General Motors apuesta por China

China sigue siendo la gran incógnita económica, financiera y de consumo para 2016. El pasado ejercicio, la caída brutal del consumo -debido en gran parte al cambio de modelo de crecimiento, la subida de impuestos a los productos de lujo y la persecución contra el fraude-, supuso para muchas compañías de todos los sectores un replanteamiento de sus inversiones y estructuras en el país asiático.

Sin embargo, General Motors, el gigante automovilístico de Detroit, ha asegurado esta semana que su apuesta por China es estratégica y no tienen pensado reducir su producción en el país, independientemente de que las ventas se hayan reducido en los últimos trimestres. Para ello, la compañía espera sacar durante los próximos cinco años hasta 60 nuevos modelos o modelos redefinidos en China, incluyendo el lanzamiento de 10 nuevos modelos Eco-Friendly y eléctricos de todas sus marcas (Chevrolet, Buick, Cadillac y Baojun).

General Motors cree que el mercado chino del automóvil crecerá a un ritmo de entre el 3 y el 5% hasta 2020 y, por lo tanto, quiere seguir manteniendo su apuesta por las ventas en el país, pese a los vaivenes monetarios y la política impositiva y fiscal. Según un informe del WSJ, la industria automovilística creció el año pasado en China a un ritmo del 4,7%, lo que supuso la venta de unos 25 millones de coches nuevos, un 14% mas que en 2014.

Pese a la desaceleración económica vista durante el primer trimestre de este año, las estimaciones son de un crecimiento del 52% en las ventas de los vehículos en general, y un explosivo 10% de incremento en las de deportivos de lujo, según un informe de PwC.

Ford anunciaba recientemente que invertirá unos 1.800 millones de dólares en China hasta 2020, sólo en conectividad y en tecnología para los automóviles de lujo. La entrada en competencia de UBER y Didi Kuaidi Joint Co está provocando no sólo las ventas de más coches, sino la necesidad de desarrollar soluciones informáticas para tenerlos conectados.

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