Airbnb gira al lujo

Airbnb sigue adelante con sus planes de expansión dentro del sector del alquiler vacacional. Su última apuesta impone un cambio de tendencia y la entrada en un sector que no para de crecer, el destinado al alquiler de grandes villas de lujo. Para ello se ha fijado en la firma canadiense Luxury Retreats, que gestiona unas 4.000 viviendas en un centenar de destinos de todo el mundo.

La operación de compra le supone a Airbnb unos 300 millones de dólares (según cuenta Bloomberg) y para que no sea traumática, por el momento no supondrá ningún cambio en la operatividad ni en el actual equipo directivo del grupo canadiense, que seguirá trabajando como una filial. El consejero delegado de Luxury Retreats, Joe Poulin, se unirá a Airbnb y sus empleados, unas 250 personas, permanecerán en Montreal. Poulin reportará directamente al cofundador y consejero delegado de Airbnb, Brian Chesky.

La compra es un escalón más en el proceso de expansión iniciado el pasado otoño por Airbnb, que comenzó a ofrecer experiencias únicas a sus clientes en los destinos elegidos, como degustaciones gourmet o visitas guiadas. En el horizonte está incluso la reserva de vuelos desde su propia web. Para todo ello, cuenta con parte de los 3.100 millones de dólares obtenidos en las últimas rondas de financiación. Airbnb lleva nueve años en marcha y su valor de mercado actual ronda los 30.000 millones de dólares. Ha conseguido entrar en beneficios desde hace seis meses y espera mantener sus cuentas en positivo para el presente ejercicio.

Su modelo de negocio combina a la perfección con la recién adquirida Luxury Retreats, que también da beneficios. Su fundador, Joe Poulin lleva en el negocio desde los 17 años. Allá por 1999 comenzó a gestionar páginas web para propietarios de mansiones caribeñas y con el paso de los años fue perfeccionando el negocio hasta lo que es hoy. Luxury Retreats ofrece también servicios a la carta con el alquiler de sus villas, como servicio de conserje 24 horas, menús preparados por chefs, entrenadores personales, guías turísticos… Sus casas son revisadas personalmente por los empleados del grupo antes de entrar en su cartera. De todas las residencias que quieren entrar en su web, solo el 5% lo consiguen.

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