¿Entrenas la mente? El éxito de la psicología deportiva

La diferencia entre un buen deportista y un gran deportista está en el factor mental.

Agustín Castellote. 22/01/2018

Steve Peters, psiquiatra inglés y profesor en la Universidad St Mary en Londres, no sabía nada de deporte; trabajaba en un hospital psiquiátrico de máxima seguridad con pacientes con graves desordenes de personalidad y su vinculación al deporte era completamente nula. Hasta que un día llegó a su consulta un deportista profesional, Ronnie O´Sullivan, a quien los malos resultados en su especialidad, el snooker, le habían llevado a una retirada prematura de la competición, tras haber llegado a lo más alto.

Peters empezó a trabajar el factor mental de O´Sullivan y, en poco tiempo, éste llegó a ganar dos campeonatos del mundo, situándose como número uno del ranking. Su fama se extendió por Inglaterra y fue contratado por la Federación Inglesa de Ciclismo para que trabajara con el equipo británico en los Juegos Olímpicos de Pekín y Londres.

Ronnie O´Sullivan acabó ganando dos campeonatos mundiales de snooker con la ayuda de Steve Peters

Las 14 medallas de oro logradas por los ciclistas ingleses en esas citas sirvieron para que el equipo profesional SKY, en el que milita el cuatro veces ganador del Tour de Francia Chris Froome; la UK Athletics, que trabaja con los atletas británicos de alto rendimiento; el Liverpool, uno de los grandes equipos de la Premier League y de Europa; y la propia selección inglesa de fútbol, se pusieran en manos del llamado “entrenador de la mente” para dar un salto cualitativo en su rendimiento y mejorar los resultados.

Steve Peters ha jugado un papel fundamental en el éxito deportivo de numerosos deportistas

La psicología deportiva ha ido ganando terreno en los últimos años, factores mentales que se unen a una condición física privilegiada para lograr el rendimiento deportivo que se pretende. Según Joaquín Dosil, psicólogo del Deportivo de La Coruña y profesor en la Universidad de Santiago de Compostela, «la parte psicológica es el 25% del rendimiento de un deportista, mientras que el 75% restante se corresponde con la parte física, técnica y táctica».

En muchas ocasiones la diferencia entre dos grandes atletas, que se miden de poder a poder, se encuentra en la forma de afrontar la competición: autorregularse de manera emocional, conocer el cuerpo, gestionar los miedos, reforzar la autoestima, controlar la ansiedad y en último caso, aceptar la derrota como una manera de sacar conclusiones positivas para la próxima oportunidad. Porque parte del placer del éxito procede del esfuerzo para lograrlo y, porque, está demostrado que ganan, quienes mejor saben manejar su cuerpo ante los retos, los que controlan la situación y logran superar las dificultades en base a su actitud frente a ellas.

Los JJOO de Barcelona 92 marcaron un antes y un después en el deporte español

En España la psicología del deporte es una ciencia relativamente nueva, nace al amparo de los centros de investigación de Medicina del Deporte y hasta 1980 no da el salto a la Universidad; siendo en 1992, con motivo de los Juegos Olímpicos celebrados en Barcelona, que tanto éxito otorgó a nuestro deporte, cuando logra un aumento notable entre los deportistas de élite. En ese momento se crea la ‘División de Psicología de la Actividad Física y el Deporte’ y el Consejo General de la Psicología (COP) señala los cinco ámbitos principales sobre los que se asienta la materia:

  • Deporte de alto rendimiento.
  • Deporte base.
  • Deporte de ocio y tiempo libre.
  • Deporte con poblaciones especiales.
  • Organizaciones deportivas.
Pablo del Río es uno de los psicólogos deportivos que asesoran al COE

Pero no es hasta los juegos de Río de Janeiro (2016) cuando el Comité Olímpico Español (COE) incluye por primera vez en la historia un psicólogo deportivo, Pablo del Río, que trabaja en el centro de alto rendimiento de Madrid, en la expedición que acompaña a los atletas a los Juegos y convive con ellos cada minuto de la experiencia.

La psicología deportiva está dedicada a estudiar el cómo, el porqué y bajo qué circunstancias los deportistas se comportan en el modo que lo hacen. Se rige bajo tres factores básicos: el deporte, el deportista y el motivo; dando por sentado que ninguno es indisoluble del otro y que el estado psicológico influye de forma relevante en la obtención de los resultados.

La fortaleza mental es vital en los deportes de élite

“Mi papel es escuchar lo que ellos quieren, hacia dónde quieren ir y hago entonces mis sugerencias” explicaba como base de su trabajo Steve Peters, mientras Joaquín Díaz, profesor de Psicología en la Escuela Nacional de Entrenadores y psicólogo de la Federación Española de Voleibol, sentenciaba “la diferencia entre un buen deportista y un deportista excelente está en el factor mental”.

No se trata de convencerles de lo que puedan dar de sí, sino de encontrar la fórmula adecuada para desarrollar su talento, sobre todo en momentos de máxima exigencia, y la búsqueda constante de factores que puedan estimular la capacidad de los atletas. Gran parte de las posibilidades que tenemos de superar las dificultades tienen que ver con cómo nosotros consideramos la realidad misma del problema.

Los psicólogos deportivos tratan de encontrar la fórmula adecuada para desarrollar el talento

Los deportistas de élite cuentan con unas capacidades físicas impresionantes, pero también, sobre todo en los últimos años, han desarrollado determinadas habilidades psicológicas como parte ineludible de su preparación hacia el éxito. Hoy en día nadie duda de que la psicología deportiva influye de forma notable en el rendimiento del atleta. Un rival es una oportunidad vestida con ropa de trabajo, de nuestra actitud e inteligencia emocional frente a él dependerán nuestras posibilidades.

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