A mano y a máquina. Los trajes más impresionantes de la historia
Manus x Machina es la exposición que acoge el Museo Metropolitan. Verdaderas piezas de moda que son obras de arte atemporales.
Obras de arte que representan la moda en la edad de la tecnología o, lo que es lo mismo, Manus x Machina. El Museo Metropolitan de la ciudad de Nueva York acoge una de las mejores exhibiciones de traje en estos momentos. Por sus piezas, por supuesto; por su emplazamiento, también, pero el montaje de la misma merece una mención especial. Como si de una burbuja se tratase, entrar en este espacio es una especie de túnel del tiempo de la mano de los diseñadores más importantes del mundo: Karl Lagerfeld, Iris Van Herpen, Louis Vuitton, Cristóbal Balenciaga, Charles James, entre muchos otros.
Más de 170 conjuntos, desde piezas de 1800 hasta vestidos actuales. El tiempo es el pasado más actual porque para entender el presente hay que conocer las raíces, esas que se remontan a la fundación de la alta costura en el siglo XIX, cuando se inventó la maquina de coser y se produjo esa distinción entre la mano (manus) y la máquina (machina).
La exhibición trata de eso. De hacernos entender el proceso y presentarnos todas las herramientas que han ido surgiendo con el paso de los años en ese proceso creativo, sin dejar de apreciar las diferencias entre la alta costura y el prêt-à-porter. Para ello, las obras se reparten en dos plantas distribuidas en habitaciones abiertas con modelos que mezclan el plisado, los encajes, el cuero o las plumas, con procesos innovadores como puede ser la impresión 3D, el modelado por ordenador o el corte por láser.
Como buenos arquitectos de la moda, los planos de los diseñadores que puedes ver a lo largo de la muestra, te irán guiando en el proceso de creación de las obras de arte. Porque eso es lo que hay, verdaderas obras de arte bañadas con sonidos analógicos y tecnológicos. Así suena la banda sonora que te acompañará en tu visita, elaborada por otro maestro: Brian Eno y su Music for Airports.
Sus notas son el ejemplo perfecto de la artesanía y la maquinaria, exactamente igual que la estrella de la exposición: el vestido de novia diseñado por Karl Lagerfeld para Chanel en su desfile de alta costura de 2014. Un impresionante traje de seda bordado a mano pero, como puntualiza el comisario de la exposición, Andrew Bolton, “terminado con máquina”, en consonancia a la muestra.
En su primera semana, miles las personas ya han visitado esta exposición que está resultando un verdadero éxito en la ciudad de las tendencias. La gala de presentación, organizada por la directora de Vogue América, Anna Wintour, y los modelos que lucieron decenas de celebrities el pasado 1 de mayo, ya hacían presagiar que la temática elegida había sido todo un acierto. El lujo llevado a su máximo esplendor demostrando que el arte del vestido es parte del túnel del tiempo.