Pon un ‘Poppi’ en tu vida

Tras un verano maravilloso cargado de cenas con amigos, mojitos en la playa, planes inesperados y con el placer de poder vaciar tu mente de la vorágine diaria, llenándola de recuerdos que servirán de combustible para el resto del año, a mí, personalmente, desde hace años, me sucede que, al volver a la vida cotidiana, tengo una sensación idílica en mi retina que me suele durar hasta finales de octubre.

Y es que en este periodo de estío, cuando paseamos, podemos ver lo que nos rodea, cosa que, desgraciadamente, en otras fechas, no somos capaces debido a las innumerables obligaciones que limitan nuestros momentos de placer. Todos los años, a la vuelta, surgen nuevos propósitos. Y así debe de ser. No podemos empezar una nueva etapa laboral sin nuestra lista de buenas intenciones.

Pues bien, en mis múltiples paseos por las tiendas de la Marina de Sotogrande, surgió el flechazo con Poppi, una preciosa escultura, Pop Art, de perro buldog francés, fresco y alegre, que me fascinó. Me pareció una pieza exquisita en cualquier ambiente. Tras mi apasionado reencuentro con Poppi, esta vez, decidí seguir su pista hasta llegar a su creador, Felipe García-Bañón, Felipao.

No hay tanta gente que se atreva a dejarlo todo para perseguir un sueño, pero por suerte para nosotros, Felipao, ha conseguido sacarlo adelante con maravillosos resultados. Este artista nos cuenta que siendo un ejecutivo, dejó todo para viajar a la Toscana en busca de inspiración. Aquel lugar, situado en la provincia de Arezzo, llamado Poppi, vio nacer su primera obra y fue el origen del nombre de este buldog.

Desde entonces, ha creado 300 Poppi únicos e irrepetibles, y su intención es llegar sólo hasta las 500 piezas y después, romper el molde. Nunca, una obra tan sencilla como impactante, ofrece tantas variantes. Desde el primero, regalado a su padre con todas las banderas de los países donde residió; pasando por el encargado por el diseñador francés Philippe Starck, cuyo único condicionante fue que se incluyera en él la palabra ‘amor’, hasta los que posaban en el espacio My Place, que convivían en perfecta armonía con un sobrio mural antiguo de la ciudad de Madrid, en Casa Decor.

Tras Poppi, llegaron los carlinos Pippo y Pippa, y el buldog inglés Poppin que, al igual que su hermano mayor, mantienen el mismo atrevimiento e impacto, incorporando nuevos acabados, usando todo el pantone y dominando los metálicos-sparkle. Desde AM Estudio y su conocida propuesta ‘regala Serendipity’ queremos daros pistas de cómo sorprender a alguien regalando esta obra Pop Art, ambientándola en las diferentes formas en vuestro hábitat.

En ambientes arquitectónicos de líneas rectas y monocromáticas, cualquier obra de este autor podría ser expuesta sin dificultades. Inclinándonos por la utilización de un soporte de cristal o laca para que Poppi destaque con luz propia. Si vivimos rodeados de recuerdos y nos encantan las antigüedades, los colores sobrios y fuertes, nuestro Poppi debería de ser muy colorido y exagerado. Situándose en una pila de libros o incluso, en una mesa repleta de nuestros recuerdos. Esta obra cool destacará del entorno, convirtiéndose en el punto de mira.

Si tu decoración es fresca, romántica, con ciertos toques de boho chic, nuestro perro debería mimetizarse con el entorno. Para ello, un buldog romántico y, tal vez, junto con una letra o un mensaje iluminado en la pared, sería perfecto. Y si vuestros gustos no son los perros sino los gatos, esperaros a Kat y, sino, siempre podemos esperar al rinoceronte a tamaño real que, en palabras del diseñador, es un animal fascinante.

Alguien me dijo una vez que si quería algo bien hecho, lo intentara yo mismo, pero si quisiera algo muy bien hecho, se lo encargara al mejor.