Los bolsos ‘Pop’ más originales del momento

Se hizo conocida en todo el mundo porque sus primeros bolsos de seda se podían personalizar como ninguno. Y es que se podía elegir cualquier foto de nuestro álbum familiar para estamparla cual serigrafía en una de sus caras. Incluso ambos lados exteriores del bolso podían ser decorados con dos fotos distintas. Esto rompió moldes, sin duda, así que medio Hollywood y gran parte de la realeza europea (en numerosas ocasiones la reina doña Sofía utilizaba este bolso en el que lucía orgullosa las fotos de sus nietos) introdujeron en sus vestidores esta innovadora marca.

Desde entonces, Anya Hindmarch no ha hecho más que crecer aunque la marca sigue considerándose nicho. Comenzó su andadura en 1987 y en la actualidad cuenta con más de medio centenar de puntos de venta en todo el mundo. Algunas de sus colecciones parecen consensuadas con el diseñador creativo de Moschino, porque ambos utilizan personajes que nada tienen que ver con la moda para plasmarlos en ropa, complementos y accesorios.

En el caso de Jeremy Scott, logró subir a la pasarela a Bob Esponja o Bugs Bunny mientras que Anya hizo lo propio con el tigre de Kellogg´s (diseñó bolsos con la forma y aspecto de cajas de cereales) o incluso se atreve a utilizar logos de otras marcas como Boots (famosa cadena de parafarmacias británica) o Carrefour para diseñar una colección de moda. Sus modelos eran auténticas mujeres anuncio en la última pasarela.

Esta temporada sus bolsos inspirados en el pop art con coloridos logos causan furor. Además ha lanzado una colección de parches realizados en la mejor piel y adhesivos para personalizar bolsos e incluso la carcasa de los teléfonos móviles. Emoticonos, manos de Mickey Mouse con distintos gestos, caras sonrientes que evocan a la época del acid house… Algunos modelos de estas pegatinas premium están agotados.

Recientemente, en una visita que realicé a Londres, el dependiente del corner de Selfridges me reconocía que los vendían como churros. Eso sí, hay que tener claro dónde colocar el sticker porque una vez que se pega es imposible despegarlo (quizá por ello la diseñadora en su web ha creado una aplicación para ver cómo quedarían tus complementos con estas herramientas de personalización).

Otras temporadas logró que sus bolsos fuesen deseados por muchas mujeres de distintos ámbitos. En 2007 logró que su bolsa con la frase ‘I´m NOT A plastic bag’ a un precio de 5 libras se agotase en horas en algunos puntos de venta. La filosofía de Anya es realizar accesorios de manera artesanal utilizando las mejores pieles y que sean especiales para sus dueñas. Quizá por ello sus bolsos los lucen habitualmente Angelina Jolie, Olivia Palermo o la Duquesa de Cambridge.

Las señales de tráfico (las que advierten, por ejemplo, de que tengamos precaución porque se están realizando obras) también son protagonistas de la colección de esta creativa mujer que a mí me recuerda a Vivienne Westwood (sin parecerse en nada salvo en su nacionalidad inglesa) ya que ambas han roto moldes. Su antecesora, todo un icono del diseño británico, propuso otro tipo de creaciones porque las generaciones que le tocó vestir tenían otras influencias como la cultura punk.

Hoy, la conectividad de los dispositivos móviles, los socorridos emojis, los iconos happy… inspiran otro tipo de moda. Y aquí, Anya ha demostrado moverse como pez en el agua. En 2010 el primer ministro David Cameron la nombró embajadora para impulsar a ambos lados del Atlántico el comercio británico. Ha diseñado una colección de ropa para el aire libre para Barbour y desde el año 2000 es asesora de British Airways. Además, para la aerolínea ha creado distintos kits de bienvenida para el pasaje de la primera clase. Algunos de estos productos, por cierto, se venden en Ebay como piezas de coleccionista.