¿Viajas a NYC? Este es tu restaurante vegetariano
La gracia de NYC es que no hay nada que no busques y que no encuentres. Todo es cuestión de precio, aunque el precio en Candle Cafe es lo de menos.
Comida vegetariana para vegetarianos, para veganos o simplemente para curiosos. En el Upper East Side existe ‘El restaurante’. Dicen los expertos en finas hierbas que es uno de los diez mejores restaurantes vegetarianos de la ciudad y seguro que es verdad. En Candle Cafe cuentan con su propia granja absolutamente orgánica en el campo neoyorquino y de sus huertos, a la mesa.
Alimentos frescos de temporada, cero aditivos, colorantes, fertilizantes, sencillamente orgánicos 100% y con el sello de calidad reconocido por el departamento correspondiente sanitario de la ciudad. Un lujo de ensaladas.
La historia de Candle Cafe comenzó en el verano de 1984, cuando Bart Potenza compró una pequeña tienda de productos orgánicos y la transformó en un bar de zumos de frutas y vegetales orgánicos. En 1987 Alegría Pierson, una famosa nutricionista, comenzó a frecuentar el local. Pasados unos años, se convirtió en la nutricionista de Candle Cafe, que dejó de ser un bar de zumos para transformarse en un pequeño restaurante vegetariano.
Alegría Pierson y Bart se hicieron socios y desde entonces el negocio no sólo ha crecido de forma exponencial, sino que es referente mundial para los veganos. En una década, el Candle Cafe ha evolucionado de los zumos y las vitaminas a ser una cafetería que ofrece un menú vegetariano de sopas caseras, sándwiches, ensaladas y entrantes.
En 2003, los socios fundaron el restaurante Candle 79 con comida mucho más elaborada cuya carta cuenta con vinos orgánicos, un bar de sake, además de un menú digno de una estrella Michelin. Desde luego no la tiene, pero sí el reconocimiento de Zagat como mejor restaurante vegano de la ciudad. Si te gusta lo verde, con todas sus matizaciones y tonalidades, tienes que sentarte y disfrutar. Nunca más volverás a probar una ensalada con el mismo sabor, ni unos tomates tan extraordinarios. Merece la pena.