«Es el alma la que necesita cirugía»
La belleza es y será lo que cada uno de nosotros y nosotras decidamos que sea.
Tiene película nueva, Secret in their eyes. Acaba de celebrar los 25 años del éxito de su consagración hollywodiense en Pretty Woman. Es portada de octubre de Allure. Sigue siendo una de las embajadoras de Lancôme, como cara de la fragancia La Vie Est Belle y del 80 cumpleaños de la eterna firma de cosmética francesa. Y aún triunfa como imagen de Calzedonia, la marca de medias, calcetines y ropa de baño italiana, que apostó para su primera gran campaña publicitaria por la auténtica sonrisa de la actriz, en un inolvidable spot que fluye por varias ciudades del mundo y en un abrir y cerrar de ojos dibuja una historia de mujeres y de viajes, «que no se miden por la distancia recorrida, sino a través de los momentos y de las experiencias vividas».
Julia Roberts está de plena actualidad. Lo cierto es que nunca se fue. Sólo apostó por la discreción personal y familiar que sólo algunas de las grandes de la industria del cine pueden y quieren permitirse. Y a sus 47 años, la actriz pone sus propias normas. Lo dejó claro en su cuenta de instagram. Allí publicó una fotografía sin maquillaje, que mucho ha dado que hablar después. Un dardo a la industria del cine, la publicidad y la moda. «La perfección es una enfermedad de la nación», escribió Roberts junto a su imagen.
«Cubrimos nuestros rostros con toneladas de maquillaje. Nos ponemos bótox e incluso nos matamos de hambre para llegar a la talla perfecta. Intentamos arreglar algo, pero no se puede arreglar lo que no se puede ver. Es el alma la que necesita cirugía. Es hora de posicionarnos. ¿Cómo puedes esperar que alguien te quiera si no te quieres a ti mismo? Tienes que ser feliz contigo mismo», continúa la actriz bajo su fotografía en su cuenta de Instagram. «No importa cómo te ves en el exterior, lo que está en el interior es lo que cuenta. Hoy quiero subir una foto sin maquillaje. Sé que tengo arrugas en la piel, pero hoy quiero que veas más allá de eso. Quiero que abraces a mi verdadero yo y quiero que abraces lo que eres realmente, cómo eres, y te quieras a ti mismo tal y como eres».
La reflexión generó una avalancha de comentarios en redes sociales, divididas en críticas y alabanzas. Lo curioso es que cuando alguna de las personalidades más conocidas decide subir fotos sin maquillaje ni retoques a Internet, las críticas arrecian. Como si tuvieran que ser sobrehumanas. De la misma manera que se juzga al milímetro la apariencia de las mujeres y su vestido, peso, cabello y rostro sobre una alfombra roja. Por eso cada vez más actrices, cantantes y otras personalidades del mundo del espectáculo apuestan por revolucionar las redes con imágenes sin retoques o sin maquillaje, como Gwyneth Paltrow o Beyoncé.
Algo que debiera ser normal, y que el resto de mortales hacemos con absoluta cotidianeidad, pero que los imposibles cánones de belleza han convertido en excepcional para las mujeres que están en el ojo público. De todas las edades. Por curiosidad, dedíquense a leer los comentarios bajo la fotografía de Julia Roberts. O la de la modelo Cindy Crawford hace unos meses. O las de la cantante Demi Lovato este mes para Vanity Fair. Su caso es mucho más serio, porque la joven sufrió hace años trastornos alimenticios por la presión a la que se somete a las estrellas adolescentes.
Ahora, recuperada, ha apostado por posar sin ropa, ni retoques, ni maquillaje. Y ha tenido que explicar por qué ha querido hacerlo, ante las críticas que despertó su decisión. También hay aplausos, eso sí. Y cobran cada vez más relevancia en número y significado. Porque la decisión está en nuestras manos. En las de todos. La belleza es y será lo que cada uno de nosotros y nosotras decidamos que sea. Con o sin maquillaje.