No te preocupes, ocúpate
Salir adelante después de un problema serio no es fácil pero hay ciertas claves que nos pueden hacer superar el bache con éxito.
Ante cada nueva situación, ante cada nuevo cambio en nuestras vidas, los seres humanos tendemos a pre-ocuparnos y el que diga lo contrario… Esta pre-ocupación dirige todas nuestras energías al ‘Problema’ en sí, lo que nos lleva a malgastar un montón de tiempo en estar ‘desenfocados’:
En un primer lugar, cuando nos focalizamos en el problema, tendemos a justificar el hecho y a entrar en el círculo vicioso de la queja y el victimismo. Permíteme que te recomiende que una de las primeras cosas que tienes que hacer es hacerte cargo de la situación y ‘Coger el toro por los cuernos’. Es inevitable tener pensamientos del tipo ¿por qué yo? ¿por qué me ha pasado a mí? Pero en esos instantes de incertidumbre con mayúsculas, el problema se convierte en un punto de inflexión en la vida de cualquier persona.
Cuando la vida te pone grandes pruebas, se aprende muy, muy rápido a priorizar y en esos momentos inciertos y de miedo extremo, surge en todos nosotros el instinto de supervivencia. No lo dudéis, todos reculamos ante el miedo a caer por un precipicio.
A mí me surgió tras un grave accidente de tráfico en los cinco primeros minutos de autocompasión, justificación y victimismo. Me dije: “Noe, ¡te ha tocado y punto! como te pares a pensar los ‘por qués’ no vas a tener suficiente fuerza para luchar, y ahora no puedes desperdiciar ni un segundo de energía en analizar lo que ya ha pasado. Así que enfoca toda tu energía en saber cómo salir de ésta».
En segundo lugar, cuando intentamos vaticinar nuestras reacciones futuras o pasadas con los ‘¿y si…?’ (¿Y si le digo esto? ¿Y si le hago esto otro? ¿Y si él/ella me dice o hace? ¿Y si hubiera hecho? ¿Y si hubiera dicho?). Son un montón de preguntas que no llevan a ninguna parte. Lo que realmente necesitas es hacerte cargo del problema, informarte sobre sus consecuencias y ponerte en marcha para buscar soluciones.
- Por experiencia puedo decir que cuando llega a nuestra vida un nuevo cambio, un nuevo problema, lo que nos define a nosotros mismos y a nuestro carácter es la actitud con la que lo afrontamos.
- ¡Los problemas nunca cesan, pero las soluciones… tampoco! Y esta vida es una Master Class de aprendizaje continuo, sólo hay que buscar soluciones.
- Debemos usar nuestro conocimiento anterior, las herramientas y talentos a nuestro alcance en ese momento para afrontar cada problema desde el punto de vista positivo. Debemos pensar: «Esto es un aprendizaje más, ¿a ver qué saco de ello?» unido siempre a nuestro bagaje personal y recurriendo siempre al buen humor.
- En definitiva, ocupándonos de resolverlo de la mejor manera posible, no amargándonos y tirándonos piedras sobre nuestro propio tejado que no nos dejan avanzar.