Lo que tu bolso dice de ti (en el bar)
Nos hemos estudiado los bolsos de marcha y gracias a ellos podemos definir cuál es tu personalidad y hasta a lo que te dedicas. ¿Cuál es el tuyo?
Podemos definir el estilo como una forma de decir quién eres, sin necesidad de hablar. Lo que eliges para vestir habla de ti, tanto como tus complementos, llevar el pelo limpio y las uñas cuidadas. Los bolsos son el complemento rey.
Elegir un bolso no es fácil y saber qué bolso llevar en cada ocasión tampoco. La moda de la no-moda al final se filtra a lo largo del día, al tiempo que los días se acortan y desde la mañana a la noche, muchas veces el look es el mismo.
Salir de copas. Bar o discoteca. O restaurante bar. Poca luz… El bolso habla de ti y por ti: de dónde vienes, qué quieres, adónde vas…. Si llevas un clutch claramente has venido (preparada) a la fiesta. Si tu bolso es una shopping bag llena de papeles y por la que aparece el iPad te han arrastrado al plan y lo más seguro es que te vayas la primera… aunque después de unas copas nunca se sabe.
EL CLUTCH. VIENES A PASARLO BIEN
Claramente te ha dado tiempo a pasar por casa a cambiarte… o llevas todo el día pensando en qué te ponías para salir a tomar unas copas. El clutch implica que te has pasado meses viendo el escaparate de The Luxonomist y finalmente te has decidido por ese modelo que te volvía loca desde enero. El clutch implica que llevas tacones de aguja con cordones, vestido ceñido al cuerpo y que te gusta la moda. Sí, la moda y disfrutar como una loca del Moët porque tú lo que quieres ser de mayor es una ‘it’ que siempre lleva lo que se tiene que llevar.
EL ENORME SHOPPING BAG. VIENES DEL TRABAJO
En realidad la moda de llevar dos bolsos no es nueva. Las mujeres trabajadoras lo llevan haciendo décadas. El LV para los papeles de oficina, carpetas, los zapatos de la oficina… y el bolso de día para la cartera, el maquillaje, las llaves y el teléfono. Claramente, llevar una shopping bag al bar implica que llegas directamente del trabajo y que -posiblemente- te han arrastrado a tomar unas copas para que te airees. La de moda en Nueva York es la básica de Goyard, porque los papeles de la oficina también demandan cierto glamour. En el bolso llevarás de todo, desde el ordenador personal, lapiceros y kleenex, hasta toallitas para el sudor y desinfectante de manos. Es el bolso de la mujer todoterreno. Llega al bar destrozada, con cara de «Gin-Tonic por favor, y se lo bebe de un trago.
LA MOCHILA. SIEMPRE JOVEN
La mochila es la declaración por antonomasia de las inconformistas. Siempre jóvenes, for-ever-teen, siempre deseando cambiar de lugar, siempre desando descubrir lugares y personas nuevas. Normalmente la que lleva mochila bebe whisky y le explica a todo el mundo que está allí para pasar un buen rato, y poco más.
También está la vertiente mochila-mamá, esa mujer que llega cargada con el biberón los chupetes y los pañales. A la que aún no le ha dado tiempo a cambiar de bolso de todo el día en el parque con los pequeños y que necesitaba la copa de su vida. Las hay ideales, nuestra favorita es la de LV.
EL CLÁSICO BOLSO CRUZADO. LO QUE SURJA
El bolso es tu mejor amigo. Sofisticado, cómodo, siempre pegado a ti… No es que tengas mucho dinero… pero puedes tener miedo a perderlo. Demasiadas noches de marcha han terminado con el bolso donde no querías, y claro, una vez que está pegado al cuerpo de ahí no se mueve. Esperas lo que llegue, sin planes, sin prejuzgar, la noche es larga ¡y tú estás preparada!