#CloseTo Juan Ramón Lucas: «Quise ser seminarista, director de cine y actor»

Profesional, sensible y amante de los caballos. Hoy hablamos con el primer hombre que se hizo cargo de las mañanas televisivas.

Amalia Enríquez. 21/02/2017

Es, sorprendentemente, un despistado con buena memoria y, al mismo tiempo, es tan entrañable que no le tienes en cuenta sus olvidos. Nos conocemos desde hace muchos años. Trabajé con él cuando se convirtió en el primer hombre que se hacía cargo de las mañanas televisivas. Fue en Antena 3 y luego le sustituiría Pedro Piqueras. Es inquieto, divertido, sensible, culto conversador, motero practicante, amante de la naturaleza y amigo de los caballos, en los que encuentra más lealtad, a veces, que en los humanos. De todo eso y más nos dio por hablar el día que nos encontramos, festividad de los periodistas por cierto.

Es y siempre ha sido un gran comunicador
Es y siempre ha sido un gran comunicador

The Luxonomist: ¿Lograremos abstraernos del trabajo?
Juan Ramón Lucas: No lo dudes. Yo consigo no hablar de trabajo con mucha frecuencia. Hay otras cosas que son tan importantes o más. El afecto de la familia, los amigos, los caballos, el deporte…

TL: La verdad es que siempre has tenido claro que hay más vida que la profesión…
JRL: La radio forma parte de mi vida, pero no es lo único. Si no fuera así, me sentiría muerto, asfixiado, como en una especie de cárcel. Tengo vida aparte, entre otras cosas porque esa vida fuera es la que me permite luego ser humano en la parcela profesional, porque mi trabajo también implica relacionarme con la gente. Y yo no puedo hacerlo bien si no estoy en el mundo en el que está esa gente.

Juan Ramón ama a los caballos. En la foto, con nuestra colaboradora Amalia Enríquez
Juan Ramón ama a los caballos. En la foto, con nuestra colaboradora Amalia Enríquez

TL: Y les procuras llenar sus ratos de ocio. ¿Dónde los encuentras tú?
JRL: Procuro buscar silencio, serenidad y energía en la naturaleza. Me relaciono con personas que comparten una manera de entender la vida, vinculada a la naturaleza. No en la forma clásica, filosófica, ‘rusoniana’ si quieres, sino a esa naturaleza como territorio del que procedemos y en el que uno se encuentra. Yo disfruto muchísimo en el campo con los caballos. Y, cuando digo campo, digo monte y donde menos gente me encuentre y más animales haya. Disfruto paseando con mi perro, corriendo por el monte con mis hijos o solo, oyendo el silencio de la naturaleza que, a veces, es un estrépito delicioso de pájaros y sonido del mar. En todo ese ambiente es donde encuentro, más que el ocio, la parcela más intensa y apasionante de mi vida.

TL: ¿Sientes en los animales la complicidad que no te dan algunas relaciones humanas?
JRL: Lo que me dan los animales es una relación con la naturaleza de ida y vuelta. En el campo puedes sentir la belleza de un paisaje, la impresión de un olor, el impacto de la fuerza del mar. Con un perro o un caballo te relacionas de otra forma. Ellos no tienen más filtro que el miedo o el instinto de supervivencia y se comportan contigo de una forma natural. Si están adiestrados, educados y acostumbrados a ti, utilizan determinadas pautas de comportamiento que les permiten relacionarse contigo, pero siempre de una manera en la que tú encuentras respuesta. Yo procuro practicar un respeto mutuo con ellos y aprender de lo que me pueden dar.

Uno de sus sueños es vivir en Asturias con Sandra, su pareja
Uno de sus sueños es vivir en Asturias con Sandra, su pareja

TL: ¿Esa sensibilidad a los animales te viene de siempre o te la ha dado la madurez?
JRL: No tengo muy claro lo que es la madurez. Tal vez sea el equilibrio entre lo que piensas, lo que sientes y lo que haces. Si es así, es algo relativamente reciente (risas), pero el amor a la naturaleza y los animales es una constante en toda mi vida. Lo que sí es cierto, que es de hace poco años, es la toma de conciencia de eso. Yo, cuando salgo de la radio, lo que más me gusta hacer es ir al campo con los caballos o ir a pasear con mi perro. Y si es posible, y así lo disfruto mucho más, hacerlo con Sandra, mi pareja, con quien comparto esa manera de ver la vida.

TL: ¿Es donde realmente encuentras la paz?
JRL: La paz la encuentro dentro, en mi interior, pero también la puedo encontrar simplemente en un momento complicado, esforzándome en ello y concentrándome. La paz es como la felicidad, si queremos atraparla de una manera constante y para siempre, no la vamos a tener. La serenidad interior puede existir, pero yo no la consigo como esos gurús iniciados en el tema. Lo que sí es verdad es que procuro vivir en el presente, sin dejar de mirar al futuro, y encontrar en él toda la tranquilidad que puedo para mi trabajo, que no es tranquilo y necesita cierta concentración, y para estar en el campo. La paz la puedo encontrar también en la radio, o en una conversación como esta, por ejemplo”.

Así se hizo el selfie de la portada con Amalia Enríquez
Así se hizo el selfie de la portada con Amalia Enríquez

TL: Ese niño al que ya le gustaban los animales, ¿lo recuerdas feliz?
JRL: Sí, sin ninguna duda. Es posible que haya tenido momentos en los que no lo haya sido, pero no los recuerdo. Tuve una infancia feliz, con muchas ganas, como cualquier niño.

TL: ¿Y queriendo ser periodista?
JRL: No, para nada. Yo quería ser muchas cosas, entre ellas seminarista. Quería viajar y una manera de salir al mundo era hacerme Misionero Comboniano. Luego descubrí que había formas menos complicadas y comprometidas para viajar que a través del seminario. Luego quise ser director de cine y actor.

TL: ¿Nos hemos perdido a un gran realizador o intérprete?
JRL: No, no. Afortunadamente para la industria del cine, me dediqué a otra cosa. Hice mis pinitos, estuve de meritorio en algunas películas, llevaba los cafés, me quedaba a los guiones y planificaba, pero lo dejé cuando vi que el periodismo también era una opción que podía ser muy apetecible.

'Marcelino, pan y vino' fue la primera película que fue a ver al cine
‘Marcelino, pan y vino’ fue la primera película que fue a ver al cine

TL: Cuando dices en casa que te vas a dedicar a una profesión tan bohemia como ésta… ¿fue un disgusto?
JRL: El disgusto se lo llevaron mis padres  cuando me empeñé, con 12 o 13 años, en irme al seminario. Luego, cuando empecé a estudiar Periodismo, no recuerdo ninguna oposición. Lo único que me exigían era que sacara buenas notas en lo que hiciera, pero nunca se plantearon que podía ser una profesión complicada o desvalorizada. Lo que siempre he tenido es una exigencia de estudio y de aplicación, pero nunca un impedimento para hacer lo que yo quería.

TL: ¿Y nunca te has arrepentido?
JRL: Nunca, nunca. Yo no me arrepiento de casi nada. He hecho muchas cosas mal y, de poder remediarlo, no las haría igual, pero soy lo que soy por mis aciertos y por mis errores. Me puedo arrepentir de haber tenido una vida personal y afectiva complicadísima e inestable, pero no lo hago porque he llegado a ser lo que soy gracias también a eso. Puedo pensar: ¿qué hubiera pasado si…?, pero no caigo en esa tentación porque ahí sí que te puedes llegar a equivocar.

TL: ¿En el plano profesional has errado?
JRL: En mi trabajo creo que no he cometido muchos errores, pero sí un par de ellos muy gordos, no hace mucho tiempo. Y tampoco me arrepiento de eso porque pienso “si hubiera cogido eso, ahora estaría haciendo eso” y no lo que me ocupa ahora, que me encanta y que me está haciendo muy feliz. No me arrepiento de nada, sí soy consciente de que he cometido errores y procuro no volver a cometerlos.

'El quinteto de la muerte'
‘El quinteto de la muerte’ es una de sus películas de cabecera

TL: De volver la vista atrás ¿no cambiarías nada?
JRL: Esa es otra forma de verlo ¡Ahí me has dado! Pues sí, cambiaría cosas. Procuraría no hacer daño a gente a la que le he hecho mucho sin querer. He tenido una vida afectiva muy inestable, en la que ha habido mucha gente que se ha quedado ‘tirada’. En mi mano ha estado la vida de personas. Y, en la medida en la que yo haya podido afectar en su vida negativamente, ahí sí entono el ‘mea culpa’ y me arrepiento. Si pudiera volver la vista atrás, procuraría no hacer tanto daño. Aunque, a lo mejor, al cambiar eso no sería como soy, ni habría aprendido lo que hoy sé.

TL: En ese pasado y con esos deseos de ser actor o director ¿recuerdas la primera película que viste de niño?
JRL: ‘Marcelino, pan y vino’. A mi madre le hacía mucha gracia porque el niño llevaba el flequillo como yo. Años 60, blanco y negro y la vi en el cine.

TL: ¿Eres de emoción fácil? Porque esa es una película que ‘toca la fibra’.
JRL: ¿Fácil?…pues sí, lloro con las películas y me emociono tanto con ellas como con un cuadro, una frase, un paisaje o un gesto. Me emociono porque procuro estar atento a las cosas que hay alrededor y, casi siempre, encuentro algo emocionante en positivo o en negativo”.

Sergio Peri
Sergio Peris-Mencheta y Roberto Álamo en ‘Lluvia Constante’ de Keith Huff. Magistrales

TL: A eso le llaman sensibilidad…
JRL: Pues no lo sé, yo creo que es atención. Si te fijas bien, la emoción llega.

TL: ¿Hay una película de cabecera en tu madurez?
JRL: Te va a sorprender, pero hay una que me gusta ver: ‘El quinteto de la muerte’. Británica, protagonizada por Peter Sellers, con música que Boccherini. Esta película me descubrió la música clásica. Y, de adolescente, me pareció maravillosa ‘El último Mohicano’ (la primera, no la de Daniel Day Lewis), ‘El profesor chiflado’ (porque me hacía mucha gracia Jerry Lewis) y el cine de Bergman, porque yo era un adolescente muy pesado y me iba a ver ‘El séptimo sello’, que me parecía un coñazo pero la veía. Me encanta este repaso a mis gustos, nunca lo había hecho.

TL: ¿El cine español tiene hueco en tus preferencias?
JRL: Me gusta mucho ver nuestro cine y aprecio el talento, que tiene mucha gente que tú conoces muy bien. No podemos despreciar lo que se hace en nuestro país, porque ahora hacemos superproducciones y películas muy buenas que pueden estar a la altura de otras cinematografías internacionales. Te decía antes lo de dirigir porque pienso que conozco historias que me habría gustado llevar al cine.

Tiene una apuesta con Antonio de la Torre para cuando gane el Goya a Mejor Actor
Tiene una apuesta con Antonio de la Torre para cuando gane el Goya a Mejor Actor

TL: O al teatro…
JRL: Me encanta el teatro. Interpretar sí es una cosa que envidio y se lo digo siempre a los actores de teatro cuando tengo la oportunidad de entrevistarlos. Me apasiona Sergio Pérez Mencheta y he descubierto, hace poco en las tablas a Roberto Álamo. ¡Qué voz, qué profundidad y qué actor tan increíble! Me entusiasmó en ‘Lluvia constante’. En cine me gusta muchísimo Antonio de la Torre. Tengo con él una apuesta desde la época de Radio Nacional: cuando se lleve un Goya al mejor actor, que se despida diciendo “Hasta luego, Lucas”. A ver si la cumple algún día (risas).

TL: ¿Disfrutas del cine desde el punto de vista del director que has querido ser o del espectador cotidiano?
JRL: Siempre desde la perspectiva del director. Y disfruto muchísimo. Me meto en la película y valoro cómo me lleva a través de la historia, el plano que ha puesto, la luz que ha elegido. Me encantó ‘Birdman’ y la veré todas las veces que haga falta. Es muy rara, pero es un plano secuencia increíble. La verdad es que me estás haciendo recapacitar sobre cosas que nunca había pensado.

La protagonista de Stranger Things le retuiteó un tuit
La protagonista de Stranger Things, Millie Bobby Brown, le retuiteó un tuit

TL: Piensa un poco más. Un libro de cabecera.
JRL: Cien años de soledad’, sin ninguna duda. Mi primera lectura concentrada y consciente. Todavía no he sido capaz de encontrar nada que me seduzca tanto en la misma medida, aunque también tengo que reconocer mi debilidad por los clásicos, ‘La Ilíada’ y ‘La Odisea’. He disfrutado mucho con las descripciones del mar, de las batallas. Eran de un detalle y minuciosidad, que parecían un ‘Juego de tronos’ premonitorio.

TL: ¿Adicto a las series?
JRL: Veo muchas y me encantan. ‘Juego de tronos’, por ejemplo, no la he visto. Soy fan absoluto de ‘The walking dead’ y de ‘Stranger things’, la niña protagonista es espectacular. Escribí un tuit diciendo que era espléndida y lo retuiteó. Habla español perfectamente porque nació en Marbella. Sus padres son ingleses y vivió en España hasta los siete años. He empezado a ver ‘Narcos’ y quiero ver ‘House of cards’. Me impresionan los grandes actores.

TL: ¿Hay alguno al que le perdonarías todo, incluso una mala película?
JRL: A Al Pacino, Anthony Hopkins, Marlon Brando y Meryl Streep que es inmensa. Me encanta Scarlett Johansson, pero me decepcionó cuando la conocí porque no tiene un discurso interesante. Y no me puedo olvidar de Susan Sarandon.

Meryl Str
Meryl Streep, una de sus actrices favoritas

TL: Y yo no puedo olvidarme tampoco de la pregunta obligada en estas conversaciones ¿Qué pensaría el niño Juanra del hombre en el que te has convertido?
JRL: (silencio) Creo que se asombraría. Recuerdo mis sueños cuando tenía 15 años. Están rebasados con creces en ganarme la vida, conocer gente, viajar, poder escribir… (silencio). Me estás poniendo ante reflexiones que nunca antes me había planteado. Me queda mucha vida, pero he hecho lo que he querido y he cumplido mis sueños. Solo me falta una cosa: irme con Sandra a vivir a Asturias. Soy poco ambicioso, tal vez porque me he ido marcando retos posibles, los he ido cumpliendo, he peleado por ellos y he tenido suerte en la vida. La felicidad está en los pequeños placeres cotidianos. Ser feliz es encontrar el equilibrio. 

*Localización: Onda Cero. *Próxima semana: Carme Chaparro

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