Carta a la mamá de Gabriel

Patricia Ramírez ha demostrado una entereza y un valor increíbles tras conocerse el desenlace de la desaparición de su hijo.

Aurelio Manzano. 12/03/2018

“Se ha generado un movimiento muy bonito gracias a mi hijo. Me gustaría que continuara. Están apareciendo muchos mensajes pidiendo muerte o maldad. Entiendo que estas personas tienen la misma rabia que yo dentro, pero que la usen para pedir bondad en el mundo. En memoria de Pescadito, pido que no se extienda la rabia, que queden las buenas personas las buenas acciones y la imagen de Gabriel. Que nadie retuitee cosas de rabia. Ese no es mi hijo y esa no soy yo”, decía hoy Patricia Ramírez, la madre de Gabriel Cruz. Y a ella le dedico esta carta abierta.

Querida Patricia: 
Precisamente hoy,  el día en que despides a tu pescadito, en un funeral público en la Diputación de Almería, al que han acudido, además de las autoridades, miles de personas, te escucho en las ondas de Carlos Herrera, enviando un mensaje positivo y de paz. Como dices, no todos son iguales, gracias a Dios.

Esa generosidad, ese hermoso gesto por tu parte, solo lo entienden quienes son madres. Una madre es el ser más puro, limpio y generoso que existe. No hay mayor dolor que el de perder a un hijo. Por eso, y por las circunstancias terribles que rodean a la muerte de Gabriel, hoy, toda España es Gabriel. No puedo imaginar cómo te sientes ahora y sobre todo, cómo vivirás los próximos días.

gabriel cruz
Nada libre, pequeño Gabriel

Pero definitivamente, hay una gran verdad. Gabriel, tu hijo, tu pescadito, vino a esta tierra para cumplir su misión y ahora Dios, que es quien decide cómo y cuándo dejamos este plano, se lo lleva al inmenso mar de la eternidad, para que sea libre y feliz.

Gabriel se va a un mundo de colores, de amor. Un mundo donde no hay espacio para la maldad, la mezquindad y el terror. De eso, se encargarán las leyes. Tal vez después de tantas muertes de personitas inocentes, la de Gabriel sirva para hacer reflexionar a quienes deciden actuar como sicarios y para que las leyes de nuestro país se endurezcan hasta tal punto que podamos decir que la muerte de tu bebé sirvió para algo. Esa será la mayor medalla y su legado.

Qué Dios te dé la fuerza necesaria para poder sobrellevar este inmenso dolor. Que Dios bendiga e ilumine el camino de Gabriel a la eternidad. Y que Dios te bendiga. Gracias por tu coraje, por tu generosidad y por tu enseñanza. Hoy, y siempre, todos seremos Gabriel. Cuando las luces de apaguen, cuando los aplausos cesen y cuando todo vuelva al status quo, siempre quedará grabado en tu mente el cariño y el apoyo de miles de personas y sobre todo, la protección de ese ángel que ahora nada en el cielo, y que durará por siempre.

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