¿Qué se retocan los hombres?

Los días en los que las mujeres eran las únicas clientas de las clínicas de cirugía y medicina estética se han acabado. Cada vez son más los hombres que acuden a las consultas de los cirujanos plásticos para mejorar su aspecto y su apariencia física. Según los datos de la Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética (SECPRE), uno de cada diez pacientes de cirugía estética es hombre (en torno al 12%).

Los hombres menores de 40 años muestran mayor interés por aquellas intervenciones que permiten recuperar una figura más juvenil y atlética o por tratamientos que ayudan a corregir defectos físicos o deformidades fruto de lesiones. Las operaciones más demandadas son: ginecomastia (reducción de senos masculinos), liposucción de la cintura, rinoplastia, otoplastia y abdominoplastia (tras una pérdida de peso significativa).

Por su parte, los hombres mayores de 40 años apuestan por intervenciones quirúrgicas o tratamientos poco invasivos que permiten atenuar los signos del envejecimiento y recuperar un aspecto más juvenil. Cabe destacar: la blefaroplastia o cirugía de párpados, los inyectables, como el Botox para corregir las arrugas y los rellenos dérmicos para las líneas de expresión…

¿Cuáles son las operaciones y tratamientos más solicitados por los hombres?
Ginecomastia (aumento de las mamas del hombre). La ginecomastia se produce por cambios hormonales durante la infancia, la pubertad o como consecuencia del envejecimiento. Se debe a una disminución de la cantidad de hormonas de testosterona en comparación con el número de estrógenos. La testosterona y el estrógeno son hormonas que controlan el desarrollo y mantenimiento de las características sexuales tanto en hombres como en mujeres. La testosterona controla los rasgos masculinos, como la masa muscular o el vello corporal, mientras que el estrógeno controla los rasgos femeninos, incluyendo el crecimiento de los senos.

La mayoría de las personas piensan que el estrógeno es una hormona exclusivamente femenina, pero los hombres también la producen, aunque en pequeñas cantidades. La ginecomastia afecta psicológicamente a los hombres que la padecen, generando complejos. La operación de ginecomastia elimina la grasa y el tejido glandular sobrante mejorando el aspecto del tórax, lo que hace que el paciente recupere la seguridad y confianza en sí mismo.

Liposucción de la cintura. Se trata de la cirugía más demandada por parte de los hombres. La liposucción en el abdomen y los flancos permite eliminar los acúmulos de grasa que son resistentes a la dieta y al ejercicio físico. La liposucción mejora la silueta del paciente, su contorno corporal, pero no es un tratamiento para perder peso (se suelen perder entre dos y tres kilos y medio).

Para acabar con la flacidez muscular y la piel sobrante del abdomen se utiliza la abdominoplastia, que permite tensar los músculos y eliminar el exceso de piel abdominal. Normalmente se realiza en hombres que han perdido gran cantidad de kilos o que cuentan con debilidad muscular por la falta de ejercicio o el paso de los años.

Otoplastia o cirugía de orejas. La forma, el tamaño o la colocación de las orejas puede provocar falta de confianza en la apariencia física. Las orejas despegadas o en forma de soplillo son uno de los problemas estéticos que más se intervienen, tanto en niños como en hombres adultos. Es recomendable realizarla a partir de los siete años, que es la edad en la que la oreja ya está completamente desarrollada. Puedes saber más sobre esta cirugía aquí.

Rinoplastia. La nariz imprime carácter al rostro y determina la belleza facial de los hombres debido a su posición central en la estructura ósea de la cara. La rinoplastia permite modificar la forma y las proporciones de la nariz; ahora bien, para conseguir un buen resultado, hay que respetar la personalidad de la cara. No se debe reducir excesivamente la nariz con respecto al tamaño del rostro. La rinoplastia también permite solucionar problemas respiratorios y desviaciones del tabique nasal.

Blefaroplastia o cirugía de párpados. Es una de las técnicas más eficaces para rejuvenecer el rostro del hombre. Con el paso de los años se forman bolsas debajo de los ojos y la piel de los párpados superiores tiende a caerse, provocando un aspecto cansado, triste. Con la blefaroplastia se recorta el exceso de piel y se extrae la grasa sobrante, a través de pequeñas incisiones en zonas poco visibles. La piel restante se une estirando las facciones, consiguiendo un aspecto más juvenil.

Inyecciones de Botox. El tratamiento con Botox ha sido, tradicionalmente, empleado por las mujeres para reducir las arrugas faciales y recuperar un aspecto fresco y juvenil. Sin embargo, el Botox, al igual que el resto de tratamientos de medicina estética, no está enfocado exclusivamente para las mujeres. En los últimos años ha crecido exponencialmente el número de hombres que han descubierto los beneficios del Botox para el rejuvenecimiento rápido y efectivo de la piel.

¿Para qué utilizan los hombres el Botox? Con el tiempo, la actividad de los músculos de la cara -principalmente los de la frente y los que se sitúan alrededor de los ojos y de la boca- contribuye al desarrollo de las líneas de expresión y las arrugas, acelerando el proceso de envejecimiento. El Botox inhibe temporalmente la actividad de estos músculos, ayudando a que se suavicen los signos del envejecimiento, desaparezcan las arrugas del entrecejo, se atenúen las patas de gallo y se suavicen las arrugas de la frente.