Selva y magia Tai
Nos alejamos del barullo de Bangkok y las concurridas playas de Tailandia para descubrir otra de sus maravillas: la selva.
Hablar de Tailandia cuando la has visitado en varias ocasiones es fácil y siempre apetecible. Un país versátil, con multitud de posibilidades y opciones bien diferentes. Un país que se adapta a todos los bolsillos pero también a todos los gustos turísticos y a todas las edades. Hoy El Rincón de Carla se traslada a la selva. Porque Tailandia no es sólo el barullo de Bakgkok ni las aglomeraciones turísticas de las playas de Patong.
Ponemos rumbo a los 740 km2 de selva protegida por el llamado Parque Natural de Khao Sok. Su húmeda jungla es una joyita para los amantes de la naturaleza y la biodiversidad, ya que junto con el Amazonas, sus árboles son los más antiguos de nuestro planeta y hablamos de 400 millones de años.
Aquí encontraremos la raffesia, la flor más grande y prehistórica del mundo, que podréis ver ahora en abril. También la fauna es fascinante: desde insectos, arácnidos, reptiles, aves… hasta 48 especies de mamíferos como leopardos, osos malayos, la rata del bambú, monos gibbori… y por supuesto, elefantes.
El parque ofrece y organiza actividades y cuenta con varios lugares para el alojamiento. Pero en El Rincón de Carla siempre buscamos los más singulares y atractivos parajes, lugares con un encanto especial, ya sea como en este caso, su singular ubicación y exclusiva privacidad.
Hablo de Elephant Hills. Un resort único en el mundo que en el año 2010 apostó por albergar y cuidar elefantes de forma sostenible y respetuosa con el medio ambiente. Rodeados por los bosques tropicales de Khao Sok y sus impresionantes cumbres rocosas, en Elephant Hills sólo encontraremos paz, tranquilidad, sosiego y naturaleza.
Es uno de los lugares más escondidos y secretos de Tailandia. El atractivo añadido al lugar es la gran opción de conocer, tratar y cuidar a los elefantes. Lejos de montar en ellos, participaremos en una divertida escuela de alimentación. Primero nos enseñan a partir los alimentos favoritos del animal y luego somos nosotros mismos quienes les damos de comer. Sin duda, una actividad muy entretenida y fascinante si viajamos con niños.
Podremos después jugar con ellos en su momento favorito del día, el baño. Se dejan con gran placer lanzar cubos de agua, rascar la piel con cepillos especiales de fibra de coco o pasear por la selva junto a ellos y siempre acompañados por sus rigurosos cuidadores, los ‘mahout’.
El elefante es de gran importancia para Tailandia. Son su símbolo nacional y profundamente respetados por el tai. Sin embargo, de los más de 100.000 elefantes asiáticos que había en Tailandia en el siglo XIX, hemos pasado a una población de 3.000 elefantes. Hasta su protección sufrieron el acoso y derribo de furtivos y cazadores blancos así como la terrible desertización de su medio ambiente, la selva tropical. Durante los años 90 se prohibió su utilidad agrícola y comenzó su protección oficial.
Elephant Hills cuenta con dos campamentos diferenciados. En tierra, el Elephant Hills propiamente dicho con tiendas de campaña independientes en plena selva y un lobby común donde se encuentra el restaurante. Magníficas vistas a las montañas y en pleno corazón de una de las selvas más antiguas del mundo.
El otro campamento es el llamado Rainforest Campamento Flotante de la jungla a dos horas en barco de Elephant Hills. En el pantano de Cheow Larn se encuentran las tiendas flotantes. Único en el mundo, este campamento de 35 tiendas de lujo, flota en las aguas del lago. Anclado en la puerta de cada tienda, un kayak para pasear entre los miles de pequeños islotes que decoran el pantano. Fue sin duda este paseo uno de los más increíbles y especiales de mis rutas por Tailandia.
La primera tarde lo hice al anochecer y la lluvia empapó mi cuerpo pero secó mi ansiedad. Reía bajo el agua y disfruté del momento sin poder hacer una sola fotografía. Remaba y miraba. Encogió hasta mi chubasquero pero fui un espíritu libre flotando bajo la lluvia. Al amanecer repetí la experiencia. Esta vez el anaranjado y brillante sol de la primera hora de la mañana iluminaba el agua convirtiendo el momento en mágico escenario. El pantano se había convertido en un gigantesco espejo dispuesto a reflejar la belleza de lo esencial.
Alejado del ruido y de la multitud, también podremos hacer trekking por la selva, siempre acompañados de un experto. En nuestro caso, la dulce y a la vez apasionada Bua fue la maestra en tarántulas, escorpiones, serpientes y todo tipo de ‘amiguitos’ hasta llegar a la cueva de Pondphet. La magia existe, puedes encontrarla en los bosques tropicales de Khao Sok. *Haz tu reserva en Elephant Hills u obtén más información en www.turismotailandés.com