Ferrari gana la carrera
Los resultados de la compañía italiana no han decepcionado. Su beneficio neto ha aumentado un 19% en el primer trimestre del año gracias al incremento de las ventas.
Ferrari decepciona en la pista, pero no en las cuentas. El fabricante italiano de automóviles deportivos no es capaz de plantar cara a Mercedes en los circuitos de Fórmula 1, pero las cosas van mucho mejor en los despachos. Ferrari ganó 78 millones de euros en el primer trimestre, un 19% más que hace un año. Mientras, sus ingresos crecieron casi un 9% hasta 675 millones de euros. La compañía ha sido capaz de aumentar su rentabilidad, ya que tanto el Ebitda como el Ebit han crecido más que los ingresos. Ambas cifras están claramente por encima de las previsiones de los analistas.
La mejora ha venido liderada por el aumento de las ventas. En concreto, en el trimestre se entregaron 1.882 unidades, un 15% más que en el mismo periodo de 2015. Estas cifras vienen a dar, de momento, la razón a Sergio Marchionne, consejero delegado de Fiat, que en 2014 prescindió del por aquel entonces presidente de Ferrari, Montezemolo, por sus diferencias respecto a la estrategia del fabricante de súper deportivos.
Mientras Montezemolo defendía limitar las ventas para mantener la exclusividad, Marchionne pensaba que Ferrari podría contribuir en mayor medida a los resultados de su matriz Fiat. De acuerdo con las estimaciones ofrecidas por la compañía, Ferrari prevé llegar a vender unos 7.900 vehículos este año, un 13% por encima del límite máximo admitido por el expresidente.
Los resultados han traído consigo un par de anuncios importantes. En primer lugar, la salida por jubilación del consejero delegado de Ferrari, Amadeo Felisa, un histórico con más de 25 años de presencia en la firma. Su lugar será ocupado por Sergio Marchionne, que suma un cargo más a su ya abultada cartera. Por otro lado, Ferrari ha elevado sus previsiones para este año tras los resultados de los tres primeros meses. Aparte de los 7.900 vehículos vendidos, estima que sus ventas alcanzarán los 3.000 millones de euros y su Ebitda superará los 800 millones de euros.
Si a nivel de resultados la situación de Ferrari es muy sólida, no sucede lo mismo con su cotización. El debut bursátil fue muy optimista, con un precio de colocación de 52 dólares por título (el más alto de los que se manejaban) y con un inicio alcista que le llevaba a casi 57 dólares por acción. Desde entonces, sólo ha recibido palos que no han podido ser compensados con los resultados. Hoy cotiza por debajo de los 45 dólares, con lo que los inversores que acudieron a la OPV pierden un 14%.
Entre las razones que explicarían este comportamiento se encuentran la dificultad de mantener el ritmo de crecimiento, la incertidumbre sobre el impacto que tendrá a medio plazo el incremento de la producción en la exclusividad de la firma, las dudas que genera el hecho de que Marchionne ocupe el cargo de consejero delegado (en vez de nombrar a alguien dedicado en cuerpo y alma a Ferrari) y los malos resultados en la Fórmula 1, que además supone una aventura muy cara para el fabricante italiano.
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