El lujo de vivir con ellos

La tendencia creciente desde hace más de una década de adoptar o comprar una mascota no es una moda sin más, tiene mucho que ver con nuestra forma de vivir y por lo tanto, no es para nada algo pasajero. Los millones facturados por esta industria en productos y servicios de toda clase y condición a pesar de los momentos económicos pasados, lo demuestran día a día.

Que cada vez más vemos cómo las celebrities nos muestran su apoyo a los animales, la vida de sus mascotas más queridas. Cómo sufren o se alegran por lo que les pasa no es más que un reflejo de la sociedad y no al revés. No es en absoluto esnobismo, es autenticidad y sentimiento de verdad. Por ejemplo, Giorgio Armani  adora a los animales. Especialmente a los gatos y el mundo felino, pero también a los perros. En 2004 lanzó una campaña en su tienda de Milán con fotos de celebrities con sus mascotas, bajo el lema «Abandonarlos no está de moda».

Es cierto que desde que el hombre domesticó ciertos animales, ha tenido -obviemos lo terrible- una relación digamos «cordial» con ellos. La tendencia actual que está más que arraigada -no es ningún descubrimiento- es la de cuidar, querer, proteger y relacionarnos más con nuestros animales favoritos. Por mascotas, cada uno entiende lo que quiere (seamos francos), pero para centrarnos algo más hablaremos habitualmente de perros y gatos que son los más frecuentemente acogidos en casa.

Viven en casa, pero ahora comparten nuestra vida. Esto es precisamente lo que hace que les tengamos ese cariño que nos lleva a desearles lo mejor, a buscar lo mejor para ellos. De ahí que el lujo en el sector de las mascotas no es un absurdo rizar el rizo, una frivolidad sin más. El sector del lujo es algo muy serio tanto por las innumerables razones económicas que ahora no vienen al caso, como por la calidad, que significa fundamentalmente seguridad, estabilidad, eficacia del producto que compras para el animal que hace esa función tan indescriptible.

Muchas de estas mascotas cumplen una función fundamental y es ayudarnos a todos nosotros a desarrollarnos afectivamente, reconociendo y expresando sentimientos de los que seríamos incapaces o ya teníamos olvidados, y en temas muchos más duros de los que otro día hablaremos. También hay mascotas, principalmente perros, que por sus características de rápido aprendizaje y capacidad de instrucción, prestan un incalculable valor a personas con necesidades especiales.

En Japón hace años que existen centros donde los ejecutivos estresados aprovechan su tiempo de descanso para ir a acariciar, dar de comer y relacionarse con gatos. Los hoteles para perros y gatos con un cierto nivel cada vez son más frecuentes en todo el mundo. Para las nuevas parejas de treinta y tantos lo normal es dejar al perro en un hotel cuando se van de vacaciones y rechazan todo aquel que no tenga cámaras 24 horas en las que puedan ver qué hace su perro. Es famosa la imagen que nos dejó a todos el documental «El último emperador» sobre Valentino Garavani en la que sus perros están omnipresentes, sobre todo me refiero a la del avión privado en la que ocupan todo un sofá.

Hay transportes especializados en trasladar perros y gatos a cualquier lugar del planeta, con todas las comodidades. Piensa que en separaciones y divorcios se litiga por la custodia de los perros y hay casos en que ésta es compartida. Recuerdo el caso de una señora de América Latina casada con un alemán en la que compartían perro durante diferentes periodos del año y éste viajaba en avión hacia América desde Alemania cuando le tocaba y viceversa. No penséis que era un perrito pequeño, era un setter irlandés.

La preocupación de que un perro o un gato aumente de peso, coma saludablemente según su edad y necesidades, la tienen hasta en el pueblo más remoto de España. Y esto lo saben hace muchísimo tiempo marcas como Eukanuba, por ejemplo. La invasión de productos de baja calidad y precio también llegó a este sector pero no ha cuajado como se esperaba. El único efecto que tuvo fue consolidar las marcas nacionales y europeas.

Afortunadamente ya nadie dentro de la normalidad deja sufrir un animal o simplemente espera que busque remedio por sí mismo con las plantas del campo. Gracias a la legislación, las frecuentes campañas de vacunación y desparasitación, los programas especializados en TV principalmente, y muchas campañas y apariciones públicas de famosos, la sociedad está más concienciada. Pero además, deberíamos conocer muy bien la raza y el carácter del animal que tenemos, ya que algunas razas siempre necesitan ayuda pues fueron creadas como animal de compañía.