Pasar el celo con clase
Pañales, braguitas y bandas para el vientre... para esos días complicados o si tu perro empieza a tener pérdidas.
Si tu perra está esterilizada no tendrá celo, y si no lo está, sí lo tendrá. Durante el celo ocurre la ovulación y es el periodo en el que las perras están receptivas para reproducirse. Esto dura de 2 a 4 semanas, en general, 3 semanas y para este tiempo será bueno que tengas varios modelos de braguitas, pañales y bandas para el estómago preparadas. Dependiendo de la raza y de cada animal en concreto, tendrán uno o dos celos al año -cada 6 meses- y sangrarán más o menos. Sin embargo, si tu perra tiene tres o más celos al año, consulta a tu veterinario.
Las perras que viven en casa, bien cuidadas y alimentadas, pueden entrar en celo en cualquier época del año mientras que las que viven en libertad, por lo general, lo hacen a principio de la primavera. Las perras en celo se muestran más cariñosas y con necesidad de más caricias, también más juguetonas.
Pero el verdadero cambio lo verás al salir a la calle, buscará un macho, puesto que la finalidad del celo es aparearse. Algunas se escapan incluso de casa. Es frecuente que no coman o coman muy poco, tengan inflamados los órganos sexuales y se los laman con frecuencia.
El sangrado en perras puede ser desde unas gotitas hasta un sangrado abundante, así como es más frecuente que orinen, aunque menor cantidad cada vez, para dejar su marca. El celo aparece por primera vez a partir de los 5-6 meses de vida en perras de razas pequeñas y entre los 11-12 meses en razas grandes y gigantes.
No es conveniente que queden embarazadas en este primer celo puesto que les puede provocar problemas físicos y psicológicos relacionados con el hecho de no tener suficientemente formados los huesos de la pelvis o por no tener el instinto maternal desarrollado. En este caso podrá aparecer estrés al no saber qué hacer con los cachorros. Puedes evitar el celo de tu perra con inyecciones anticonceptivas o con la esterilización definitiva. Esta última es la mejor opción si no te dedicas a criar perros de forma profesional.
También lo es para animales ancianos. Las perras no tienen menopausia en el sentido humano del término, aunque con la edad, el embarazo y la maternidad se complican mucho debido a la pérdida de capacidades. A veces hay que realizar una segunda intervención después de la esterilización, porque perras esterilizadas siguen teniendo celo. No es que tu veterinario haya realizado mal la operación, sino que existe tejido ovárico ectópico y hay que eliminarlo, puesto que sigue produciendo estrógenos y progesterona y, por tanto, celo.
Los perros no tienen celo, se guían por el celo de las perras. Un perro macho puede captar el olor de una perra en celo en un radio de hasta cuatro km. La mejor solución es la castración completa puesto que cada vez que detecte una hembra en celo en esa zona, tendrá un aumento de testosterona y de cortisol, este último ligado al estrés de cómo llegar hasta ella.
Esto hará que tu perro viva en estrés crónico, lo que puede derivar en enfermedades serias y mermar su calidad de vida:
- Depresión y llanto: tu perro deja de comer, se queda tumbado sin querer hacer nada y llora o aulla constantemente con los considerables problemas que causará a los vecinos.
- Escape de casa: se pueden perder siguiendo el rastro de una perra en celo, se pueden pelear con otros perros que encuentren siguiendo el mismo rastro, accidentes en carretera, etc.
- Marcan con pis mucho más: incluso dentro de casa o en lugares que no acostumbraban por muy educados que estén.
- Distraídos: confundidos por las hormonas y como consecuencia, parecen desobedientes.
Bajo ningún concepto la solución es montar a una perra, puesto que querrá más y con más ímpetu, cada vez que detecte una en celo en ese área tan amplia. La castración química tampoco es la solución, puesto que atrofia la función testicular y a la larga puede producir tumores.