La pista de patinaje artificial más verde
En China preparan la construcción de la última fase de su World Trade Center con un espectacular edificio ecológico y cultural.
Si creías que China ya no podía sorprenderte más, lo mejor es que vayas rápidamente a su capital, Beijing, y disfrutes durante los próximos años de la construcción de la obra cumbre de su famosísimo China World Trade Center, un ejemplo de plan urbanístico que se ha ido ejecutando durante más de 30 años y que ahora va a colocar la primera piedra de su último proyecto… ¡¡La más verde de todas!!
Con 19.580 metros cuadrados de desarrollo, el diseñador Andrew Bromberg -del estudio de arquitectura Aedas– ha conseguido levantar la admiración de muchísimos de sus colegas y el beneplácito de los promotores (obviamente, esto siempre es importante), la poderosa China World Trade Co., Ltd, sobre todo por la puesta al día de lo que debe ser la entrada al centro chino más internacional, además, totalmente comprometido con el cuidado del Medio Ambiente.
La fase 3C es la quinta y última fase del China World Trade Center, incorporando lo que ellos llaman un “green civic” al popular centro de negocios de la capital. El impacto visual está más que asegurado con las olas de hormigón y la aparición en ellas de un bosque urbano invernal (maravilloso). La idea principal es que este complejo sirva como puerta a esta parte de la ciudad, una puerta verde y cultural que refresque y de vida a todo su entorno.
Debajo del voluminoso edificio, está prevista la realización de una redistribución de las líneas de metro, adaptando las líneas actuales y previendo las futuras para lograr un fluido y efectivo tráfico ferroviario. La morfología del complejo permitirá la visibilidad desde el exterior de todos sus elementos en sus cinco niveles, emplazando a los usuarios a descubrir la zona de Retail en su sótano, o a elevarse hasta su cubierta ondulada y transitable.
Pero la cubierta tiene un regalo muy especial. Además de ser un bosque artificial es, también, una pista de patinaje de tamaño olímpico (si, lo sé, es increíble que se vaya a construir). El edificio tendrá (para que sigamos “rechinando” dientes) cafeterías y restaurantes, estudios de arte, enormes salas de exposiciones, una granja orgánica, instalaciones culturales y educativas, un anfiteatro y una pared de escalada; un “todo para todos” que diría el más listo de la clase.
Aparte de para transitar en trineo mientras compras tus prendas favoritas, disfrutar de un huerto urbano antes de cenar con tus amistades, o mirar una exposición en lo que esperas a tu jefe que viene en metro desde el otro extremo del país, el China World Trade Center Fase 3C está preparado para controlar al máximo el gasto de su energía. Así, los vidrios que permiten la iluminación natural son low-E (de baja emisividad), reduciendo la demanda energética al evitar la entrada de calor… ¡o la salida de éste! (según la estación).
Por supuesto las zonas verdes dentro de las ciudades proveen de oxígeno, además de reducir el efecto “isla de calor”. Los diseñadores han previsto un ahorro del 30 % de agua gracias a un férreo control mediante las etiquetas Well, éstas permiten a los usuarios saber qué nivel de ahorro de agua tienen sus instalaciones. El proyecto iniciará su construcción en agosto de 2.017 (dentro de nada) y se prevé que finalizará en 2.020 (¿Os suena de algo este número?).
Por lo pronto el diseño de Andrew Bromberg en Aedas ha ganado el premio MIPIM al Mejor Proyecto Futuro. Así que, vete preparando el billete de avión porque, si todo va bien, dentro de cuatro años podrás esquiar en la fabulosa cubierta nevada de este complejo.