¿Perdonarías una o varias infidelidades?

El escándalo de Mónica Lewinski que pasó factura al presidente Clinton. Las fotos de Kristen Stewart besando al director de cine Rupert Sanders mientras medio mundo empatizaba con el guapo vampiro de Crepúsculo. El hijo secreto que le costó el matrimonio a Arnold Schwarzenegger. La obscena cifra de 15 amantes que su mujer le descubrió a Tiger Woods o el escarceo de Brad Pitt con Angelina Jolie que dio lugar a una de las uniones más icónicas de Hollywood al tiempo que devastaba a la cotizadísima Jennifer Aniston. Son solo algunos ejemplos de infidelidades bien sonadas e igualmente bien documentadas.

Pero, igual que infidelidades y parejas rotas han llenado capítulos de la exitosa serie de Divinity, Infieles… ¿Todas las infidelidades acaban necesariamente en ruptura? ¿Puede la pareja sobreponerse después de una infidelidad?

Primera causa de divorcio

En España, de hecho, la infidelidad es la primera causa de divorcio y su impacto psicológico, de no ser gestionada adecuadamente, puede conducir a la depresión. Un estudio reciente realizado por la web AshletMadison.com, que nos invita a mantener una aventura bajo el eslogan ‘La vida es corta’, sitúa a España como el primer ‘país más infiel’ de Europa y el quinto del mundo por detrás de Estados Unidos, Canadá, Australia y Brasil.

La frustración de las expectativas de amor romántico depositadas en la pareja y una mayor disponibilidad de tiempo ocioso vinculada a la crisis y a la falta de empleo parecen ser las causas de esta tendencia. Si bien el hombre es más infiel (con un promedio de 2,4 aventuras por año), la mujer ha entrado también en este mercado de la infidelidad pisando fuerte (cometiendo un promedio de 1,3 infidelidades al año).

Al mismo tiempo, la pareja sigue siendo una de las mayores fuentes de estabilidad emocional y psicológica de las personas. En torno a ella construimos un proyecto de vida y no parece que esta sociedad esté dispuesta a renunciar a este concepto de pareja. ¿Cómo se conjugan infidelidades y parejas? ¿Ser infiel es sinónimo de romper la pareja?

De la ira a la culpa

Los sentimientos que se generan al descubrir una infidelidad por parte de la pareja implican tanto sufrimiento como dificultad en su manejo y expresión. La inmensa ira que en un primer momento causa la traición abre paso después a toda una serie de emociones, en muchas ocasiones encontradas o contradictorias entre sí: tristeza, vergüenza, incomprensión, desconfianza, tormento o incluso culpa. La confianza queda masacrada y la intimidad contaminada. ¿Es posible que la pareja se recupere después de una infidelidad?

Las infidelidades no necesariamente generan la ruptura, pero sí precipitan una crisis que romperá o fortalecerá a la pareja en función de cómo se gestionen. Estudios recientes sitúan alrededor del 35% el porcentaje de parejas que se reconstruyen tras una infidelidad. En muchos casos, normalmente después de un proceso terapéutico, estas parejas rehacen una vida íntima plenamente satisfactoria. Incluso gratificante y renovada con respecto a la situación anterior a la crisis.

Si antes la infidelidad resultó jugar un rol más de desencadenante, siendo sintomática de otros problemas que no se habían hecho explícitos o no habían quedado resueltos. En ningún caso la experiencia de la infidelidad puede llegar a ser positiva, por lo que la clave de la reconstrucción de la pareja se sitúa en la acertada resolución de la crisis que esta generó, siempre y cuando no se hayan vulnerado pilares fundamentales y la traición pueda ser perdonada.

Ser sincero es el primer paso

Para que todo esto ocurra no puede utilizarse nunca la “estrategia” de mirar hacia otro lado. Revelar la infidelidad es el primer paso para empezar a resolver el maremoto de conflictos que surgirán después. Son muchos los psicólogos que se han propuesto el objetivo de estudiar cuál es la clave del éxito de las parejas que superan una infidelidad. En uno de los más rigurosos de estos estudios los autores Olson, Russell, Higgins-Kessler y Miller identificaron tres etapas fundamentales en la reconciliación de parejas que han experimentado la traición:

1. La fase de montaña rusa donde son habituales tormentas emocionales y reacciones sentimentales abruptas que implican la liberación de la carga emocional acumulada.
2. La de moratoria en la que se buscan explicaciones y se repasa lo ocurrido aún con la emoción a flor de piel.
3. La fase de reconstrucción de la confianza en la que cada uno asume su parte de responsabilidad en la problemática de la pareja y se producen cambios observables en la dinámica de relación de la pareja.

En esta última fase, que suele requerir de ayuda terapéutica, se reconstruye la relación prácticamente desde cero en muchos aspectos, se mejora la comunicación, se profundiza en la construcción de la intimidad y se refuerza el compromiso entre ambos; siendo imprescindible para ello ayudar a la persona engañada a elaborar el perdón de forma psicológicamente saludable.

Infieles que no estáis dispuestos a acabar solos, pensadlo dos veces antes de dejaros llevar por el impulso. Después espera un arduo camino para la reconstrucción que solo en un tercio de los casos será plenamente exitoso.