Naves espaciales para jugar al golf

Uno de los grandes placeres del golf es pasear por las verdes calles, pisando la hierba y disfrutando de la naturaleza. Pero para aquellos que deseen una mayor comodidad en la práctica deportiva, haciendo más cortas y menos pesadas las distancias, los buggies se han convertido en un complemento indispensable. Hablamos de vehículos diseñados para el transporte de los jugadores y que forman parte del paisaje habitual de todos los campos de golf en el mundo. En plena revolución de materiales y complementos en un deporte en auge, hay empresas que trabajan desde hace tiempo sobre proyectos que prometen convertirse en actores protagonistas del futuro inmediato del deporte. Hoy les hablamos de los prototipos más avanzados para revolucionar el mercado de buggies en el mundo del golf.

Mercedes-Benz, la marca alemana de automóviles de lujo, trabaja desde hace tiempo un modelo de buggie impulsado por una batería que se alimenta de energía solar, con placas situadas en el techo. Un vehículo con una estética muy especial, al más puro estilo Mercedes, y que cuenta con la más alta tecnología aplicada a este tipo de carruajes. Un panel multimedia permite acoplar dispositivos USB, iPad o iPhone para obtener información en tiempo real; dos asientos, puertas desmontables, aire acondicionado, calefacción provista del sistema AIRSCARF, asientos ergonómicos y sistema HEAD-UP integrado en el parabrisas para la proyección de datos bluetooth, son algunas de las características que propone la firma alemana en un ejemplar que también cuenta con pararrayos retráctil, faros de tecnología LCD y la posibilidad de intercomunicación con otros buggies en el recorrido.

Aunque se pueda llegar a pensar que el prototipo diseñado por Mercedes resulta, hoy por hoy, insuperable, la empresa americana Oakley, dedicada al diseño y fabricación de equipamiento deportivo, junto al dos veces ganador del Masters de Augusta y uno de los mejores jugadores del mundo, Bubba Watson, trabaja desde hace tres años en el buggie del futuro, un prototipo que permite cambiar las reglas del juego. ¿Se imaginan un vehículo capaz, sin causar daño, de atravesar calles, cruzar greenes, pasar por encima de los bunkers de arena e incluso deslizarse sobre el agua?

El Bubba´s Havercraft Bw1 promete convertirse en la gran revolución del sector. Un deslizador con capacidad para cuatro personas que cuenta con una bolsa cuya presión sobre la superficie, 30 veces menor a la de una pisada común, le permite deslizarse sobre cualquier tipo de terreno sin causar daños e incluso navegar sobre el agua, cruzando lagos, ríos o embalses para alcanzar el objetivo; una especie de coche-barco capaz de infiltrarse por todas las superficies del campo sin causar daño al terreno. Un modelo que cumple los estándares que marca la Guardia Costera de los Estados Unidos para la navegación fiable sobre el agua y cuyo precio se calcula en 50.000 euros.

Dentro de esta revolucionaria tecnología que busca los límites en el sector, lo más llamativo, el no va más, es el buggie volador, una especia de dron gigante que transporta al jugador por el campo. El Jet Pack, diseñado por la compañía de aviones Martin y de nombre comercial Bw Air, se ha convertido en el primer aerodeslizador de golf del mundo. Un aparato equipado con un motor de 210 caballos, accionado por un motor HIRTH de dos cilindros, un ventilador de flujo axial que propulsa aire y que es capaz de subir a más de 3.000 pies de altura y alcanzar una velocidad máxima de 100 Kms/h. Un ejemplar que traslada por el aire al jugador de hoyo en hoyo, lo que convierte el recorrido en una aventura fascinante. Su precio estimado es de unos 200.000 euros por unidad.

Versiones futuristas que continúan perfeccionándose hasta convertirse en la auténtica revolución del que es el mejor aliado para hacer mucho más cómodo nuestro recorrido por los campos de golf.