Bernabé Fillion, el creador del olor a Luna
Hablamos con el perfumista capaz de convertir un olor en una mezcla de sensaciones.
Sus trabajos se realizan bajo la premisa de la innovación y la tradición, buscando los límites y todas las posibilidades para encontrar nuevas formas de hacer perfume. Bernabé Fillion es un diseñador de perfumes francés que ha colaborado con grandes marcas del mundo de la moda y de las fragancias. Por ejemplo, fue el creador en 2003 de la colección ‘Portrait’ para hombre y mujer de la firma británica Paul Smith, en la que trabajó junto al diseñador durante dos años. No hay olor que se le resista. Lo último, su idea de crear un perfume con olor a luna.
The Luxonomist: ¿Cómo te iniciaste en el mundo de los perfumes?
Barnabé Fillion: Estaba trabajando como modelo, todo el día rodeado de fotógrafos, lo que me hizo apasionarme por la fotografía y comenzar a colaborar con arquitectos, poetas, escritores… hasta que un día trabajé con un perfumista. Hice cuatro proyectos en un año y después ya no quise parar. Estaba buscando al profesor correcto que pudiera entender lo que yo quería hacer, pese a que nunca me planteé que quisiera ser perfumista. Aunque hago perfumes, mi trabajo no es solo éste, también hago tónicas y bebidas alcohólicas. En general, me gusta celebrar el mundo des los sentidos.
TL: Entonces de este mundo de los sentidos ¿qué te inspira?
BF: Siempre empiezo con lo visual, de lo visual paso a las texturas… observo distintas capas y luego el sonido: puede ser música o el sonido del silencio. Mi inspiración surge de los grandes artistas del mundo hasta los más actuales, que trabajan con nuevas tecnologías.
TL: ¿Qué perfume sueles utilizar?
BF: Siempre utilizo los aromas con los que estoy trabajando para probarlos y ver cómo funcionan.
TL: ¿Ahora mismo cuál llevas?
BF: Ahora estoy trabajando en un proyecto sobre el estudio de Malevich, el artista ruso. Es un perfume que también huele a pintura e incienso. La idea es recrear cómo olería el estudio de Malevich después de tantos años. Pretendo destacar los elementos como el polvo, la humedad e incluso un cigarrillo que se quedó allí durante muchos años.
TL: Hiciste un perfume sobre el olor de la luna. ¿Es este el proyecto más extravagante en el que has trabajado?
BF: No, no ha sido el más extravagante, pero definitivamente si el más difícil e interesante, porque me hicieron este encargo para la exposición ‘Precious’. Allí estaban expuestas diferentes piezas de arte con oro, diamantes… Y fue muy importante formar parte de eso, ya que para mí algo precioso es algo que no puedes tener. Para trabajar en este perfume hicimos un report de doce personas que habían ido a la luna. Lo complicado es que los astronautas llevan cascos, por lo que no pueden oler la luna, así que trabajamos con el olor que se les quedaba impregnado en la ropa y el recuerdo de aquellos astronautas al quitarse los cascos en su estación.
TL: ¿Qué perfume es más extravagante que el de la luna?
BF: Trabajo con un perfume de Aesop inspirado en Marruecos y es como una sobredosis o un caleidoscopio de especias. Ni siquiera puedes percibir, en detenimiento y por separado, cada elemento, pero sabes que están ahí todos ellos mezclados.