Cada vez que se aproximan unas vacaciones me vienen a la cabeza lugares para viajar y disfrutar con los niños. Y siempre Tailandia se encuentra entre mis preferencias. Un país tranquilo, seguro, amistoso y que ofrece una gran variedad de planes y alternativas.
Viajar con niños siempre es un dilema. Los niños han de disfrutar pero los padres también. De ahí que Tailandia sea uno de esos países que siempre recomiendo cuando se busca un lugar lejano, exótico, interesante y divertido para toda la familia.
En la selva de Kao Sok podrán jugar a exploradores, sentirse Indiana Jones y aprender a respetar y amar a los elefantes. Para este plan recomiendo reservar en el Resort de Elephant Hills y pasar al menos una noche en el campamento que tienen en pleno lago.
Vayamos por partes, en Elephant Hills los niños se verán en plena jungla rodeados de elefantes. Los mahout, cuidadores especializados de elefantes, les enseñarán a darles de comer y lo harán ellos mismos. La hora del baño será especialmente divertida, podrán mojarles y limpiarles, ver como disfrutan con el agua y mojarse con ellos.
Les enseñarán sus costumbres y hábitat y podrán fotografiarse con uno de los animales más fascinantes y que más llaman la atención de los más pequeños. En el campamento del lago, el Rainforest Camp, vivirán la aventura de Indiana Jones. Los expertos guías del campamento les llevarán a la gran gruta, un paseo por la selva donde verán tarántulas y todo tipo de aves, flora y fauna desconocida.
A este campamento se llega en barco tradicional “long tail”, atravesando el lago Cheow Larn. Se emocionarán al comprobar que van a dormir en tiendas flotantes y sus ojos se abrirán cuando vean que en cada tienda disponen de un kayak para remar en el lago. Doy por hecho que los padres disfrutarán aún más pudiendo compartir estas experiencias únicas junto a sus hijos.
Si preferimos pasear en elefante también es posible, pero en otro lugar. Koh Chang es además una de las zonas más bonitas de Tailandia, con preciosas y animadas playas, mercaditos e inéditos lugares para probar la Street Food.
En el propio hotel podrán hacer la reserva para hacer trekking en elefante y durante más de una hora sentir la potencia de este animal, el más fuerte y grande de la selva.
Otra fascinante experiencia podrán vivirla desde el restaurante Lyara Sea Food, ya que muy cerca se encuentra el bosque de manglares. Después de la cena un barco ofrece la posibilidad de ir a ver las luciérnagas que por millones viven escondidas en este mágico lugar.
También es Koh Chang un lugar privilegiado para hacer excursiones en barco por las pequeñas islas del archipiélago, bucear y disfrutar del picnic en una playa desértica.
Bangkok es la ciudad que nunca duerme, la ciudad de los ángeles, por la gran cantidad de templos que tiene. Si bien es cierto que en este sentido hay que tener cuidado con los niños, y no abusar de su paciencia templaria, siempre les gustará admirar la arquitectura de alguno de ellos, las gigantescas figuras de Budha y descubrir a los monjes ataviados con telas anaranjadas.
Se sorprenderán al ver niños de su edad como pequeños monjes y aprenderán que en el mundo hay muchas civilizaciones y culturas que han de ser respetadas y conocidas. El Palacio Real es un buen lugar para que se entretengan con el espectáculo de una cultura milenaria que ha aportado al mundo una arquitectura fascinante. También la Street food de Bangkok les gustará por su diversidad y exotismo.
No penséis que en Tailandia todo es picante, casi siempre se puede o no optar a ello, sin embargo los Pad Tai, noodles con pollo, verduras y otras opciones asiáticas serán merecedoras de los pequeños paladares, y por supuesto la gran cantidad de frutos secos y dulces que se pueden adquirir con total confianza.
Y si queremos llevarles de mercadillo y disfrutar comprando todo tipo de objetos, os recomiendo el mercado de Chatuchak (Jatujak), es uno de los más grandes y variados de Bangkok. Ropa, decoración, accesorios, deporte y un sinfín de objetos curiosos que harán las maravillas de grandes y pequeños. Además aquí podrán disfrutar de las famosas paellas gigantes de Fernando Yusta, quien además les permitirá añadir ingredientes y seguro que reirán con él.
Otro lugar que recomiendo para ir con niños a Tailandia es el barco arrocero Thanatharee, donde no solo nos pasea por el rio de Ayyuthaya admirando los templos de este Parque Histórico, sino que además se puede dormir en los agradables camarotes de los que el barco dispone, para rematar un viaje idílico, emocionante y lleno de aventuras fantásticas.
(Más información: www.turismotailandes.com )
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