza al aire libre y otra techada”.

Impone también su vista nocturna
Impone también su vista nocturna

Estefanía salió de su pupitre, en la primera fila, y se orientó hacia el resto de sus compañeros, dándole la espalda (¿deliberadamente?) a su enrojecido profesor, para continuar con su agudo y nítido tono de voz. “Este edificio opta a la certificación Leed Gold gracias a su alta eficiencia energética (casi independiente de la red eléctrica) debido a los paneles fotovoltaicos que cubren su parte alta, a su diseño, que incluye un análisis sobre las condiciones ambientales del lugar (luz solar, viento y variaciones térmicas), a sus superficies verdes que absorberán 130 toneladas de dióxido de carbono anuales y a otras características como la recogida de agua de lluvia para su reutilización, el reciclaje de aguas grises, la utilización de vidrios Low-E de baja emisividad o la inclusión de monitores de ahorro automatizados que se adaptan a las condiciones climáticas. 

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Su parte alta está cubierta por paneles fotovoltaicos

Una de las novedades que lo hace ‘diferente’ a otros edificios con bosques verticales es que parte de sus especies vegetales serán hierbas aromáticas, medicinales, hortalizas y verduras, convirtiendo al inmueble en la primera construcción autosuficiente energética y alimentariamente, todo un hito para el futuro. Otro hito es el cuidado ecológico durante su construcción, utilizando materiales reciclados o reutilizados, tratando sus residuos para reintegrarlos a la naturaleza o devolverlos a su vida industrial, nada se desecha, incluso se ha reutilizado parte de la cimentación del antiguo edificio que ocupaba la parcela (genial). 

El espacio interior de cada apartamento cuenta con una superficie diáfana y sin columnas en sus plantas impares, poseyendo pilares en su contorno cada cinco metros en sus plantas pares, las plantas son perfectas para disfrutar de sus generosos tres metros de altura en cada piso. El ingeniero estructural, King-Le Chang & Associates nos detalla que el edificio se sustenta sobre 68 pilotes que alcanzan el lecho rocoso, poseyendo un avanzado sistema de aislamiento sísmico.

El interior de los apartamentos cuenta con una luz espectacular
El interior de los apartamentos cuenta con una luz espectacular

Nos explica también, como lo hace usted con su materia, profesor, que la estructura se puede describir como un esquiador. Así, los bastones de esquí serían las cuatro mega-columnas que siguen la inclinación en los bordes laterales del edificio (dos a cada lado), los brazos del deportista serían los armazones estabilizadores superiores a los que conectan las mega-columnas y la torre central sería su espalda, que sostiene todo el conjunto. Las columnas de las plantas pares son parte de las vigas Vierendeel que soportan los forjados entre el núcleo central y las mega-columnas (¡cómo me gusta esta palabra!) y que permiten que las viviendas sean diáfanas. 

Las vigas Vierendeel se construyen en diferentes materiales (acero y hormigón armado habitualmente) y consisten en un entramado parecido a una celosía en la que los tramos superior e inferior se conectan por barras verticales, es una forma práctica y útil de salvar grandes distancias, y, aunque no lo creáis, lleva el apellido de su creador, el ingeniero civil Jules Arthur Vierendeel”, dijo la niña guiñando un ojo. En silencio, volvió a su pupitre con la cabeza cabizbaja. Parecía haber terminado, pero no era así.

Impresionante desde su parte baja
Impresionante desde su parte baja

“A las próximas generaciones nos va a tocar un mundo mejor gracias a los adelantos técnicos que tanto progreso han traído a la especie humana y, también, gracias a actuaciones como ésta, capaces de salvar la distancia que habíamos puesto entre la naturaleza y nosotr@s mism@s al entender mal el proceso industrial al que nos sometimos apresuradamente – con una lágrima en los ojos concluyó ­– Gracias, profesor, por dejarme exponer mi incógnita preferida”.

El maestro tenía la presión arterial por las nubes, confundido, cabreado, e inestable emocionalmente se dirigió de nuevo a la pizarra, su mano, temblorosa, sostuvo la tiza un instante antes de empezar a escribir (le tocaba garabatear una ‘Z’ y preguntar a sus alumnos qué veían), después de unos instantes, dibujó un hermoso pez globo.

DisclosureLos personajes que aparecen en este artículo, sus diferentes personalidades y sus relaciones entre ellos y con el entorno encajan dentro de la ficción. El autor no se responsabiliza sobre las opiniones expuestas en el artículo y no tiene ninguna relación de negocios con cualquiera de las empresas que se mencionan en él.

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