La leyenda del Priorat

“… y entonces el pastor le dijo a los monjes que donde pastaba su rebaño, una escalera estaba apoyada en un árbol y por ella subían ángeles hasta el cielo…".

Y así, enviados por Alfonso II El Casto, allá por el siglo XII, los monjes Cartujanos se instalaron en tierras tarraconenses y nació lo que hoy conocemos como Priorat. Hablar de Priorat es, sin duda, hablar de vinos únicos, con identidad propia y reconocidos internacionalmente. Pero también es hablar de esfuerzo, tradición y quizás también de tres etapas claramente diferenciadas.

La pizarra o licorella, identidad de los vinos de Priorat
La pizarra o licorella, identidad de los vinos de Priorat

PRIMERA ETAPA
Sería injusto no hacer un resumen histórico para explicar la primera etapa de los vinos en Priorat. Como hemos citado, una congregación de monjes cartujanos inaugura en 1215 la Cartoixa de Scala Dei (la Cartuja de la Escalera hacia Dios) y son ellos los que empiezan a comerciar con vino al recibir de las gentes de los pueblos circundantes el diezmo en vino: El vino de Dios.

La Cartuja de Scala Dei que da nombre a la bodega
La Cartuja de Scala Dei que da nombre a la bodega

Siglos después y con la Desamortización de Mendizábal en 1835, los monjes desaparecen y cinco familias compran en subasta las tierras y forman la Sociedad Agrícola la Unión en 1844. En 1878 embotellan por primera vez con la marca Priorat y en la Expo de París de ese mismo año, reciben el primer reconocimiento en el pabellón de agricultura obteniendo una medalla de oro, lo cual repiten en la Expo de Barcelona en 1888. La filoxera y la Guerra Civil truncan el avance y es en 1954 cuando se crea la DO Priorat.

El primer embotellado de Priorat en 1974
El primer embotellado de Priorat en 1974

En 1974, se refunda recuperando el nombre de Scala Dei, y junto con otras bodegas inician la primera etapa de vinos embotellados, pues al igual que en otras regiones, sólo se vendía vino a granel. Fruto del trabajo, el tesón y casi la obstinación hoy en día podemos disfrutar de vinos tan vivos como el Scala Dei 1974 y que unos pocos tienen el privilegio de poder tomar aun. Después de 40 años el vino se presenta fresco y elegante. Emociona poder probar ‘un primer’ vino.

Massipa y Pla dels Angels. Nuevas propuestas, viejas viñas
Massipa y Pla dels Angels. Nuevas propuestas, viejas viñas

SEGUNDA ETAPA
Esta primera etapa despierta la inquietud y da a conocer el potencial de los vinos de Priorat y alguien no tarda en darse cuenta de ello. Es la segunda etapa y para mí la más importante y esplendorosa. Para ello debemos nombrar inequívocamente a esos ‘locos’ del terroir que fueron los que introdujeron conceptos bordeleses  y variedades de viñedos foráneos adaptados al paisaje y no el paisaje adaptado a los viñedos. Fue la expansión de los llamados ‘closes’.

René Barbier de Clos Mogador, Josep Lluis Pérez de Clos Martinet, Álvaro Palacios de Clos Dofí, Daphne Glorian de Clos Erasmus y Carles Pastrana de Clos de l’Obac. Es imposible resumir el trabajo de todos ellos (y otros no nombrados) en un solo artículo pues da para varios libros, pero si tuviese que hacerlo diría que son los artífices de colocar a Priorat en el mapa internacional del mundo del vino. Ciertos aspectos diferenciadores hacen que elija hablaros de la familia Pastrana Jarque.

Clos de l’Obac es reconocido mundialmente por sus vinos
Clos de l’Obac es reconocido mundialmente por sus vinos

En 1979 fundan la bodega, pero no es hasta 1989 cuando sacan su primer vino al mercado, el cual se posiciona entre los mejores 150 del mundo, según la Guía Mundial de Vinos. La pequeña bodega emana la magia que convierte el trabajo, tan estricto como delicado, en sus multi premiados vinos.

Sala de cata reservada en Clos de l’Obac. Javier Campo, el sumiller de The Luxonomist estuvo allí
Sala de cata reservada en Clos de l’Obac. Javier Campo, el sumiller de The Luxonomist estuvo allí

Una puerta secreta se abre ante mí y entro en un lugar tan sólo reservado para fundacionistas y grandes del mundo del vino de todo el planeta. Me conceden el privilegio de fotografiar en exclusiva para The Luxonomist dicha sala de cata donde se guardan solemnes todas las añadas y vinos de la bodega. Más allá de las sensaciones visuales, olfativas y gustativas, experimento el placer de probar varias añadas de sus creaciones. Allí, en ese templo de adoración a Baco, Guillem, mi amigo, el hijo de Carles Pastrana, me explica con entusiasmo y emoción que, a diferencia de otros prioratinos, no buscan hacer el mejor vino, sino la mejor añada. Desde su nacimiento, cada uno sus vinos guarda el mismo patrón de coupage para expresar las características de la climatología continental y mediterránea, las cuales definen por contraste la personalidad y el carácter de cada vino y añada, reflejando en conjunto las cuatro estaciones de ese año.

Clos de l’Obac en edición especial para Porsche, el lujo sobre ruedas
Clos de l’Obac en edición especial para Porsche, el lujo sobre ruedas

TERCERA ETAPA
Cronológicamente hablando, existe una tercera etapa al hacer vinos en Priorat. Con la licorellla o pizarra como personaje principal, y la garnacha y la cariñena como parteners, otras actrices están instauradas en la elaboración del vino, como la syrah, la cabernet, la pedro ximenez o la merlot. Así, varias bodegas, que aún teniendo raíces familiares, las cuales, han trabajado solo con las viñas autóctonas, empiezan a vinificar también con variedades foráneas y diversas técnicas. En 2001, la pareja formada por David y Olivia vuelven a sus orígenes vitivinícolas y nace el proyecto Marco Abella.

Barricas de Marco Abella
Barricas de Marco Abella

Repartidas en 23 hectáreas, las cuatro parcelas que conforman el terruño de la bodega, están situadas entre 450 y 700 metros de altura lo que confiere frescura a sus vinos. La calidad de los vinos de Marco Abella se vio recompensada por el criterio de 14 Master of Wine en la Wine  in China Magazine colocándolo al frente del mundo en 2014 con su vino top, el Clos Abella.

Vinos voluptuosos pero elegantes elaborados con levaduras autóctonas que son seleccionados y vinificados por separado para cada variedad y terruño, consiguiendo así dar un carácter propio a cada uno. Las técnicas de criomaceración y la utilización de cubas de hormigón para el envejecido son elementos diferenciadores entre otras bodegas.

David Marco y José Luis Ruíz, el enólogo de la bodega
David Marco y José Luis Ruíz, el enólogo de la bodega

Para David y Olivia, Ingeniero en telecomunicaciones y abogada, éste proyecto implica una manera de vida por la que han apostado dejando atrás la cosmopolita urbe e implicándose en éste emprendedor proyecto.

El pintor Josep Guinovart, dio vida a las etiquetas de los vinos de Marco Abella
El pintor Josep Guinovart, dio vida a las etiquetas de los vinos de Marco Abella

Tres etapas claramente diferenciadas en el tiempo y en la ejecución. En los conceptos y en los resultados. Pero con un denominador común: los vinos del Priorat, que con ayuda celestial o no se han convertido en vinos di-vinos.

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