La fuerza del Ródano sobre tu muñeca

El río Ródano (Le Rhône, en francés) nace en un glacial en el corazón de los Alpes suizos, en el mismo corazón de la relojería más exclusiva, se transforma en río fluvial en Ginebra para formar poco después, en Francia, del mar Mediterráneo. De esta historia de transformaciones, de convertirse en algo nuevo sin perder la esencia nace, en una terraza frente al río, Le Rhöne, una innovadora firma de relojería de lujo 100% suiza. 

Le Rhöne realiza su entrada en escena hace apenas un año, en la edición de 2014 de Baselworld, la feria de relojería más importante del mundo, sorprendiendo con su exquisita singularidad: Por su ambición en dar a conocer al mundo el talento y el savoir faire de los artesanos suizos más reputados, de los mejores ateliers independientes del sector, desarrollando piezas atemporales de gran precisión y alta calidad, y por su renovada estética de la relojería deportiva de lujo, contemporánea y a la vez, exultante de glamour vintage.

Las formas voluptuosas y redondeadas de aquellos capós, sus asientos de erótico cuero, la agresividad y pasión que transmitía su conducción… todo es esta inédita firma relojera nos traslada a una road movie americana donde aquellos exuberantes deportivos eran uno más de los protagonistas de la película.

Road Racer, el espíritu glorioso de los pony cars Road Racer es el primer diseño y carta de presentación de Le Rhöne. Inspirado en el Chevrolet Camaro SS 1969, se trata de un innovador diseño que aúna la tecnología avantgarde de los mejores talentos suizos con la estética del legendario automóvil americano y toda la agresividad de un poderoso V8. Así, entre otros, sus cronógrafos han sido diseñados inspirándose en el mítico salpicadero, las manecillas del reloj evocan los radios metálicos del volante e incluso el grabado vertical de la esfera recuerda a los faros del icónico Camaro SS 1969. Pero el detalle más preciado del Road Racer del que cada modelo se han fabricado 69 piezas numeradas, se encuentra en uno de los laterales de la caja, donde se esconde un verdadero tesoro.

Le Rhöne consiguió con uno de los escasos motores originales del Camaro SS 1969 que se conservarn por todo el mundo. La firma decidió dividirlo en pequeños lingotes que se han incrustado en la parte izquierda de la caja del Road Racer y donde se ha grabado el número de este motor original con certificado de autenticidad. Sin duda, la mejor manera de unir su destino a uno de los mejores pony cars americanos de la historia.