El Arte, otra forma de sentir la Navidad

El arte nos recuerda que somos humanos y no debemos olvidar la importancia que tiene en nuestras vidas.

Carla Royo-Villanova. 26/12/2017

Mi último artículo del año me gustaría dedicarlo al Arte, porque soy de las que creen firmemente que el arte aúna creatividad, inquietud, sentimientos, sensibilidad, interés por la cultura, la historia y la artesanía… emociones propias del ser humano. El arte nos recuerda que somos humanosHe identificado la Navidad con el arte por ese punto en común: La humanización. Vivimos acelerados, a veces sin tiempo ni para apuntar en la agenda. Vivimos rodeados de objetos, a veces sin saber si quiera qué tenemos. Vivimos sin pensar en quienes nos rodean, a veces haciendo daño a aquellos que más queremos.

Carla con Cris en su taller

Sin embargo, de vez en cuando, el milagro sucede. Una obra de arte es capaz de hacernos olvidar el estrés o la fatiga, de animar el alma, de hacerte sonreír cuando lo que anhelabas era llorar. Una obra de arte puede conseguir, incluso, algo muy difícil en los últimos tiempos, que admiremos a alguien. Pero también puede provocar reacciones tan contrarias como la inspiración o el estremecimiento. Una obra de arte, en definitiva, nos recuerda que estamos vivos.

El milagro también sucede en Navidad, cuando celebramos que Jesús vino al mundo para recordarnos que debíamos de amarnos los unos a los otros. Incluso para quienes no profesan religiones cristianas, el espíritu navideño se contagia de alguna manera y hasta quienes odian la Navidad recuerdan ahora que en otro tiempo disfrutaron con ella. Y a todos, esta fecha de luces y familia nos humaniza, igual que el arte.

Cristóbal Sanz comenzó en los años 80 con la pintura decorativa

Hace unos días visité el taller de un gran artista, Cristóbal Sanz. Madrid aún no había encendido sus luces navideñas, pero fue cuando relacioné las sensaciones. Absorta miraba sus nuevas obras y, sin darme cuenta, toda la ansiedad que había en mí se esfumó. Sonreí y me animé a imitar a Micky Mouse en sus posturas.

Sus obras y proyectos han triunfado en España, Europa y EEUU

Cristóbal Sanz, Cris Sanz como le gusta que le llamen y como ha bautizado a su web, comenzó en los años 80 con la pintura decorativa tan en boga en aquellos tiempos. Sus obras y proyectos triunfaron en España para dar el salto a Europa y a los EEUU. Los decoradores más importantes contaban con su habilidad para hacer trampantojos y pinturas murales en casas particulares, hoteles o restaurantes. Los caballetes y lienzos llegaron, y con ellos la perfección de un pincel certero. El hiperrealismo había dominado su mente, sus dedos y su tiempo.

Sus pinturas murales adornan casas particulares, hoteles y restaurantes

En la actualidad a Cris Sanz se le pasan las horas perfeccionando lo perfecto. Ensimismado en su taller de la calle Luchana 34, permite que el transeúnte le observe trabajar desde el otro lado del cristal del escaparate. Si alguien se anima a entrar, lo recibe con una afabilidad que atrapa. Como atrapan sus obras, como atrapan sus temas. Dibuja a plena luz y a puertas abiertas, lo cotidiano le inspira y no pone reparo en dejarse observar.

Su taller es un lugar mágico

Su taller es un lugar mágico, abierto a todo el mundo. Un lugar para escapar o quizá debería decir… un lugar para encontrarse. Como me sucedió a mí hace unos días, de pronto te encuentras admirando. Te encuentras también con la boca abierta, te encuentras sonriendo cuando unos minutos antes te peleabas por un taxi. Te encuentras disfrutando del arte y de la capacidad de unos pocos para plasmar aquello que ven, cual si fuera una fotografía.

Las últimas obras de Cris Sanz

Las últimas obras de Cris Sanz se centran en cuadros que simulan fondos de madera con placas metálicas y hojas de calendario. Son el regalo perfecto para celebrar un aniversario, nacimiento o hacer un regalo de boda. Son trabajos totalmente personalizados con los detalles que el cliente quiera destacar.

La colorista serie de carteles publicitarios es fantástica

Divertida y colorista es la serie llamada “Publi” con la que simula antiguos carteles y aquellos azulejos de antaño que servían de reclamo a Martini o Michelín. Algunos con motivos Disney para captar la esencia del sueño: Mundo real versus mundo imaginario. O quizá la esencia de nuestra propia vida.

Ahora se encuentra inmerso en una serie dedicada a esculturas de la época clásica

Los fieles seguidores de las aventuras de Tintín anhelarán uno o varios de los cuadros de esta serie especial. Simpáticos y decorativos alegran y no pasan desapercibidos. Como tampoco están pasando desapercibidas las obras que Sanz ha llamado “Esculturas”. Una serie dedicada a esculturas de la época clásica.

Sus trabajos adornan estancias en lugares de medio mundo

Fue el mundo de la decoración el origen de la genialidad de Cris Sanz, un mundo que jamás ha abandonado, pues continúa pintando murales y trampantojos por encargo, pero, además, reinventa mobiliario y adapta viejos muebles a la actualidad. Por su taller desfilan biombos, mesas, sillas que como por arte de magia vuelven con más fuerza reencarnados en otra vida, para ahora sí, ser perfectos. Observad este vídeo ajeno a la Navidad, y después pensad…

Seguramente durante unos segundos hayamos olvidado el estrés, quizá nos hemos acordado de alguien, o nos hemos dado cuenta de que, efectivamente, teníamos esos segundos libres. A lo mejor hemos pensado que era un montaje de fotografías y no la elaboración de un cuadro, o puede que hayamos observado detenidamente cómo la madera revivía poco a poco. Quizá, incluso, hayamos llegado a admirar que alguien sea capaz de dibujar con tanta precisión. Sea lo que fuere, hemos sentido algo. Somos humanos, no lo olvidemos.

¡Feliz Navidad!

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