Las habitaciones colgantes más modernas del mundo

Si quieres disfrutar de la naturaleza a lo grande y en lo alto tendrás que viajar a Laponia y dormir en este hotel. ¿Te atreves?

Que el ser humano desciende del mono es algo que queda muy claro cuando vemos el éxito que tienen los hoteles en los árboles. Un éxito, entre otras cosas, porque nos acerca a nuestro yo más natural, así que dormir en un árbol es un ejercicio de lo más aconsejable, sobre todo si añoras los tiempos de infancia cuando jugabas en una cabaña en la copa del árbol de tu jardín (como Bart Simpson) o, como yo, soñabas con poder hacerlo algún día.

El complejo ofrece la posibilidad de soñar entre los árboles

Pero, ya que vamos a hacerlo (dormir en un árbol), qué mejor que hacerlo con estilo y modernidad, nada de cabañas realizadas con palets de la fábrica más cercana o de almacenes adaptadas para la ubicación arbórea, lo mejor es reunir un dinerito y marcharnos a la Laponia Sueca, en concreto al TreeHotel, donde descubriremos las más increíbles habitaciones colgantes del mundo, esas a las que da vértigo subir y de las que da pereza bajar.

Es difícil decantarse por una de las cabañas

Allí nos ofrecerán siete tipologías diferentes para subirnos a la naturaleza, el Nido de Pájaro, el Cono Azul, la Cabina, el Cubo de Espejos, el Ovni, la Libélula y la Séptima Habitación. ¿Qué cuál deberíamos elegir? Pues la que mejor se adapte a nuestros gustos… ¡o la que esté libre! En fin, desde ya os digo que me quedo con el Cubo de Espejos, pero antes de llegar a él vamos a hablar de cada una de las habitaciones.

El Nido de Pájaro pasa totalmente desapercibido en el entorno

El Nido de Pájaro casi ni se ve desde lejos, su camuflaje exterior le brinda el más arbóreo de los aspectos, aunque el interior es muy acogedor, con paredes revestidas con madera y ventanas muy pequeñas. Está diseñado para cuatro personas, una cama doble y dos individuales, aunque tendrás que ir a un edificio cercano a ducharte o a disfrutar de la sauna. Su arquitecto, Bertil Harström de Inredningsgruppen, le dio alas a su imaginación para el diseño. Precio: 517 euros para dos personas/noche.

La decoración interior está integrada con el entorno

El hotel presume de integrarse en la naturaleza de forma innovadora y sostenible. Así, las cabañas se han construido con el menor efecto negativo para su entorno, realizando las construcciones en árboles vivos, sin destruir ni cortar ninguno durante la tarea. El suelo exterior está conformado por madera eco, que no contiene ninguna sustancia química para garantizar una mayor resistencia se calienta hasta los 200ºC antes de utilizarla.

Vistas hacia el valle del río Lule

La Cabina tiene unas impresionantes vistas hacia el valle del río Lule. Se trata de una plataforma en lo alto de una escarpada ladera a la que accedes mediante un puente horizontal sostenido entre árboles. Tiene una superficie de 24 metros cuadrados en forma paralelepípeda, con capacidad para dos personas en una cama doble (mira por donde), aseos y una espectacular terraza en la cubierta. Los diseñadores, Mårten Cyrén y Gustav Cyrén de Cyrén y Cyrén, primaron las vistas ante todo. Precio: idéntico al anterior.

Interior de una de las cabañas

Todas las habitaciones de los diferentes complejos se calientan gracias al suelo radiante (el mejor invento de la humanidad), gozan de aislamiento térmico y adquieren electricidad gracias a sistemas hidroeléctricos (generan energía del agua en movimiento). Por supuesto, esto es posible gracias al uso de luminarias Led´s (siempre Led´s) cuyo consumo de energía es de risa. Los cuartos colgantes no tienen alcantarillado, esto evita el impacto que tendría en la naturaleza la fuga de residuos.

La Libélula es la casa más espaciosa del complejo

La Libélula es la cabaña más grande del hotel. Con 52 metros cuadrados, podemos utilizarla como una gran suite o como salón de conferencias. Accedes al edificio mediante una rampa de 15 metros de largo y en ella, disfrutas de las vistas gracias a enormes ventanas. El aspecto oxidado del metal exterior combina con el acabado interior en madera oscura. Si la utilizas como salón de conferencias puede albergar hasta 10 personas. Todo, interior y exterior, ha sido concebido por Rintala Eggertsson Architects, merecen una alabanza. Por cierto, el precio por día es de 792 euros/día.

El hotel apuesta por la sostenibilidad y los recursos ecológicos

Las cabañas se limpian con productos respetuosos con el medio ambiente, ya sabes, de esos que si lo derramas no hacen un agujero en la piedra, no se quedan eternamente allí o matan a quien los toca. Los retretes tienen un sistema de incineración por combustión a 600ºC, los lavabos están libres de olores y están alimentados eléctricamente. Los baños cuidan el gasto de agua y así no se malgasta más de la necesaria para lavarse las manos, la cara o los dientes.

Casa Cono Azul

El Cono Azul es el edificio más accesible de todos ya que está compuesto por una estructura de madera tradicional sostenida por tres puntos desde el suelo, dando ligereza y estabilidad. Se ubica cerca de una montaña desde la que accedes a la cabaña por un puente adaptado para personas con discapacidad. Cuenta con 22 metros cuadrados de superficie, cuatro camas, aseos y sala de estar. Su diseñador, SandellSandberg, adora la madera, está claro. Su precio: 517 euros por noche.

El Ovni, una de las casas más impactantes

El Ovni fue diseñado por el mismo creador del Nido de Pájaro, prueba de los contrastes que existen en una misma persona… Es el sitio ideal para descubrir qué se siente cuando te abducen, eso sí, en compañía, dado que está pensado para cinco personas que se disputaran sus 30 maravillosos y extraterrenales metros cuadrados. Por si acaso sientes miedo, tienes wifi gratuito (como en los demás edificios) para poder pedir auxilio desde el exterior. Precio: idéntico al anterior.

Impresionantes las vistas desde la Séptima Habitación

La Séptima Habitación tiene una fotografía en la parte baja con imágenes de copas de árboles, ¿más camuflaje?. El edificio se sostiene a 10 metros de altura, casi en las nubes, y llegas a él mediante escaleras interminables. Tiene unas incomparables vistas del río, apreciables gracias a grandes ventanales e ideal para ver las auroras boreales.

El patio está cubierto con una red entre la que se cuela un pino. La superficie abarca los 100 metros cuadrados donde se ubican dos camas dobles, un sofá cama, salón, aseos, baño y un buen montón de madera escandinava al interior, y madera carbonizada al exterior. Precio: 1.583 euros por noche. 

La Casa Cubo de Espejos pasa desapercibida con el entorno

Como ya os he dicho, mi construcción preferida es el Cubo de Espejos, una increíble obra en forma de cubo cuyas fachadas están cubiertas de espejos, ¡¡esto sí que es camuflaje!! Un marco de aluminio de cuatro metros por lado rodea el árbol, espejos por fuera y madera contrachapada por dentro, una estupenda combinación de materiales. 12 metros de puente nos separan del cubo, dentro solo hay espacio para dos personas que disfrutarán de una cama doble, aseo, salón y una terraza en la azotea (me encanta). Diseñadores: Bolle Tham y Martin Videgård de Tham & Videgård. Precio: el habitual 😉

Además de descansar en un sitio mágico el hotel ofrece diferentes actividades al aire libre

Por supuesto, no te pasarás todo el día haciendo el mono en el árbol, el hotel te ofrece actividades veraniegas como senderismo, visitas guiadas, salidas en bicicleta de montaña, excursiones, kayaking, montar a caballo o contemplar el sol a medianoche. Y, si vamos en invierno, podremos realizar paseos en motos de nieve, excursiones en trineos tirados por perros, pescar en el hielo, construir un iglú con nuestras manos o practicar el esquí tirado por caballos. No me digas que no apetece una escapadita en estas navidades

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