¿Sabes si tus hijos ven bien?

El desarrollo correcto de la visión es fundamental para el desarrollo integral de los más pequeños de la casa.

El correcto desarrollo de los niños también se ve afectado por una visión con problemas

El recién nacido sano es un ser inmaduro en todos sus órganos y sistemas, incluido el sistema visual, que va madurando a lo largo de los primeros años de la vida para adquirir una correcta visión binocular al final de la primera década.

La detección precoz es fundamental en los más pequeños
Los primeros años de vida son clave para el correcto desarrollo de la visión.

El desarrollo integral del niño va a depender también de su  correcto desarrollo visual. Los estímulos visuales que recibe el niño a lo largo de los primeros meses de la vida en la corteza cerebral sobre un cerebro plástico y capaz de adaptarse, son fundamentales para la adquisición de una visión optima, crucial en su desarrollo social, el aprendizaje y la comunicación.

La detección precoz de los problemas visuales graves debe hacerse ya desde el periodo de recién nacido.  La existencia de catarata, glaucoma, aniridia, retinoblastoma… su detección y su tratamiento precoz (total ó parcial) puede evitar una ceguera permanente ó exigir intervenciones educativas precoces para suplir el déficit visual.

Miopía
La miopía suele aumentar hasta los 11 años

Entre los 3-4 años la detección de ambliopías (ojo vago) diferencias de agudeza visual en ambos ojos en general debidas a la estimulación visual inadecuada durante el proceso de maduración, y de los problemas oculares ambliogénicos (estrabismo ó defectos de refracción) es fundamental ya que el pronóstico es excelente cuando la corrección se realiza antes de los 6 años. La ambliopía es una anomalía de la infancia que sólo tiene tratamiento en la infancia.

Los defectos de refracción,  la miopía, más frecuente a partir de los 6 años, suele aumentar hasta los 11 años y posteriormente en la adolescencia para estabilizarse alrededor de los 20 años y la hipermetropía, fisiológica en el niño, disminuye con el crecimiento y no suele dar problemas salvo que produzca ambliopía, estrabismo o molestias visuales  deben investigarse sobre todo en la edad escolar cuando existen problemas en el rendimiento.

Si el niño guiña mucho los ojos o los tiene enrojecidos, llévale al médico

La tendencia a desviar o guiñar un ojo, inclinar la cabeza para fijar la vista, acercarse demasiado las cosas, hacer movimientos rápidos de los ojos, el lacrimeo o enrojecimiento ocular frecuente, frotarse los ojos frecuentemente , molestias con la luz, dolor de cabeza , dificultades para calcular distancias o en la lectura o bajo rendimiento escolar son algunos de los síntomas que nos pueden alertar de la existencia de un problema visual que deba ser tratado por un especialista.

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