¿Cómo afectan las cuidadoras a los niños?

A todos nos gustaría tener a Mary Poppins o a Julie Andrews de educadora, pero lamentablemente no suele ser así porque pocos nos lo podemos permitir.

Patricia Peyró. 17/01/2017

Nannys, tatas, babysitters… Hoy más conocidas por los niños como ‘cuidadoras’, pasan mucho tiempo con nuestros hijos y con frecuencia no tienen ninguna cualificación, sino que “le dan a todo”:  limpian, cocinan y cuidan a los niños.

Rottenmeier
La imagen de la institutriz ha quedado relegado al recuerdo de la señorita Rottenmeier.

La imagen de la institutriz ha quedado relegada al recuerdo de la señorita Rottenmeier, pero ahora tenemos esta nueva figura en casa, quien con frecuencia es también una madre de familia que ha tenido que dejar a sus propios hijos al cuidado de otras personas para venir a trabajar a otro país.  ¿Qué papel tienen en la infancia estas cuidadoras? “El papel de una cuidadora es muy importante para los niños, ya que es una persona con la que se convive día a día, y a menudo se le acaba queriendo como a un miembro más de la familia”, explica Alicia Canabal.

Además de madre, es psicóloga clínica en CIPAP y fundadora de Alihadas, una agencia de empleo doméstico que fundó basándose en su propia experiencia y conociendo de cerca las necesidades de las familias actuales, que en no pocas ocasiones se las ven y se las desean para hacerse con la empleada de hogar ideal. En parte por no tener en cuenta algunas variables psicológicas a la hora de entrevistar a la que podrá ser la futura cuidadora de sus hijos.

niña con cuidadora
Tener una buena cuidadora, afectará positivamente a los niños y a toda la familia

Los niños generan vínculos afectivos con ‘la chica’
Las cuidadoras conocen a nuestros hijos, escuchan sus confesiones, les calman en momentos difíciles, curan sus heridas y les dan la medicación cuando están malitos. Incluso les bañan y les acuestan si los padres no han llegado a casa. El vínculo afectivo que se genera con ellas es muy grande”, añade la experta. Por esta razón es interesante detenerse a pensar qué es lo que realmente queremos o necesitamos antes de meter a esta persona en nuestro hogar.

Tenemos que tener claro qué queremos contratar
Tenemos que tener claro qué queremos contratar

Así es la cuidadora ideal por edades:

  • Hasta los 2 años: A esta edad se recomiendan personas tranquilas, pacientes, organizadas, empáticas  y que sientan un amor especial por su trabajo de cuidar bebés”.
  • A partir de los dos años y hasta los 4: El perfil será similar al de las cuidadoras de bebés, ya que los niños siguen siendo muy dependientes de la persona que les provee de alimentos y de cariño cuando faltan sus padres”.
  • De 4 a 8 años: Empiezan a disfrutar de salir a ver a sus amigos, por lo que en esta etapa interesa una cuidadora que sea sociable y dinámica, y a la que le guste salir cada día a dar un paseo y estar unas horas en el parque o en la piscina”.
  • 8 años en adelante: los niños empiezan a ser más independientes y autónomos, por lo que se desapegan un poco de los cuidadores. Por esta razón buscaremos “una cuidadora que les deje crecer y sepa que su papel es de dejar al niño más libre y suelto. Observar desde lejos será la función más importante en esta nueva etapa”. También en esta edad ha llegado el momento de inculcarles responsabilidad y enseñarles a ser autónomos en tareas del hogar que corresponden a su edad.  Por ello “las educadoras idealmente les deben enseñar y exigir ciertas cosas como el recoger su ropa, su plato o ayudar a poner la mesa”.
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Antiguamente las abuelas se quedaban con los nietos, pero en las grandes ciudades es más complicado y la demanda de empleadas de hogar es cada vez más alta.

Rotación de chicas, problemas en casa
Aunque muchas veces no dependa de nosotros el que la cuidadora se vaya, hay que saber que su partida puede afectar emocionalmente a los niños, y que existen una serie de síntomas previsibles si se va una chica a la que tienen gran cariño o con la que han pasado mucho tiempo. Así lo cree y explica la psicóloga experta en empleadas de hogar  “Los niños son muy adaptables a los cambios, pero tienen su proceso de duelo ante la pérdida o separación de un ser querido. Algunos niños lo pasan realmente mal y pueden sentir un rechazo o falta de confianza ante la siguiente cuidadora”.

niño llorando cuidadora
Algunos niños lo pasan realmente mal y pueden sentir un rechazo o falta de confianza ante la siguiente cuidadora

El enfado lo manifestarán de uno u otro modo en función de su personalidad:Los más introvertidos, a los que les cuesta expresar más sus emociones, se pueden aislar y dejar de jugar o comer. Los extrovertidos, en cambio, pueden empezar a portarse mal, incluso a sacar malas notas como rebeldía”, explica Canabal.  “Lo que sí aconsejamos a las cuidadoras es que siempre se despidan de los niños a los que han cuidado y les expliquen que no es por ellos que el motivo de que se vayan. Poder hablar las cosas hace que ellos puedan darle un enfoque que les haga más fácil su marcha”.

cambio de escuela niños
Igual que con los cambios de ciudad, lo positivo, si han tenido buenas experiencias es que se llevarán lo mejor de varias personas diferentes.

La alta rotación de chicas conlleva a que los niños no generen vínculos de apego seguros, ya que su propia experiencia les enseña que no se deben encariñar demasiado, ya que no estarán un largo periodo de tiempo con ellas. Podemos compararlo a las familias  que cambian de ciudad y los niños tienen que adaptarse a colegios y hacer nuevos amigos. Se pueden estrechar lazos fuertes pero siempre sabiendo que va a llegar un día donde se tengan que despedir. Lo positivo, si han tenido buenas experiencias es que se llevarán lo mejor de varias personas diferentes”, comenta.

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Cuando se generan buenos vínculos con la chica, los niños están felices, tranquilos y se sienten seguros

En la especialización puede estar el éxito
Algunas familias optan por separar limpieza y cuidado de niños. “Separar las tareas de cuidado de niños con las de la atención de la casa es una gran opción cuando estamos hablando de bebés y niños pequeños especialmente o cuando los pequeños necesitan cuidados o atenciones especiales”, opina Canabal. Aunque el instinto de cuidar niños en muchas madres es innato, “para hacer un buen trabajo, eficiente y de calidad, sería ideal que nuestros hijos estuviesen cuidados por personas formadas y que supieran algo de psicología o pedagogía evolutiva para poder entender las etapas del niño”.

cuidadora jugando niños
Las cuidadoras son una parte esencial en la vida de las familias de la sociedad actual, donde la mujer y el hombre trabajan fuera de casa.

Cómo entrevistar a la candidata ideal
A la hora de elegir, los expertos aconsejan que nos fijemos más en cómo nos cuentan su historia que en la historia en sí. Esto implicará fijarnos en si hay una coherencia y un sentido:  “Hay que ver si las piezas encajan, si ponen emoción cuando nos hablan de los niños que han cuidado y de sus jefes”.  El éxito pasará por fijarse en algunos detalles y observar algunas cuestiones:  ¿Llaman a los niños por su nombre?; ¿cuentan anécdotas que dan credibilidad a su trabajo? Canabal apuesta por averiguar también sus verdaderos intereses y los motivos por los que deja su trabajo anterior.Nuestros criterios se basan en una persona que sea leal en su puesto, que tengan un buen nivel de comprensión y comunicación, para saber que ante un imprevisto van a tener recursos para reaccionar”.

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