El limpiabotas de los famosos

Roberto Orquera nunca se imaginó que su profesión le llevaría tan lejos. Hace exactamente 15 años que con su humilde caja de ceras, trapos y cepillos, empezó a limpiar zapatos en la calle Preciados. Actualmente se ha convertido en un autentico “gurú” en la materia con un empresa dedicada al limpiado, cuidado y reparación del calzado con más de diez personas a su cargo y tres selectos locales en Madrid.

Es tal el prestigio que ha alcanzado, que famosos como Bertín Osborne, toreros como Enrique Ponce, políticos como Eduardo Zaplana y muchos más personajes de primera actualidad, confían en su saber hacer a la hora de “mimar” sus zapatos.

Orquera Salón del Limpiabotas es el primer establecimiento en Madrid dedicado íntegramente al cuidado del calzado. Ubicado en la calle Villanueva, 23 en el madrileño barrio de Salamanca, cuenta además con un local en el C.C Jardín de Serrano y en la ciudad financiera del Banco Santander (este último en exclusiva para los empleados de dicho banco).

Su profesión ha estado siempre poco considerada, pero Roberto ha sabido crear toda una experiencia para los sentidos cuando entramos en su local. Disfrutar de un cappuccino mientras nos limpian los zapatos o poder leer la prensa diaria sentado en un cómodo sofá chéster mientras nos arreglan las suelas de las botas, es algo que nos trasporta a épocas de un pasado de esplendor.

Sus clientes son jóvenes y mayores, gente que trabaja por el barrio e incluso, muchas veces los, chófers traen los zapatos a su tienda para las reparaciones. Es por ello que desde hace meses Roberto ha incluido un servicio gratuito de recogida y entrega a domicilio, el cual se ha extendido hasta barrios tan alejados como La Florida o Pozuelo de Alarcón.

Pero en Orquera Salón del Limpiabotas no sólo limpian y arreglan calzado de caballero, sino que también lo hacen de mujer. Además disponen de una gama de productos para que podamos cuidar nosotros mismos el calzado. En definitiva, un templo a semejanza de los locales de Londres que revitaliza la profesión de limpiabotas y la eleva hacia un lujo al alcance de cualquiera.