India, el gran superviviente, también en lujo

El declive de los países emergentes se acelera conforme los precios de las principales materias primas siguen en caída libre, especialmente el petróleo, al borde de romper el soporte de los 30 dólares por barril. La situación es particularmente complicada en países como Brasil o Sudáfrica, donde sus divisas han cerrado el año 2015 con un desplome en el entorno del 50% contra el dólar americano. De toda esta ‘quema’, el único país que, no sólo sobrevive, sino que se fortalece es India.

Según muestra el Fondo Monetario Internacional (FMI), el crecimiento económico de India será aún mayor hasta alcanzar una tasa del 7,5% frente al 7,25% de cierre de 2015. Frente a eso, se sitúan el resto de los BRICS, los cuales reducen su crecimiento e incluso con una profunda recesión como Rusia o Brasil.

En la misma línea que lo hace el crecimiento económico, el mercado de bienes y servicios de lujo se espera que lo haga a tasas históricas del 25%, hasta los 18.300 millones de dólares en 2016, según la firma Assocham. El crecimiento de la renta disponible y la conservación del poder de compra en aquellas ciudades de segunda y tercera categoría (fuera de las clásicas como la capital Delhi o Bombay), son clave para un incremento sostenido de la demanda de bienes de lujo.

La consolidación de un mercado organizado de lujo no se ha hecho de la noche a la mañana. Cuenta con un sustrato milenario en una cultura que utiliza el oro y la plata como elementos clave en sus celebraciones más destacadas, como los matrimonios o los enterramientos. Esta razón lleva a que la demanda de oro tenga un fuerte componente estacional entre los meses de septiembre y noviembre, justo la época en la que se realizan estas celebraciones.

Además de los metales preciosos, los bienes y servicios de lujo más comerciados son hoteles de cinco estrellas, lugares de recreo vacacional, dispositivos electrónicos (teléfonos móviles de alta gama), productos cosméticos y joyería-orfebrería. Concretamente, las ventas en este segmento de bienes podrían crecer entre un 30 y un 35% en los próximos tres años, de acuerdo a los cálculos publicados por Assocham.

En paralelo a esta primera clasificación, se encuentran otros importantes mercados como el de automóviles de lujo, especialmente los denominados SUVs o todoterrenos, cuya cuota de mercado se está incrementando de una forma importante desde hace dos años. Incluso crisis de confianza como la vivida con Volkswagen, no han mermado las ventas de este tipo de coches, que han crecido un 18% interanual en 2015.

Al igual que las preferencias de los consumidores van cambiando, los canales de comercialización y distribución también evolucionan para proporcionar un servicio de más calidad y adecuado a las necesidades del cliente. Por ello, en un país en el que poco a poco se extiende el uso de internet y la eficiencia de las comunicaciones, el comercio electrónico tendría que tener un papel fundamental, como así está ocurriendo. En este sentido, se espera alcanzar los 100 millones de transacciones a través de comercio electrónico en India para 2020, sobrepasando casi en 30 millones las esperadas en el conjunto de la Unión Europea.

El crecimiento del consumo de bienes de lujo, en términos económicos, cabe evaluarse a través de dos cuestiones clave: el crecimiento de la renta disponible per cápita y la evolución del ahorro. En primer lugar, el segmento de población que se sitúa en los más altos niveles de renta se va haciendo cada vez más numeroso, mientras muestra una mayor propensión marginal a consumir (cuánto crece el consumo, cuando la renta disponible se eleva un 1%). Concretamente, destina el 40% de su renta disponible al gasto en bienes de lujo.

En segundo lugar, los deciles de renta media también experimentan un crecimiento importante tanto en número como en extensión. En este caso, la propensión marginal a consumir es menor, pero también creciente. Entre el 8% y el 10% de su renta disponible se destina al consumo de bienes de lujo.

Por último, el ahorro juega también un factor importante tanto en el conjunto de la economía de India como, en particular, en su mercado de bienes de lujo. Uno de los últimos papers realizados por Curtis, Lugauer y Mark (2015), subraya el incremento de las tasas de ahorro familiar (ahorro familiar frente a renta bruta disponible) tanto en China como en India, con una trayectoria alcista consolidada desde los años sesenta. India ha cerrado 2015, previsiblemente, con una tasa de ahorro familiar del 25%.

En concreto, para los próximos años, este estudio prevé que el ahorro familiar siga creciendo hasta 2025, para después reducirse ligeramente. En esta previsión, los profesores Curtis (Universidad de Richtmond), Lugauer (Notre Dame) y Mark (Notre Dame) suponen que la dinámica demográfica (envejecimiento con menores tasas de fertilidad), unido al establecimiento de sistemas de pensiones del tipo PAYG (reparto), harán que la renta disponible bruta (el denominador) crezca a una tasa menor que el ahorro (numerador).

Tanto la evolución de la renta disponible como del ahorro permiten que el mercado de bienes de lujo pueda seguir expandiéndose en los próximos años. A ello contribuirá, sin duda, la extensión de hábitos de consumo de este tipo de bienes y, obviamente, la conservación de las tradiciones en torno a los metales preciosos. A pesar de las dudas que suscita el mercado del oro (exceso de oro papel que apenas se corrige), las importaciones siguen en aumento, concretamente un 26% en 2015 hasta las 980 toneladas en línea con las estimaciones del Consejo Mundial del Oro (WGC, por sus siglas en inglés).

Mientras tanto, los precios del oro físico en India también se sitúan en línea con los precios internacionales. Conforme el Gobierno del primer ministro Narendra Modi va levantando parcialmente las sanciones a la importación de oro (un impuesto del 10% más la obligación de reexportar el 20% del oro importado), las primas por compra de oro físico dentro de India se reducen de forma considerable hasta alcanzar descuentos del 3% la semana pasada.

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