NY ❤️ Club de Chefs
¿Un club de chefs? La original idea de la revista Food & Wine se inaguró en Aspen y llegó a NYC hace un año con un éxito arrollador.
Chefs Club esta situado en el icónico Puck building en la calle Mulberry en pleno barrio de Nolita. Muy neoyokino, con un aspecto industrial pero refinado, ladrillos vistos, grandes ventanas, bonitas columnas de hierro oscuro, techos abovedados y una luz muy conseguida. Todo se entremezcla con una cocina vista con largas encimeras de mármol y acero donde los cocineros se dedican a sus quehaceres. Una forma de cenar o comer diferente, novedosa y donde las conversaciones alrededor de lo que se ve y se come surgen fácilmente.
Desde un prinicipio, la idea que perseguía el equipo de Food & Wine, revista fundada en 1978 y reconocida mundialmente por los expertos en gastronomía, fue crear un espacio abierto donde el chef y el equipo de cocina fueran accesibles para los comensales. ¿Qué pasa si las paredes entre chefs y comensales desaparecen? Pues que aparece el Chefs Club. Un lugar donde sorprenden sus mesas de diferentes formas, siendo la «Chef table” la más solicitada por ser una mesa ovalada mirando a la cocina donde los protagonista son los cocineros y donde la experiencia de ir a comer se convierte en algo muy especial y divertido. Encima de la deseada mesa se encuentra suspendida del techo una gigante roca de sal del Himalaya con un peso de 600 kilos, que no deja indiferente a nadie.
Pero lo original de la idea es que cada mes, diferentes chefs de todo el mundo y elegidos por Food & Wine, visitan el restaurante y cocinan algunas de sus mejores recetas y crean nuevas. Algunas de ellas quedarán en el menú del restaurante por un tiempo, haciendo que la oferta rote casi semanalmente. Los nuevos platos se van añadiendo con el nombre de su creador, haciendo que se puedan degustar en un mismo sitio platos de diferentes chefs.
La famosa editora de la revista, Dona Cowin, se encarga de seleccionar a los chef que visitarán el club. Comenzaron con los nuevos chefs revelación que la propia revista nombra cada año, muchos de ellos americanos. Ahora ya lo visitan renombrados chefs internacionales como Paolo Casagrande, reconocido chef españo con dos estrellas Michelin a sus espaldas llegado desde el restaurante Lasarte en Barcelona que ha visitado el local este mes de septiembre.
El chef elegido trabajará durante dos o tres días en el llamado Chef Studio, un espacio separado y reservado para dieciseis comensales que, previa reserva y con un menú cerrado de entre ciento veinte y doscientos dólares (al que hay que añadir el vino), tendrán la oportunidad de ver cocinar al Chef invitado, probar sus platos e incluso comentarlos con el autor. El Chef Studio tiene una importante y moderna cocina donde el cocinero traerá alguno de sus platos emblematicos y también creará alguno dejando su firma en el mismo y consiguiendo entre otras cosas, una buena publicidad.
En un solo espacio se unen el sueño de grandes cocineros de mostrar parte de su cocina y darse a conocer en una ciudad como Nueva York, donde los mejores siempre están, sin la necesidad de abrir su restaurante allí. La Gran Manzana brinda la oportunidad a estos profesionales y satisface la curiosidad de muchos neoyorkinos de probar y ver cocinar a sugerentes chefs, conocer a muchos nuevos y esperar quién será el próximo en actuar. En los próximos meses se podrán degustar menús de reconocidos chefs venidos desde Napa Valley, Puerto Rico, París o Hong Kong. Una vez más, Nueva York se convierte en un centro de tendencias y, esta vez, muy sabrosas.
Como colofón de talento, el espacio también brindó una oportunidad a uno de los muchos artistas que hacen caricaturas en Central Park. Él es el encargado de hacer las caricaturas de todos los chefs que visitan el Chefs Club y así dar forma a un curioso mural que decora el lugar. Habrá que esperar, pero ¿será que cocinar se está poniendo de moda?