¿Internet se ha convertido en una burbuja a medida?

En esta nueva sesión de Tech & Society, Eli Pariser presentará su ensayo 'El filtro burbuja. Cómo la Red decide lo que leemos y lo que pensamos'.

The Luxonomist. 16/06/2017

El ciclo Tech & Society de Aspen Institute España y Fundación Telefónica tiene como objetivo establecer un foro para la reflexión plural e ilustrada acerca de las grandes cuestiones planteadas por los avances de la tecnología digital y su influencia en ámbitos tan diversos como las relaciones humanas, la política, la educación, la cultura, la economía o la medicina. En cada sesión un experto en cada una de estas materias expondrá su punto de vista sobre cómo la tecnología digital está influyendo en nuestras vidas. Toda la información sobre este ciclo puede consultarse en el ‘site’ Tech & Society.

El próximo evento, que tendrá lugar el 19 de junio, contará con Eli Pariser que presentará su ensayo ‘El filtro burbuja. Cómo la red decide lo que leemos y lo que pensamos’ (Ed. Taurus). En 2011, Pariser ya publicó el bestseller ‘The Filter Bubble’: What the Internet Is Hiding from You. La charla Ted que hizo Pariser sobre el libro ha tenido tres millones de visualizaciones.

Eli Pariser en una de sus intervenciones

La tesis que defiende Pariser plantea que, desde 2009, vivimos en una nueva era de internet en la que las grandes empresas digitales – Google, Facebook, Netflix, Amazon… – personalizan cada vez con más precisión los contenidos que ofrecen en función de las preferencias de cada usuario. Los algoritmos que utilizan en las redes permiten recopilar todos los rastros de información digital que va dejando cada cibernauta – como las búsquedas en Google a “me gusta en Facebook -, aprendiendo sobre él para ofrecerle una visión del mundo ajustada a sus preferencias. De esta forma, un mismo término introducido por dos personas distintas en un motor de búsqueda no arrojará ni la misma cantidad ni los mismos resultados para una y para otra, sino que los adaptará en función de lo que conoce de cada una: gustos personales, creencias, orientación ideológica…

Eli Pariser en una de sus conferencias

Esto es lo que Eli Pariser define como el filtro burbuja, una selección personalizada de la información que recibe cada individuo que le introduce en una burbuja adaptada a él para que se encuentre cómodo, pero que está aislada de las de los demás. La imagen de un internet de abundante información objetiva para todos se diluye desde esta perspectiva.

Se puede argumentar que todo medio de comunicación tradicional tiene un sesgo, una forma filtrada de contar la realidad. Pero Pariser rebate que, en ese caso, elegimos un periódico o canal de televisión deliberadamente porque nos resulta atractiva su forma de presentarnos la realidad – aceptamos voluntariamente la visión subjetiva que ofrecen y que conocemos de antemano -, mientras que en el caso de los servicios de información y de búsqueda en la web, se nos hace creer erróneamente que se trata de un acceso transparente y objetivo al mundo.

La información que ofrecemos la utilizan las empresas para ofrecer contenido personalizado

En este sentido, resultan esclarecedoras las declaraciones de Ryan Calo, catedrático de Derecho en Stanford, al que cita Pariser en su libro: Toda tecnología tiene un interfaz, un lugar en el que tú dejas de ser tú y empieza la tecnología. Cuando la función es mostrarte el mundo, acaba por sentarse entre tú y la realidad, como la lente de una cámara. La capacidad de sesgar la percepción del mundo de las personas sitúa a las empresas de servicios digitales en una posición muy poderosa.

La principal defensa de la personalización muestra la visión de un mundo hecho a medida que se ajusta a nosotros a la perfección. Se trata de un lugar acogedor, habitado por nuestras personas, objetos e ideas favoritos. Sin embargo, la burbuja de filtros nos impide conocer otras ideas, otras formas de pensar, que pueden enriquecer nuestro conocimiento del mundo e incluso estimular nuestra creatividad, al poder acceder a disciplinas que en principio nos son ajenas.

La personalización comienza cediendo nuestros datos

La burbuja personalizada no es un regalo desinteresado que recibimos. Los gigantes de internet buscan hacer dinero con todo ese big data que dragan en las redes a través del marketing hipersegmentado y de la publicidad certeramente dirigida. Nuestro comportamiento en el mundo digital vale dinero: “cada señal de haber hecho clic que generes es una mercancía, y cada movimiento de tu ratón puede subastarse en cuestión de microsegundos al mejor postor.”

Porque, aunque no seamos conscientes de ello, la personalización se basa en un acuerdo. A cambio del servicio de filtrado, de nuestra cómoda burbuja, cedemos a las grandes empresas un ingente volumen de información relativa a nuestra vida cotidiana. Curiosamente, gran parte de la misma no se la confiaríamos ni a nuestros mejores amigos. Estas compañías aprovechan cada vez mejor esos datos para tomar decisiones a diario.

Grandes compañías ganan dinero a través de nuestra información

Pariser se sumó a MoveOn.org en 2001, ejerciendo de director ejecutivo entre 2004 y 2009. Durante ese periodo MoveOn revolucionó la organización de la política de base introduciendo un modelo basado en la financiación a través de pequeñas donaciones gestionado a través del correo electrónico, que ha sido ampliamente utilizado a través del espectro político. MoveOn.org rápidamente creció hasta tener más de 5 millones de miembros que donaron más de 120 millones de dólares a campañas sobre temas como el cambio climático o la reforma de la financiación de campañas. En esta época también cofundó Avaaz.org, que es la mayor organización social online del mundo con 30 millones de miembros.

Este evento será interpretado a LSE, podrá seguir en streaming en esta web y en redes sociales con #TechSociety.

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