Una campaña de lencería diferente
Modelos con marcas de nacimiento, tatuajes y axilas sin depilar. La marca & Other Stories apuesta por tres mujeres reales y vuelve a sorprender.
& Other Stories suele buscar la innovación a la hora de lanzar sus campañas publicitarias. Esta vez han conseguido que no se hable de otra cosa. «El cuerpo de la mujer ideal es único y abrazamos la belleza de cicatrices, tatuajes y marcas de nacimiento en lugar de ocultarlos», advertía la firma sueca al presentar las imágenes que han dado la vuelta al mundo. Cuerpos naturales y diferentes de tres modelos, «tres mujeres reales, seguras y relajadas, evitando posturas muy pensadas». Ellas son la blogger Helin Honung, la violonchelista Kelsey Lu McJunkis y la escritora Ida Jagerfelt. Y se muestran en el lookbook de la forma más natural, porque dicen abrazar sus defectos y sus costumbres.
La premisa de esta campaña es que la lencería representa la comodidad hogareña, más que la perfección imposible. La colección delicada, de tejidos simples y favorecedores, se puede adquirir en www.Stories.com y los precios van de los 39$ y a los 80$. Pero lo cierto es que más que las prendas, lo que ha acaparado la atención son las formas: cicatrices, tatuajes y axilas sin depilar, que saltan al primer plano visual mucho antes que la misma colección.
No es una moda nueva. Ya Madonna incendiaba las redes sociales con una fotografía que insinuaba las cuestionadas bondades de la falta de depilación. Una reivindicación personal que encaja en la esfera de provocación artística. Pero otra cuestión es si estas imágenes son rentables a la hora de vender un producto, como esta colección de lencería de & Other Stories.
Sea como sea, este 2015 parece que ha sido el año de la revolución corporal en la industria de la moda y los medios. Campañas que apuestan por mujeres naturales y protestas por el excesivo uso del Photoshop. Fotografías valientes sin retoques, denuncias de la hipocresía comercial que se oculta tras las redes sociales y personalidades que muestran sin complejos su verdadero yo en un mundo acostumbrado a la perfección de los cánones de belleza imposibles. 2015 ha sido un año intrépido en la apuesta por la naturalidad en lo cultural y social. Y el año acaba con la misma tendencia para 2016.