Mouton 89: por qué amamos los vinos de Pauillac

Bodega Château Mouton Rothschild
El Château Mouton Rothschild no fue acogido en el círculo ilustre de los primeros crus hasta la revisión de 1973, aunque por méritos propios debía haber sido acogido desde el principio (1855): por aquella época, sin embargo, acababa de comprar la casa un inglés… La propiedad tiene 78 ha. de viñedo. Produce tres vinos: Mouton Rothschild Premier Cru Classé, Le Petit Mouton y Blanc Aile d’Argent. Debe su carácter a su suelo: capas de grava, de varios metros de profundidad, con gran contenido de hierro y silicatos.

La proporción de Cabernet (Sauvignon y Franc) es del 90%, inusualmente alta, lo cual conlleva una mayor dependencia de las oscilaciones climáticas anuales. Desde 1945, diferentes artistas –de Dalí al príncipe Carlos- han ilustrado sus etiquetas. La web es excelente y explica con detalle cada cosecha. Mouton, de enorme regularidad en su altísimo nivel, lleva además unas décadas crecientemente soberbio. (Nota de I. Peyró y J. Rocamora).

2. Precata

• Añada 1989. La climatología fue excepcional. Una de las grandes añadas del siglo XX bordelés. La primavera fue templada y húmeda. La floración fue la más temprana de los últimos 45 años. En agosto hubo varios chaparrones que refrescaron a las vides tras dos meses de temperaturas cálidas. Con tales condiciones, la cosecha en 1989 fue la más precoz del siglo.
• Uvas. Cabernet Sauvignon 78%, Cabernet Franc 14% y Merlot 8%.
• Vinificación. El mosto fermentó en barricas de madera entre 15-25 días. Crianza de 18 a 20 meses en barricas nuevas de roble francés Allier.
• Alcohol. 12,5º.
• Tapón. De corcho natural, excelente, de 50 mm.
• Etiqueta. Como cada año, un artista invitado. En este caso, 1989, se trata del pintor alemán Hans Georg Kern, nacido en 1938 en Deutschbaselitz (Alemania). Toma su nombre artístico, Baselitz, de su ciudad natal. En la etiqueta mezcla temas: la caída del Muro de Berlín y el emblema de la casa, el Mouton (cordero), práctica habitual entre los artistas que trabajan para la bodega.
• Producción. 300.000 botellas.

3. Cata. Marzo de 2017.

• Decantado, por los posos –la cabernet sauvignon deja muchos-, justo antes de empezar a tomarla. La aireación también le vino bien, para perder las notas iniciales de reducción e irse suavizando.
• Color. Rojo –en efecto- burdeos, poco evolucionado para sus años, como esperábamos. Dicho de otra manera, rojo picota con ribete teja anaranjado. Limpio y brillante. Lágrima fina, delicacada, tintada.
• Nariz. Impactante. Desde su descorche se nota que estamos ante un grande. Recién abierta hay algo de fondo animal. Al decantarlo, desapareció enseguida. Los primeros 20 minutos se mostró cerrado, poco expresivo, como es habitual, pero a la vez enormemente complejo: van aflorando taninos nobles, muy serios. Poco a poco se va haciendo más fino, con sensaciones volátiles impresionantes: fruta roja muy madura (ciruelas negras), cassis, violetas, arándanos. Aparece también algo de moho, o tierra húmeda, que aporta una curiosa rusticidad.

• Boca. Más impactante que la nariz. Joven aún. Pastoso, casi se mastica. Acidez muy vivaz. Fruta roja, muy seria. Mineral. Algo de astringencia. Poderoso, y a la vez redondo, equilibrado: tiene una peculiar discreción elegante, que no implica ligereza sino prestancia, señorío. Todo lo que tiene es de primera, y está muy bien armonizado. Largo. Buena acidez. Cuerpo medio. Buena persistencia.
• En conjunto. Aún ascendente. Majestuoso y casi voluptuoso. Lo que impresiona es la complejidad que emerge del conjunto.

4. PVP: Oscila mucho, pero sospeche si es barato.
5. Calificación. En el momento actual, muy por encima del 10/10 (aún ascendente).