Quintarelli, la gran tradición del Amarone
Probamos el Amarone della Valpolicella DOC Classico 2000, de la Azienda Giuseppe Quintarelli, ubicada en Ceri di Negrar, Verona (Italia).
Giuseppe (19 de marzo de 1927 -15 de enero de 2012), conocido como Beppi, es un mito en Italia. Era meticuloso, paciente, cuidadoso, reticente a la exhibición pública y emblema de la vinificación tradicional en su zona. En la Azienda -no tienen web- vinifican sólo con uvas propias. De sus 12 hectáreas de viñedo salen unas 65.000 botellas al año, cada vez más buscadas. El Amarone della Valpolicella Classico sólo lo elaboran en añadas excepcionales: hay unas 14.000 botellas por cosecha.
Es importante recalcar que, en la Valpolicella, ‘amaro’ no significa amargo, aunque el vino tenga algunas notas de ese tipo. Significa ‘seco’. Y con ‘Classico’ debe entenderse que, especialmente cuidado, está por encima de los requisitos de la DOC (actualmente DOCG). (Nota de cata de J. Rocamora e I. Peyró).
Elaboración: Se obtiene de uvas tintas maduras, sin botritizar, que se dejan pasificar cinco meses en bodega. En ese proceso, las uvas pierden la mitad de su peso. La vinificación dura dos meses y la crianza es de nada menos que diez años en grandes ‘botti’ de roble de la vecina Eslovenia.
1. Precata.
- Uvas: Muy seleccionadas. Aproximadamente 55% Corvina Veronese y Corvinone, 25% Rondinella. Todas ellas son autóctonas. El restante 20% se reparte entre Cabernet Franc, Nebbiolo, Croatina y Sangiovese.
- Alcohol. 16,5º (sin encabezar).
- Corcho. Excepcional, de 55 mm.
- Las mejores añadas recientes: 1985, 1988, 1990, 1991,1993, 1995, 1997, 1998, 2000,2001, 2003, 2004, 2005, 2006.
2. Cata (enero 2016). El vino está bien ya para beber, pero es un vino de gran longevidad, que puede seguir mejorando y ganando en complejidad durante 30 años y más.
- COLOR. De capa alta. Lágrima muy abundante, lenta y tintada. La copa parece una reja.
- NARIZ. Intensa, pero no agresiva. Compleja y poderosa, típica del amarone: bombón de guinda en licor, compota de fruta roja, licor de cerezas Morello, higo seco, algarroba, notas herbáceas y terrosas, algún verde (como de raspón), tabaco, especias… Curioso amargor, que luego aparecerá con más claridad en boca. Cálido, pero no alcohólico.
- BOCA. Uno se pregunta cómo es posible que pueda existir un vino así. ¿Cómo pueden conjugarse potencia, vivacidaz y finura de una forma tan sutil y salvaje a la vez?
- Denso y concentrado, pero no resulta nada pesado. Poderoso como pocos. Algo goloso, pero claramente seco. Acidez de impresión. Con mucha estructura. En trago corto es elegantísimo, no da la impresión de estar excesivamente concentrado o tener demasiado cuerpo. Su paso por boca es arrasador, potente, estructurado; y a la vez, ¡oh, misterio!, es sedoso y muy glicérico. Muy persistente.
En conjunto, un vino enorme, con encanto y misterio; una bomba, uno de los mejores tintos secos del mundo. Evoca, lejanamente, a un Oporto, y a un buen Monastrell mediterráneo. Un consejo, no tomar ningún otro vino después de él, lo arrasaría.
3. Precio: 234,46 euros, en Barolo, en abril de 2013. Actualmente se está pagando en Italia a más de 700 euros.
4. Calificación: Por encima del 10/10. Un grandísimo vino, por encima de cualquier calificación. Tanzer le dió un 95; Parker, un 96.