Siete tipos de relaciones amorosas… ¿Cuál es la tuya?
El amor tiene tantas definiciones como protagonistas lo experimentan. Sólo la Teoría Triangular del Amor las engloba a todas. Identifica qué tipo de relación de amor tienes con tu pareja.
El amor es el más intenso y deseable del conjunto de sentimientos humanos. Las personas somos capaces de mentir y engañar para conseguirlo, pero también de desear la muerte cuando lo perdemos. El amor puede abrumar a cualquiera, a cualquier edad. Pero, ¿qué es el amor? ¿de qué hablamos cuando hablamos de amor?
En las consultas de psicología de este país no pasa ni un solo día sin que se hable de amor y, sin embargo, desde el punto de vista científico, son pocos los autores que se han esforzado por definirlo. Entre todos ellos destaca una eminencia: Robert Sternberg.
A finales de la década de los 80’, el prestigioso psicólogo e investigador Robert Sternberg, empeñado en definir el concepto de amor con el rigor que caracteriza su disciplina, desarrolla toda una teoría alrededor del amor: la llamada Teoría Triangular del Amor. Y define con ella cualquier tipo de relación interpersonal en la que el amor esté involucrado en base a tres componentes bien concretos y bien diferenciados entre sí. Sólo tres componentes para describir, en función de las múltiples combinaciones entre ellos y las cantidades de cada uno de ellos, toda posible forma de amor. La intimidad, la pasión y el compromiso son los protagonistas de esta historia de amor en siete actos.
Examinémoslos detenidamente:
- Intimidad como un entendimiento privilegiado entre dos personas, una vinculación muy cercana al otro, una conexión emocional profunda y recíproca en la que ambos se entregan con respeto y sin temor a ser heridos.
- Pasión como entrega al otro, es decir, como expresión intensa deseos y necesidades entre las que destacan el deseo de unión con el otro, el deseo sexual y el deseo romántico. La pasión es el primer componente en entrar a escena: en los primeros encuentros, la pasión se basta y se sobra para que la relación sea satisfactoria.
- Compromiso como el resultado de una decisión personal de compartir con el otro con independencia de las circunstancias que de un momento dado.
Y gracias a estos tres componentes definimos lo aparentemente indefinible: el amor. Amor en siete formas de expresión diversas que no son más que el resultado de distintas combinaciones de intimidad, pasión y compromiso. Siete tipos de relaciones amorosas, ¿cuál es la tuya?
1. Cariño. Mucha intimidad sin niveles significativos de pasión ni compromiso. Relación de proximidad y calidez cuya pérdida echaríamos en falta pero no de manera insustituible. Es la amistad que se mantiene en el tiempo y en la que deseamos que el contacto sea cercano pero que no se rompe definitivamente ni con la distancia ni con el paso del tiempo. Lo de Julia Roberts y Dermot Mulroney en La Boda de mi mejor amigo era, aunque sólo en principio, el ejemplo perfecto de esta relación de verdadera amistad entre un hombre y una mujer.
2. Amor fatuo. Una rara forma de amor en la teoría pero no por ello irreal en la que de la pasión, mantenida en el tiempo, se pasa al compromiso sin que haya existido una profunda vinculación afectiva e íntima. La relación en la que el sexo funciona de maravilla desde el minuto uno y hace de engranaje para una relación fría a nivel emocional pero duradera a lo largo de la vida.
3. Amor vacío. Puro compromiso y nada más. Algo que en nuestra sociedad parece inestable pero que en sociedades muy tradicionales en las que se siguen dando, por ejemplo, matrimonios de conveniencia o concertados por las familias, es el comienzo de una relación para toda la vida. Lo que unió a Gérard Depardieu y Andie MacDowell en Matrimonio de Conveniencia era en su comienzo una relación de amor vacío: puro compromiso para obtener un permiso de residencia.
4. Amor romántico. El de las películas de amor con su máxima exposición en la emblemática relación entre Julia Roberts y Richard Gere en Pretty Woman. Hasta que no aparece en el descapotable blanco no se produce compromiso alguno. Mucha atracción física a la que le van siguiendo relevaciones de intimidad pero sin que ninguno inicie ningún tipo de compromiso.
5. Encaprichamiento. El amor a primera vista. Pura pasión o capricho sexualizado. Muchas mariposas en el estómago, mucho hemos revoloteando y el corazón latiendo a mil por hora al ver a la persona amada; eso sí, sin vínculos más profundos ni compromiso de ningún tipo, tan pronto como vino, se va. Aunque la aventura tórrida no tiene por qué implicar infidelidad, la controvertida Atracción Fatal con la soberbia interpretación de Glenn Close nos ilustra a la perfección este tipo de relación.
6. Compañerismo o amor sociable. Aunque nos cuesta reconocerlo ésta es la realidad de muchas parejas de largo recorrido en las que la pasión se fue marchitando pero queda una potente amistad, un inmenso cariño, una profunda intimidad y el compromiso de caminar juntos por la vida para siempre.
7. Amor consumado. El IDEAL al que todos aspiramos. La forma más completa de amor según Sternberg. Un idílico y, añado, también costosísimo, mantenimiento de todos los componentes del amor llevados a la práctica.
Y, al fin, definiendo el amor comprendemos también lo que es el no-amor: cuando ninguno de estos componentes está presente podremos hablar de otra cosa, pero nunca de amor.