La Felicidad de Beber Vermú

Me encanta el vermú. Es una bebida que me transmite felicidad y relax. Quizás porque está directamente relacionada con el aperitivo y siempre se toma en compañía o porque bebemos más vermú cuando hace sol o cuando estamos de ocio. Estamos en plena revolución vermutera y no sólo por los más de 25 millones de litros de vermú que consumimos al año los españoles, sino por la inmensidad de establecimientos o “vermuterías” que han aparecido en los últimos años.

Mi compañero José Carlos Álvarez nos explicaba hace unos días una forma sencilla de elaborar nuestro propio vermú en casa y poder sorprender así a quienes invitemos a casa, incluso resulta una gran idea como regalo –están de moda y resultan muy chic los detalles artesanos, personales, eco…-.

Pero como “vermutófila” reconocida que ya ha experimentado la elaboración de vermú casero, ahora propongo dos ejemplos de vermús de alta gama –y que puedes encontrar en tiendas especializadas, bares y restaurantes- que me llaman la atención por la calidad de la materia prima, su mimada elaboración y por lo ricos que están: Vermouth Lacuesta Reserva y Txurrut Vermút Vintage. Dos vermús muy diferentes. Uno riojano, otro vasco. Uno tradicional y con décadas de historia, otro con un punto moderno y apenas un año de vida. ¿Cuál os gusta más?

Vermouth Lacuesta Reserva:

• Riojano de gran enorme tradición, se elabora en la Bodega Martínez-Lacuesta (Haro), reconocida por sus vinos pero que cada vez cuenta con más grifos de vermú en las barras españolas.
• Desde hace décadas y siguiendo su misteriosa receta, este vermú se elabora macerando en frío las plantas y hierbas aromáticas –entre ellas ajenjo, ajedrea, macis, milenrana o espliego- en vino blanco elaborado a partir de uva airén. Pero lo que lo diferencia realmente es que después de la maceración se somete a una crianza de 7 meses en barricas de roble francés de Allier.
• Este vermú es de un color dorado-amielado, de capa media y muy brillante. En nariz es muy franco, sutil, elegante, destacando los fondos torrefactos. En boca es fresco, con muy buena acidez y un equilibrio perfecto entre lo amargo y lo dulce que hace que no te canses de beberlo.
• Perfecto para tomar de aperitivo, en un vaso de coctel con una corteza o rodaja de naranja y una aceituna. Pero por su frescura podría incluso aguantar y defenderse frente a una comida.
• PVP: 9,00 euros.

Txurrut Vermut Vintage:

• Me resultaba extraño que con el enorme consumo existente de vermú en el País Vasco no existieran más marcas autóctonas para copar ese mercado. Aunque sí existen mucho “falsos vascos” como Yzaguirre o Bertsolari que, pese a su apellido claramente vasco, son de origen catalán. Pero veo que el sector crece y evoluciona, y es que Txurrut promete dominar pronto las barras de Bizkaia.
• Partiendo de vino blanco elaborado con la variedad vasca Hondarribi Zuri -clásica en la elaboración del Txakolí-, y tras macerar durante 60 días con las plantas y hierbas (ajenjo, hinojo, tomillo, vainilla, nuez, manzanilla, cereza, naranja, entre otras) se le añade caramelo para darle ese color característico. Tras 30 días más de asentamiento de aromas y sabores, Txurrut estará listo para beber.
• Este vermú es mucho más oscuro que el anterior, apareciendo colores cercanos al caoba o al marrón. En nariz destacan las notas golosas del caramelo junto a notas balsámicas o especiadas. En boca es largo, complejo y con cuerpo, mucho más dulce y denso que el anterior, pero de gusto muy agradable y notas ahumadas curiosas.
• Tomar en un vaso largo, con un par de hielos y una rodaja de naranja. Por su cuerpo y sabor se puede tomar también con el postre.
• PVP: 9,90 euros

Dos vermús muy diferentes para disfrutar en una terracita al sol, con amigos, risas y un buen aperitivo. Perfecto para acompañar con encurtidos, patatas fritas, jamón ibérico o queso, incluso gambas. ¿Ya os decidisteis? Yo me quedo con el Vermouth Lacuesta Reserva porque no me cansa, ni empalaga, ni satura -¡lo que también conlleva su peligro!-. Un vermú de 10.