Las mejores escuelas de danza de Madrid

Entre las actividades extraescolares más populares no solo están el fútbol, la natación o últimamente la robótica. Hay muchos niños que se decantan por disciplinas más artísticas y musicales, como pueda ser la danza. Elegir una buena escuela desde el principio podrá condicionar su gusto y adhesión a una actividad con múltiples beneficios tanto físicos como psicológicos.

Permitir que nuestros hijos entren en contacto con el arte desde pequeños es uno de los mejores regalos que les podemos hacer. El arte les amplía la visión del mundo y les muestra diferentes formas de expresión. Entre las actividades artísticas más frecuentes se encuentra el baile en sus múltiples manifestaciones. Aunque nuestra primera ‘etiqueta’ o estereotipo nos lleve al ballet y fundamentalmente practicado por niñas, bailar es mucho más que la danza clásica y tiene la suficiente variedad para complacer tanto a niños como a niñas.

Beneficios de la danza para niños. Son muchas las bondades de la danza para los más pequeños. Aunque quizá el beneficio más obvio sea el desarrollo de la fuerza muscular y la flexibilidad, otros menos evidentes son la memoria o la concentración, así como el desarrollo del oído musical y del ritmo, según explican los expertos.

• A nivel físico estimula la circulación sanguínea y el sistema respiratorio, favorece la eliminación de las grasas y contribuye a la corrección de malas posturas.
• A nivel muscular ayuda a ganar elasticidad, coordinación y ejercita la agilidad de movimientos.
• A nivel psicológico, además de desarrollar la psicomotricidad desde edades tempranas, favorece la disciplina y el autocontrol en la medida en que requiere mucha concentración psíquica.

“Yo creo que debería existir una formación básica en la danza”, ha llegado a afirmar el propio Víctor Ullate, uno de los grandes maestros de nuestro país y con mayor proyección internacional.  Sin embargo, lejos de ser así, el estereotipo de las niñas pesa como una losa sobre los varones. Los chicos, tal y como se reflejara magistralmente en la película ‘Billy Elliot’, se ven forzados a luchar contra el estigma social de un gusto artístico lleno de sacrificios.

“En nuestra cultura, a las niñas se les anima a tomar clases de ballet, pero los chicos no reciben ese tipo de apoyo salvo por parte de los profesores de ballet o de padres excepcionalmente favorables”, explicó en su famoso artículo ‘No me juzgues por las mallas‘ el conocido bailarín del American Ballet, Sascha Radetsky, expresando sus dificultades para abrirse camino en esta profesión. “El chico que persevere en la danza debe tener un hambre genuina por ella, debe de estar excepcionalmente motivado y dedicado, y debe de conseguir ser verdaderamente resistente ante las habladurías”, fueron algunas de las palabras de este profesional de origen californiano.

En nuestro país, estas dificultades son el pan de cada día de muchos bailarines, aunque para luchar contra esta incomprensión cultural contamos con figuras como Víctor Ullate, cuya fundación  va camino de cumplir 16 años y facilita la práctica del ballet a cientos de jóvenes sin recursos pero capacitados para competir al más alto nivel y en una carrera a largo plazo.

Elegir escuela de danza. Igual que sucede en cualquier otra materia o disciplina, los padres han de valorar diferentes aspectos a la hora de decidirse por una un otra escuela de baile. Además de las clasificaciones por especialidades y de la fama que tenga la escuela seleccionada, tendrán que tener en cuenta que la danza puede llegar a ser para los niños una carrera de fondo en la que inviertan muchas horas y buena parte de sus días.

Estos son algunos aspectos a tener en cuenta:

• Proximidad al domicilio y horarios. Puede parecer obvio, pero es casi lo primero a considerar y no tiene tanto que ver con el niño, sino más bien por los desplazamientos que los propios progenitores tendrán que estar dispuestos a asumir. Conviene encontrar algo compatible con la vida familiar y que no suponga grandes sacrificios. Si el niño se convierte en una gran figura, ya habrá tiempo para eso.
• Nivel y compañeros. El primer curso es fundamental para conseguir que el niño esté motivado, por lo que conviene que esté con compañeros de su misma edad con los que comparta afinidad. Asimismo tendrá que estar en un nivel conveniente para que aprenda sin aburrirse pero sin sentirse abrumado por la dificultad.

• Precio y profesorado. Pedir referencias sobre la escuela y la calidad del profesorado servirá para valorar la relación calidad-precio y estimar hasta qué punto merece la pena hacer un esfuerzo económico. Incluso puede ser conveniente que el niño haga alguna clase de prueba gratuita, algo que ofrecen en muchos centros y sirve para ver si al niño le gusta o no, antes de desembolsar el dinero.
• Especialidad. Cuando existan unos objetivos artísticos, técnicos y una vocación bien definida, entonces sí será imprescindible acudir a una escuela destacada en el ámbito que estemos buscando. En este caso deberemos formularnos preguntas acerca de nuestros intereses: ¿Danza clásica, danza moderna…? ¿Es para dedicarse profesionalmente al baile? ¿Es un complemento a la formación artística como pueda requerir un actor, por ejemplo?

Mejores escuelas de Madrid

Víctor Ullate Ballet. Es la compañía por excelencia para formarse en danza clásica, aunque busca despertar vocaciones en las artes escénicas con un gran equipo de profesionales que garantizan la excelencia, la disciplina y la constancia. Cuenta con bolsa de empleo y clases de prueba gratuitas. Además de su aspecto más profesional y disciplinado vinculado al ballet clásico, cuenta con todo tipo de actividades de bailes más enfocados al ocio como el funky, el hip-hop o incluso la danza del vientre. En total, cuenta con cinco escuelas distribuidas por diferentes zonas de Madrid.

Carmen Senra. Otra de las escuelas más prestigiosas de Madrid es la de Carmen Senra, ubicada en el barrio de Chamartín. El centro, especialmente recomendable para formación en danza contemporánea, presume de haber contado con los mejores profesores en esta modalidad tanto nacionales como internacionales desde que se fundara en 1982. Aunque ofrece una titulación privada en ballet clásico, su oferta pedagógica se amplía al teatro y la música para niños, jóvenes y adultos.

Karen Taft. Se autodenominan “el primer centro de danza de España”, ya que su apertura data del año 1949, cuando la bailarina danesa Karen Marie Taft inauguró el centro en Madrid. Destaca en el ámbito de la danza moderna pero también a nivel de formación artística de los profesionales del teatro, cine y televisión, quienes encuentran en esta escuela una meca de formación para obtener la cualificación más completa. El éxito deriva de un profesorado de calidad y de una gran variedad de disciplinas y horarios. Sus instalaciones tiene capacidad para 100 alumnos en un entorno tan moderno como el de Chueca.

Escuela de danza de Charlie Hussey. Muy conocido por su participación como jurado en el programa ‘¡A bailar!’, el bailarín y coreógrafo americano Charlie Hussey cuenta con dos centros de gran nivel en Madrid. Uno de ellos es la Escuela de Danza Broadway  (en Padre Claret)  y otra la Escuela de Danza Relevé (en Arturo Soria). Aunque cuenta con todo tipo de disciplinas, destaca en la danza moderna y en la formación de tendencias más actuales. Enseñan, según proclaman, “el auténtico baile de la calle con el mejor profesor”.

Real Conservatorio Profesional de Danza Mariemma. Como alternativa a las escuelas privadas, no debemos descartar la formación en el conservatorio profesional, de gran tradición y donde imparten clase a partir de los ocho años tanto de danza clásica como española y contemporánea. Lo mejor que tiene, aparte de la excelente formación, es que ofrece la única titulación ‘oficial’ que acredita como bailarín o bailarina profesional. Para entrar hay una prueba de acceso, por lo que la mayoría de los alumnos ya ha recibido una formación previa en escuela privada. La dificultad es mayor para las niñas: los niños, al ser menos, tienen mucha más facilidad para entrar.