Hedy Lamarr, otra Superwoman
La vida de esta inventora, actriz y sobre todo gran mujer, llegará a la pequeña pantalla gracias a Google.
Esta semana ha saltado la noticia que dos grandes gigantes como Google y Youtube se van a unir a la lucha de la producción de series al estilo Netflix o HBO. Debo reconocer que me ha alegrado que Google haya elegido como primera producción, una miniserie dedicada a Hedy Lamarr: actriz de Hollywood e inventora en parte, de los sistemas de GPS o Wifi. Su vida merece un maravilloso biopic y ser conocida por la rebeldía demostrada y una personalidad tan inquieta como valiosa.
La mujer que protagonizó el primer desnudo de la gran pantalla en el año 1933, combatió enérgicamente el nazismo, al haber estado casada con un austriaco que la tuvo –“ secuestrada en casa”, como ella misma expresó. No perdió el tiempo, y en su encierro aprovechó para completar sus estudios de ingeniería y conseguir información de la tecnología armamentística de la época que más tarde utilizaría para el mayor de sus inventos.
Pero antes, como en la mejor de las películas de acción logró salir de su cautiverio. En 1937, con ayuda de su sirvienta huyó de Austria a París disfrazada también de criada. En la ciudad de las luces tuvo que vender todas sus joyas para sobrevivir y por casualidad conoció a Louis B. Mayer que le ofreció un contrato de siete años para la M.G.M. La vida suele ofrecerte regalos cuando te la juegas y decides ir más allá del miedo.
Mucho antes que Megg Rayan simulara el orgasmo más famoso del cine en los 80, Hedy Lamarr fue la primera en hacerlo en la película “Éxtasis”, provocando el hipo a los espectadores. En los años 40 fue bautizada como ‘la mujer más bella del mundo’ y, sin embargo, no por eso pasó a la historia, ni por ninguna de sus películas. Esta es la prueba que detrás de la imperiosa necesidad de la celulosa del glamour de Hollywood se esconden grandes vidas jamás contadas –“Toda chica puede ser glamourosa. Todo lo que tiene que hacer es quedarse quieta y mirar estúpido”-
Lamarr no sólo se rebeló al nazismo de su marido sino también al estricto sistema de Hollywood; se negó a acudir a fiestas y ser poco más que una cara bonita sin aprovecharlo. Siguió dedicando largas horas de estudio a su gran pasión: INVENTAR. Y Lamarr hoy es recordada por haber inventado junto a George Anteill el sistema de detección de torpedos teledirigidos usados en la II Guerra Mundial.
En 1941 registraron la patente y se la ofrecieron gratuitamente al Ejército quien jamás la usó por miedo a que el enemigo la detectara. Años más tarde, su idea fue la precursora de la tecnología de las comunicaciones inalámbricas, de los teléfonos móviles, los sistemas GPS y la tecnología wifi. El ejercito no usó su invento pero si su belleza para vender bonos de guerra y, cuentan, que Lamarr vendió en una sola noche, 7 millones de dólares en bonos ¿Leyenda? ¿Realidad? ¿Acaso importa?
Me congratulo de que Google decida hacer la vida de otra Superwoman en una miniserie protagonizada por la actriz Diane Kruger.