Fusión asiático peruana sin salir de Madrid
Hablamos con Francois Poplawsky de su nueva propuesta culinaria en el centro de la capital. Un restaurante con el que viajar.
Bajo el lema ‘Asian Craft Food’, el empresario hostelero Francois Poplawsky ha creado ‘Pink Monkey’, una propuesta gastronómica con un concepto de fusión cultural, ubicada en pleno barrio madrileño de Chamberí. Este proyecto de cocina global representa elaboraciones inspiradas en platos del sudeste asiático y la mejor cocina peruana, pero además incorpora algunos guiños de la gastronomía mexicana y mediterránea.
La estética del restaurante resulta atractiva, sobre todo para los milennials. Ya sabemos, generación exigente que no se cansa de buscar nuevos lugares atractivos para subir fotos a su Instagram. Es aquí donde encontramos el mérito de la arquitecta Marta Banús, quien ha conseguido una decoración a juego con el estilo de la cocina que ofrece el restaurante, chic pero desenfadada.
The Luxonomist: ¿Cómo surge Pink Monkey?
Francois Poplawsky: Hace años trabajé en una cadena en Hong Kong, y como me encanta la comida asiática, sobre todo la comida vietnamita, decidí hace dos años montar un concepto diferente de los que no había en Madrid. Se trata de un restaurante de fusión que mezcla la comida asiática con la peruana. Elegimos esta última por sus raíces japonesas, sobre todo en el corte de pescado. Decidimos así crear un concepto diferente, canalla e informal pero también un lugar acogedor con decoración chic. Todo surge tras el éxito de mi otro restaurante, ‘Sasha Boom’, pero este está más inspirado en Oriente Medio.
TL: ¿Cómo fue el proceso de selección de platos para la carta?
FP: El proceso surge con una planificación, ya que meses antes, el chef y yo viajamos a países como Londres, Berlín, París, entre otros y vimos diferentes tipos de platos para inspirarnos en la carta, intentado posteriormente adaptar al concepto de nuestros restaurantes (Pink Monkey y Sasha Boom). Por ejemplo, este verano el chef ejecutivo se fue aproximadamente un mes y medio a recorrer todo el sudeste asiático para encontrar nuevos platos, sabores y especias distintas para siempre innovar en nuestras cartas. Siempre, cada 3 o 4 meses, renovamos la carta, aunque hay platos que se mantienen por su éxito.
TL: De todos los platos que ofrecen, ¿cuál es su favorito?
FP: El frío sería el Kimuchi y caliente las brochetas Satay Bailines de pollo.
TL: ¿Cuál es el mejor cóctel para el afterwork?
FP: El Birú, a mi parecer es uno de los Top Ten. Lleva pisco, quebranta, maracuyá, zumo de lima con un toque de canela y sirope de almendra. Para mí, es el cóctel que mejor se puede incorporar con las comidas. Nuestros cócteles, la mayoría, son diseñados con condimentos que también tenemos en cocina, como por ejemplo la canela. La idea es tener un maridaje con la carta, todos nuestros cócteles se pueden complementar con los platos.
TL: ¿A qué público quieren llegar?
FP: No tenemos uno en concreto porque cualquier edad puede disfrutar nuestros platos, pero si es cierto que vienen muchos millennials. Pero en realidad ambos conceptos están diseñados para que cualquier persona pueda disfrutar de buena comida, en un lugar único.