Puros y humidor, todo en un regalo
Conservar nuestros cigarros favoritos no es una tarea fácil, por lo que muchas marcas apuestan por packs que contienen también un humidor.
Uno de los problemas de regalar cigarros es su conservación. En no pocas ocasiones acaban secándose en su propia caja o en alguna nevera perdida. Es el drama de después de la boda. Para resolver este problema, las diferentes marcas de tabacos comercializan de cuando en cuando cajas de puros con humidores incorporados. Suponen la mejor forma de conservar por un tiempo esos cigarros que, por ejemplo, nos regalaron tras el ascenso en la empresa.
Cualquiera que haya visitado una cava recientemente habrá comprobado que estas se han llenado de enseres y de tarros. A la multiplicación de marcas deben añadirse los humidores y cajas de regalo. Y es una buena noticia ya que, por norma general, no hay diseño en el mundo de los cigarros que no nos guste.
Desde hace unas semanas encontramos en las cavas de cigarros un nuevo humidor diseñado para contener puros, Partagás de la Serie D nº4. Se trata de una caja-humidor con 25 cigarros en tubo, con su correspondiente sistema de humectación y vendido al precio de los cigarros (312,5 €). Esta caja es ideal, por sus reducidas dimensiones, para usarla como humidor de viaje.
Este Partagás es uno de los cigarros más buscados de esta marca. Se trata de un robusto (cepo 50 x 124 mm de longitud), uno de los formatos más demandados por los fumadores de cigarros. Un puro que raramente presenta fallos de combustión y que ofrece la fuerza y la potecia de un tabaco en apenas una hora de fumada.
Un cigarro de carácter, con fortaleza media-fuerte, donde se encuentra el sabor a madera, las notas especiadas -y hasta saladas- propias de la marca. Es un puro fantástico para después de una comida o para acompañar con un destilado venerable. Es el regalo completo.